Magdalena Galindo

El libro que hoy presentamos[1], compilado por María de la Luz Arriaga Lemus y Gabriel Alejandro Mendoza Pichardo, se titula Vigencia de la Economía Política en el estudio de los problemas nacionales e internacionales. Esto que parece un recado más que un título, tiene la virtud de anunciarnos, no el contenido, pero sí el objetivo que persiguen los autores de los ensayos y, por supuesto, los propios editores. A semejanza de Diógenes que decía que el movimiento se demuestra andando, el libro no contiene un alegato que afirme la vigencia de la Economía Política, sino que aquí se muestra esa vigencia por medio de ensayos que, partiendo de los postulados marxistas estudian diversos aspectos de la realidad actual y muestran, como quien dice caminando, la vigencia de una corriente de pensamiento que no dudo en calificar como la más eficaz, si no la única, que puede dar cuenta de los complejos problemas que hoy enfrentan la sociedad mexicana y el mundo en su conjunto.

Mostrar en los hechos, o mejor sería decir en los textos, esa vigencia es importante, porque hoy vivimos una verdadera avalancha de propaganda que, lanzada por la clase dominante y sus gobiernos, pretende, para justificar las políticas neoliberales, que han significado un despojo gigantesco e inmisericorde de los trabajadores, engañar a la población con un discurso que postula la supremacía del mercado, las bondades de la globalización y, en consecuencia, al neoliberalismo como el pensamiento único que debe regir las políticas públicas y la vida toda de las sociedades. El desastre económico que hemos padecido durante los últimos cuarenta años, acentuado hasta niveles antes insospechados precisamente por las políticas neoliberales, debería haber provocado una autocrítica en los propagandistas del neoliberalismo, pero como no se trata de una discusión académica, sino de la defensa de los intereses de la fracción financiera de la burguesía internacional, que es la que detenta la hegemonía, lejos de corregir los enfoques teóricos que buscan justificar el orden existente, no se han conformado con afirmar al fundamentalismo del mercado como pensamiento único, sino se han empeñado en una campaña para desprestigiar a la Crítica de la Economía Política, con displicentes juicio que acusan al marxismo de pasado de moda.

La calidad de los ensayos aquí incluidos, que dan cuenta de algunos de los fenómenos más preocupantes de nuestros días, ponen de manifiesto lo que quería demostrarse, ejemplifican, como quien dice en vivo o en tiempo real, la vigencia de la Crítica de la Economía Política.

El libro se inicia con un trabajo de Alejandro Álvarez en que aborda las perspectivas del capitalismo contemporáneo, y advierte, con informados y sólidos argumentos, que la crisis por la que atraviesa actualmente el capitalismo se inscribe en una onda larga de descenso de la actividad económica y que el neoliberalismo, lejos de resolver los problemas, ha ahondado la crisis y devastado a las sociedades, de modo que estamos ante una encrucijada en la que es necesario diseñar nuevos caminos. En lo personal, me gusta y me pareció muy sugerente, su análisis crítico sobre el posmodernismo y su papel como parte de la ideología dominante que busca eternizar el capitalismo salvaje que hoy padecemos.

A su vez, Adalmir Marquetti aborda el caso de la economía brasileña y a partir del análisis de la tasa de ganancia y de los ritmos de crecimiento, muestra que la aplicación de las políticas neoliberales ni siquiera han conseguido resolver la necesidad de acumulación de capital de la burguesía y sólo han provocado un descenso de la tasa de crecimiento.

Ana Alicia Peña López dedica su ensayo al tema más cercano a su corazón y que ha ocupado sus tareas de investigadora desde hace años, esto es a la condición de los trabajadores en el capitalismo actual. Con rigor y también con voluntad creativa estudia la categoría marxista del ejército industrial de reserva y muestra que la mayoría de los estudios sobre el empleo y sus contrapartes el desempleo y el subempleo, al abandonar o malinterpretar el concepto, no sólo renuncian a una herramienta fundamental para el conocimiento de la realidad actual, sino tergiversan la explicación, al silenciar el hecho de que tanto el crecimiento asombroso de la economía informal, como la precariedad del empleo, el descenso de las condiciones de vida de los trabajadores, las migraciones masivas y el aumento implacable de la pobreza, están indisolublemente vinculadas a la categoría marxista del ejército industrial de reserva y, por lo tanto, a la ley general de la acumulación capitalista.

Nashelly Ocampo estudia el carácter complejo que asume la pobreza y abarca temas poco mencionados como el estrés continuo que padecen los trabajadores o las consecuencias para la salud de las condiciones de trabajo y hasta la degradación de los medios de vida.

Sobre el trabajo infantil escribe Edy Hernández y empieza por criticar las estadísticas y sobre todo los criterios para definir el trabajo infantil y propone en cambio la categoría de sobreexplotación del trabajo infantil.

La tercera parte del libro está dedicada a aspectos especiales, es decir a la educación, el espacio urbano y el agua. María de la Luz Arriaga aporta un ensayo en que vincula la privatización de la educación que padecemos hoy con la crisis económica y el proceso de reconversión industrial. Muestra igualmente que el nuevo modelo educativo es impulsado desde los organismos internacionales –con predominio de Estados Unidos, como el Banco Mundial y la OCDE-

Patricia Pozos dedica su atención a los problemas teóricos que presenta el estudio del espacio urbano y se pronuncia por la necesidad de recurrir al concepto del valor de uso para destacar la vinculación entre el proceso de acumulación de capital y las formas y características que asumen las ciudades.

Si el ensayo de Octavio Rosas fuera una película, lo clasificaría entre las de horror, pues el panorama que nos describe al analizar lo que llama crisis por la privatización del agua, es realmente terrorífico. Aquí también, como a lo largo de todos los ensayos, se recurre a las herramientas de la Crítica de la Economía Política para el conocimiento de la problemática.

Como se ve por este breve repaso del contenido, en el libro se utiliza con rigor los conceptos y las categorías marxistas para avanzar en el conocimiento profundo del capitalismo actual y de la multifacética y en todos los casos dramática realidad que hoy vivimos.

 [1] En la XXXVI Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería