Entrevista a Octavio Islas/Catedrático del Tecnológico de Monterrey
Santiago I. Soriano Condado y Viridiana Vega
En entrevista para Siempre!, el doctor en ciencias sociales Octavio Islas, miembro del Sistema Nacional de Investigadores y miembro numerario de la Academia Mexicana de la Comunicación, abundó acerca del mensaje político que se transmite al electorado en las presentes campañas donde destacó que los partidos demuestran apatía y falta de cercanía con los ciudadanos, haciendo que éstos a su vez se manifiesten con actitudes como la indiferencia o el hartazgo que terminan por traducirse en la posibilidad de altos grados de abstencionismo que amenazan los comicios del próximo 7 de junio.
Incapacidad de diálogo
¿Qué opina de las campañas para las elecciones intermedias de este año? ¿Cumplen con su objetivo?
Cumplen con una formalidad, pero definitivamente hay una decepción, un desencanto generalizado del imaginario político y también de las elecciones.
¿La calidad de la propaganda —el contenido, su producción e incidencia— corresponde con el gasto destinado para ello?
No, por supuesto que no. Es un panorama totalmente deplorable. Finalmente los excesos y la crudeza de la partidocracia, la cotización, que difícilmente te permiten poder evaluar las propuestas de los partidos, todas son prácticamente idénticas, cortadas por la misma tijera, de un desperdicio terrible en materia de recursos; dejan muy poco a final de cuentas al ciudadano en términos de una elección razonada, responsable de su voto.
¿Por qué los políticos construyen campañas políticas con mensajes sin sustento?
Se debe a todo el contexto que es favorable a esta cotización. Como tú no tienes plataformas que permitan desarrollar propuestas, efectivamente, inteligentes, centradas en las necesidades del ciudadano, uno de los problemas es que los partidos y los candidatos son muy indiferentes, piensan que con un jingle, de tan pegajoso que es, te han movido a emitir tu voto.
Lo que se tiene es incapacidad de diálogo. La clase política no tiene nada que ofrecer y no ha emprendido una autocrítica profunda que razone el porqué del desprecio, del desencanto, de la desilusión ciudadana. Sus mensajes son fórmulas terriblemente mercantiles, simplonas que vulgarizan todo el proceso electoral.
¿La seriedad con la que presentan sus “propuestas” refleja el compromiso social que tienen los políticos o será que sólo buscan conservar un registro que les permita recibir dinero?
No. Refleja un terrible desconocimiento de sus necesidades, una visión totalmente análoga, retrograda, del mismo imaginario político. Se hace campaña como si viviéramos décadas atrás, sin imaginación, sin fondo; una serie de inercia de las fórmulas que se aplican y que te revelan un profundo desprecio a la ciudadanía.
¿Partidos pequeños como Morena, Encuentro Social, Humanista, etcétera sólo buscan conservar un registro que les permita recibir dinero?
Son partidos franquicia que han sido nocivos para nuestra salud democrática. En lugar de dirigirse a la ciudadanía reconociendo sus necesidades, sus desencantos, política, utilizan fórmulas terriblemente trilladas; algunos de estos órganos que se han instalado para acaparar el presupuesto definitivamente tienen que desaparecer.
Y esta partidocracia, esta cotización, las propuestas banales, todos estos partidos presupuestales, estas franquicias, finalmente muestran una democracia que deja mucho que desear para la mayoría de los mexicanos.
Abrirse a la participación ciudadana
¿Cómo debería estructurarse una campaña electoral que incite a la participación ciudadana, a un voto consciente y, ya en el mejor de los casos, a la estabilidad política?
Deberíamos comenzar por las mismas acciones de partido, como la elección de sus candidatos; porque se hace una especie de cofradía cerrada de la que el ciudadano se siente ajeno, no se siente involucrado y donde sabe que determinado presupuesto fue repartido a tal sector o a tal familia, o a la esposa de determinado dirigente de algún partido político, pero al final de cuentas son candidatos extraños a la ciudadanía.
