De origen argelino, un joven de 24 años, fue detenido cerca de París el domingo pasado, preparaba un “inminente” ataque contra “una o dos iglesias” de la capital francesa, según ha informado el ministerio del Interior, Bernard Cazeneuve. El detenido, identificado por varios medios como Sid Ahmed Ghlam tenía en su poder un “arsenal” y además es sospechoso del asesinato de una mujer cuyo cuerpo fue encontrado el mismo domingo en el interior de su coche.

El sospechoso tenía una herida de bala cuando fue capturado en la calle, en el distrito 13 de la capital. Se trata de un estudiante de informática que tenía en su habitación de una residencia universitaria, tres fusiles Kaláshnikov, municiones y documentación relacionada con Al Qaeda y el Estado Islámico, señala el fiscal de París, François Molins. La policía encontró en su auto, un cuarto fusil de asalto, armas de fuego, tres cargadores, un ordenador, chalecos antibala, un GPS y teléfonos móviles.

La policía cree que preparaba atentados contra iglesias, de acuerdo a documentación encontrada en su domicilio. “El domingo por la mañana, se evitó ese atentado”, afirmó el ministro. La fiscalía señaló que los trayectos grabados en el GPS notas escritas confirman que su objetivo era al menos una iglesia de la localidad de Villejuif, muy cerca de la capital francesa.

El joven detenido, reside en Francia desde hace seis años, estaba fichado por los servicios de seguridad, porque había intentado en dos veces, este año y el pasado, viajar a Siria para sumarse a los grupos yihadistas que combaten en la zona. Cazeneuve, sin embargo, aseveró que no se han concretado las pruebas suficientes para abrir una causa judicial.

La fiscalía parisina ha informado, que tras analizar los elementos obtenidos, la policía ha concluido que el detenido estaba en contacto con una persona que vive en Siria, con quien mantuvo contactos sobre “modalidades de la comisión de un atentado” y fue quien le sugirió una iglesia como objetivo.

La mujer asesinada, es Aurélie Châtelain, de 32 años y madre de una hija de cinco años, viajó el sábado pasado a París procedente de la localidad en la que habitaba, al norte del país, para tomar un curso de formación profesional. El auto donde se encontró el cuerpo de la mujer, fue incendiado.

El fiscal precisó que, de acuerdo con los análisis balísticos, el disparo contra la víctima se realizó con el revólver del sospechoso, además que en el arma y el vehículo se encontraron huellas del arrestado.

Aunque no ha precisado la relación entre el detenido y la mujer asesinada que era entrenadora de gimnasia, fuentes policiales han indicado que de acuerdo a las primeras conclusiones, no definitivas, el detenido intentó robar el coche de la mujer y como se resistió, el joven disparó en varias ocasiones, hiriéndose también en una pierna. Enseguida se dirigió a su barrio, luego de una llamada de un transeúnte a los servicios médicos, aceptó ser asistido por miembros de la ambulancia.   Al darse cuenta que la herida era por arma de fuego dieron aviso a la policía.

Existen sospechas de que no actuaba solo y probablemente tiene cómplices, ya que tantas armas en su poder hacen suponer que colaboraba con otras personas para realizar los atentados.

El presidente francés, François Hollande, confirmó que un atentado estuvo a “punto de ser perpetrado” y que el objetivo era una iglesia. Seguimos bajo la amenaza terrorista y tenemos que estar vigilantes”, puntualizó, para pedir después “unidad y confianza en la República”.

En estos días, el Parlamento debate una polémica ley que dará cobertura a seguimientos e intercepción de comunicaciones que realizan esos servicios de información. Otra medida es que prevé obligar a empresas de Internet y redes sociales a disponer de medios técnicos para detectar toda comunicación sospechosa de estar relacionada con actividades terroristas.

Nota: EL PAÍS, España.