Entrevista a William Ibbs/Profesor de la Universidad de Berkeley

 

 

 

Ofelia Alemán García

Más de 26 mil millones de pesos se dice que costó la Línea 12 del Metro, pero las empresas certificadoras recibieron más de 119 millones de pesos por “avalar” el dicho proyecto (Excélsior, 27 febrero 2015). Estas empresas internacionales aprobaron un proyecto que resultó fallido. Las empresas certificadoras serias no aceptarían cubrir con su prestigio proyectos que pudieran poner en peligro miles de millones de personas.

En Siempre! platicamos, vía telefónica, con un experto internacional de ingeniería, el doctor William Ibbs, de la Universidad de Berkeley, California, Estados Unidos.

¿Qué es una empresa consultora internacional?

Antes que nada hay que aclarar que cada proyecto de megainfraestructura es diferente. No es lo mismo la proyección de una planta de energía, el diseño de una nueva línea de metro o construir canales. Tengo mucha experiencia trabajando en grandes sistemas de ingeniería en Copenhague (Dinamarca), en Johannesburgo (Sudáfrica), así como en Estados
Unidos. Actualmente, estoy trabajando en el Canal de Panamá. Cada proyecto es único y completamente diferente a los de otros países. Y para cada proyecto hay decenas de empresas asociadas.

Las consultoras internacionales son de muy variada naturaleza. Tenemos empresas muy reconocidas y prestigiadas en el área de construcción y servicios de ingeniería como Vector, en Estados Unidos, o la japonesa Shimizu, trabajan en todo el mundo. También tenemos empresas como PWC (Price Waterhouse Coopers, por sus siglas en inglés) o Deloitte Touche, también asociadas al ramo de la construcción pero desde el punto de vista contable y financiero. Así que cuando nos referimos a “empresas consultoras internacionales en ingeniería” debemos entender que hay empresas para todo.

En Copenhague, por ejemplo, hay consultoras especializadas en muchas áreas específicas de la construcción, diseño, modelos tradicionales de ingeniería, contabilidad, finanzas, cuestiones legales, manufacturas.

El tema es más complejo

En México, el proyecto de la línea 12 del Metro fue fallido, ¿es culpa de las consultoras?

Un proyecto de infraestructura de transporte es un tema mucho más complejo y delicado de lo que parece. Para construir una nueva línea de metro muchas empresas seguramente tendrán que estar asociadas o trabajando muy de cerca. En el proyecto estarán envueltos muchos inversionistas, ya sea por parte del gobierno, de la iniciativa privada o una combinación de ambos. Esos inversionistas quieren asegurarse en todo momento de que el sistema sea construido apropiadamente y que el dinero sea usado correctamente. No es una cuestión local, que sólo atañe al gobierno mexicano, también es cuestión de muchos actores internacionales quienes están financiando el proyecto o quienes hacen las manufacturas de las vías o los carros. Los grandes inversionistas no quieren proveer servicios o productos que no se van a usar adecuadamente o para que se les dé un uso inapropiado porque eso significaría serios problemas jurídicos y demandas a escala mundial, escándalos. En conclusión, este tipo de proyectos necesitan mucha participación de empresas extranjeras.

En México sólo tres empresas constructoras fueron asociadas directamente a la línea 12: Alstom, ICA y Carso. ¿Nos faltó más apoyo internacional?

Es un tema mucho más complejo que tan sólo conseguir más apoyos. Hay que enfocarse en el proyecto. Si hablamos de un sistema de metro, los carros normalmente provienen de Canadá, Alemania, Francia o China porque en esos países están los mejores fabricantes de carros para sistemas de metro a escala mundial. El sistema de control, es decir, los componentes eléctricos y de computación que controlarán el movimiento de los carros del metro, normalmente son de Siemens, una empresa muy reconocida en todo el mundo que se dedica a eso. Si fuera representante de Siemens estaría muy preocupado porque el sistema de control funcionara correctamente y que todo estuviera perfectamente instalado en el proyecto que me asignaron. Todo el sistema de metro es muy complicado y las grandes empresas son muy cuidadosas al involucrarse en proyectos de alcance internacional porque podrían ser demandados o perder su reputación en un instante. Los carros, las vías, el financiamiento, los sistemas de control, todo es generalmente financiado con capital foráneo. Eso explica el motivo por el cual los grandes proyectos de ingeniería tienden a internacionalizarse.

 

No se buscan proyectos fallidos

El caso mexicano de la línea 12 entonces no es aislado…

Hay que ampliar el panorama. En México, por ejemplo, es bien sabido que tienen muchos sismos, aunque México tiene buena reputación en esta materia, hay otras empresas internacionales con avanzada reputación que podrían asesorar. Muchas de las mejores consultoras internacionales están en otros países. Así que si un proyecto trascendental buscara tener a los mejores consultores trabajando deberá salir de sus fronteras.

¿No es malinchismo?

¡No! El punto es que los grandes proyectos de ingeniería, en especial el de los sistemas de transporte público, ¡conllevan la afectación de miles de millones de personas! Entonces no se busca que el proyecto sea fallido, al contrario ¡buscas los mejores estándares internacionales, los más altos! Que te den confianza. De lo contrario hay muchos riesgos, afectas a la gente, las empresas, dañas la economía de la ciudad, del país, hay consecuencias legales y financieras de largo plazo. Esto no es novedad, de hecho es inusual pensar que los proyectos van a fallar. Lo que digo es completamente válido tanto para la ciudad de México, Sudáfrica, Dinamarca, Panamá. ¡Hasta para Estados Unidos!

¿Ustedes? Pero son superpotencia…

¡Hasta para nosotros! En California estamos construyendo una línea de tren de alta velocidad y los carros del tren serán diseñados y construidos por consorcios extranjeros porque son los mejores. Así que ni siquiera en nuestro país, en una gran economía súper desarrollada no tenemos todo lo que necesitamos y tenemos que buscar en el extranjero los estándares más altos, la mejor compra, los mejores proveedores.

¿Cómo sabemos quién es quién en empresas consultoras?

La pregunta más difícil de contestar. No hay un índice global que mida las mejores empresas. En el Canal de Panamá hay un panel de expertos de todas partes del mundo, que tienen mucha reputación y conocimiento del tema, representantes de los grandes consorcios, académicos. Todos ellos no necesitan una licencia para ser expertos, su trabajo tiene reputación internacional. Ellos opinan sobre el tema y las mejores decisiones son tomadas.

Reputación, prestigio y experiencia ¿son elementos clave en la consultoría internacional?

Exactamente. La situación del transporte público es un tema tan delicado y crucial en las sociedades. Lamentablemente, en México, Dinamarca o Brasil, la gente, ya sean políticos locales o la sociedad civil en general, no dimensiona la importancia de la construcción eficiente de sistemas de transporte hasta que algo no funciona bien, cuando la vida de las personas se trastorna por completo. Un ser humano en las ciudades llega a usar el sistema de transporte hasta diez veces a la semana, es casi imposible sobrevivir sin el transporte público en estos días.

El profesor investigador, el doctor William Ibbs, está adscrito al Departamento de Ingeniería Civil y de Medio Ambiente de la Universidad de Berkeley en California, Estados Unidos. Ha recibido numerosos reconocimientos entre los que destacan el premio presidencial de joven investigador por la Sociedad Nacional de Ciencia y el premio Halliburton a la excelencia académica. Es consultor internacional para proyectos de ingeniería y coordinador de varios programas asociados a la propia universidad.