Un principio de cambio, efectivamente sería el que los partidos políticos se abrieran a la participación ciudadana desde la misma elección de sus candidatos, darle la oportunidad al ciudadano de involucrarse y poder participar como candidato. Desde ahí reside el problema.
Abstencionismo alarmante
¿Por qué si los políticos saben de las reglas del proceso electoral respaldan propaganda que amerita sanciones, con lo que además de desperdiciar el dinero destinado para las campañas deben pagar lo especificado en la ley?
Las instancias han perdido muchísima credibilidad por determinado tipo de decisiones históricas que han sido muy desafortunadas. Ha habido un saldo muy negativo por el tipo de decisiones que han asumido, como el caso de las tarjetas Monex en las pasadas elecciones federales.
Entonces tampoco tienen credibilidad las instituciones electorales, pero en buena medida también son los asesores que contratan consultores que son expertos en propaganda negra, muchos de ellos extranjeros, que vienen en algún momento a dividir este país, dejando una sociedad terriblemente resentida y después se van a hacer lo mismo a otro país latinoamericano.
Los muchos o pocos votantes para estas elecciones, al encontrarse en medio de este intercambio de ataques entre candidatos, ¿emitirán un voto consciente? De no ser así, ¿cómo afectará el escenario social de México?
Lo que va a ocurrir es que vamos a tener un abstencionismo verdaderamente alarmante, no por todos los movimientos para anular tu voto o para no votar sino sencillamente el hartazgo de una sociedad que ve una diferencia entre la forma de cómo se reparte la riqueza en este país, cómo los partidos políticos se nutren de salarios, de una serie de privilegios, y cómo sus propuestas se encuentran tan ajenas a verdaderos problemas y necesidades de la gente.
Es por eso que en estas elecciones se va a reflejar un abstencionismo histórico, uno de los fenómenos que vamos a advertir en las próximas elecciones; ojalá esto sea un principio, a final de cuentas, de un cambio y que concluya, por fin, en una gran reforma electoral.
¿Cuál debería ser el papel de esta sociedad? Ya que aparentemente no eleva el nivel del discurso político y no hay una exigencia real al momento de pedir propuestas, y entre otras cosas, hacer más rico el intercambio de ideas, lo que se supone que funciona como una base de una campaña electoral.
Cuando tienes un razonamiento de la ciudadanía donde no le interesa la política y los temas electorales por razones muy justificables y muy legítimas, como los salarios escandalosos de los políticos, corruptelas, compra del voto, las acciones del Partido Verde: una cloaca como escenario electoral, etcétera, es necesario reconquistar a la ciudadanía.
Tomando como referencia estas elecciones intermedias con un escenario político y social como el que tenemos en estos días, ¿qué se espera para las campañas electorales de 2018, las presidenciales?
Van a ser elecciones verdaderamente delicadas. Los poderes facticos podrían estimular levantar todo el proceso electoral, pero si no rectifican los partidos políticos vamos a vivir una regresión muchísimo más alarmante.
No creo que tengamos candidatos fuertes, pero si en algún momento dado los partidos políticos llegaran a presentar candidatos ya desgastados por elecciones pasadas vamos a tener más de lo mismo y se va a acentuar el desencanto que tiene la gente sobre el escenario político mexicano.
Respecto al mensaje político, ¿vamos a ver una tendencia igual de total desconocimiento, de total apatía, respecto al electorado y donde sólo se busca el mensaje lineal y burdo para ganar votos?
Sí y con un costo democrático terrible, una ciudadanía desquiciada porque ni es escuchada ni es entendida, mucho menos va a ser representada, con un proceso muy viciado en términos de las cuotas del poder, por el perfil mismo de sus candidatos y en términos del desarrollo propagandístico, con propaganda basura, constituye una llamada de alarma terrible lo que podría esperarse en 2018.