Entrevista a Claudia Barragán/Coordinadora de exposiciones del Munal
Jacquelin Ramos
Una “visión clásica” y los “sueños pastorales” que se remiten al paisaje bucólico y cómo el hombre puede insertarse en la naturaleza fueron los recursos que permitieron a artistas como el viajero Jan Siberechts y otros contemporáneos suyos de Gran Bretaña, iniciar un nuevo estilo de pintura: el paisajismo, una de las mayores aportaciones de Reino Unido al arte universal.
La evolución de este género se desarrolló a partir del siglo XVI con el uso de documentos que describían la topografía, la geología, la historia y las leyendas de Gran Bretaña, y cobró popularidad a lo largo del siglo XVII con los descubrimientos de los exploradores, naturalistas y comerciantes que expandieron los límites de la región hacia el mundo, convirtiéndose el paisaje para el siglo XIII en una tendencia “dominante” para permanecer latente incluso hasta nuestro siglo.
Es así como desde La caída de una avalancha en los Grisones (1810) de J. M. W. Turner, hasta Grandes árboles cerca de Warter o pintura sobre los motivos para la nueva era post-fotográfica (2007) de David Hockney, se puede recorrer de la mano —o mejor dicho, de la mirada— a 80 artistas británicos en un territorio diverso y cambiante, así como lo hace el temperamento humano, que se ve reflejado en la obras que integran la exposición Paisajismo británico. Colección Tate, 1690-2007. Así lo señaló en entrevista a Siempre! Claudia Barragán, coordinadora de exposiciones del Munal, al asegurar que la exposición es una forma de mostrar cómo los paisajes con su “verdad de la naturaleza” dan cuenta de la evolución inglesa a través de su transformación y aspiración.
Razones y motivos
¿Cuáles son los motivos de mostrar la evolución del paisajismo británico en la historia?
Fueron varios motivos, los más destacados son: primero, que es una exposición que el director del Museo Nacional de Arte, Agustín Arteaga, tenía ganas de traer a México; gracias al Año Dual entre México-Reino Unido se da la feliz coincidencia de que el proyecto se realice; había ya una aproximación con la Colección Tate para hacer una exposición sobre este tema, lo cual se negoció con el Munal y se tuvo la exposición que curó un curador de Tate. El segundo y el más importante es destacar que el “paisajismo” es uno de pilares de la pintura del arte en el mundo. Incluso para el movimiento impresionista fue muy importante, así que se pensó en mostrar una visión actual sobre la historia del paisajismo y la necesidad de establecer diálogos de continuidad entre el arte contemporáneo y las manifestaciones históricas de las artes visuales. Mostrar el paisaje más completo con esa “verdad de la naturaleza” que da cuenta de la evolución inglesa, de las transformaciones y de sus aspiraciones.
¿Cuáles son esas transformaciones que sufrió la sociedad inglesa en esa época y que las vemos reflejadas en la muestra?
Tenemos piezas muy tempranas, donde podemos encontrar una escena en el paisaje que nos habla un poco de la sociedad, sus costumbres, la forma en la que se comportaba la gente en aquella época; también vemos otros momentos en los que, por ejemplo, en la antigüedad clásica es muy importante para la formación de los artistas, eso también se refleja en las temáticas que tienen. Hay otra parte ya en el siglo XIX sobretodo en donde hay autores que le dan importancia al paisaje pero también le dan más importancia a la luz, a la técnica; por ejemplo, los propios impresionistas franceses decían que Tuner era un impresionista adelantado a su tiempo. Entonces vamos viendo un poco las transformaciones justamente en la forma de ver el paisaje a partir de esta interpretación y esta manera de plasmarlo.
¿Por qué el paisajismo se convirtió en uno de los temas más importantes que ha aportado el arte inglés?
Hay muchos autores que han tomado al paisajismo como parte de su temática principal, además los paisajes ingleses son muy diversos y sobre todo ha tenido muchos representantes importantes como J. M. W. Turner y John Constable, entre otros, que no sólo influyeron en personajes de su país sino en pintores de todo el mundo; influyeron en la forma de ver el paisaje y de plantear el paisaje no solamente como los alrededores que vemos, sino también esta reinterpretación romántica–neorromántica, a través de diferentes vanguardias del paisajismo que pueden apreciar.
Nueve núcleos
¿De que trata Paisajismo británico. Colección Tate, 1690-2007?
La integran 111 piezas con diversas técnicas, hay óleo sobre tela que es la más tradicional, por supuesto, pero también tenemos dibujo y grabado, además de algunas piezas de óleo sobre tabla y piezas conformadas por técnicas que no son las tradicionales, como fotografía y collage. Por ejemplo hay una pieza del escultor y pintor Richard Long que está compuesta por diferentes piedras que se montan en el piso, es una instalación que no necesariamente alude a las técnicas tradicionales que tenemos, pero que sí habla mucho de la experimentación en cuanto a la forma de plasmar el paisaje.
¿Qué pintores integran la exposición?
Está compuesta por nueve núcleos desarrollados por el curador Richard Humphreys, que integra a 80 artistas británicos con la finalidad de introducir a los visitantes en la cultura británica a través de grandes pintores clásicos del siglo XVII como Thomas Gainsborough; de los románticos e impresionistas del siglo XIX, entre los cuales sobresalen John Constable, J. M. W. Turner, John Martin, John Singer Sargent y James Tissot, y de modernistas como David Inshaw, Sir Stanley Spencer y Paul Nash. Contamos con una pieza contemporánea del británico David Hockney, una obra recién creada por el artista. Entonces tenemos una variedad tanto temática como de época.
Los núcleos son temáticos, no necesariamente cronológicos, lo que queremos mostrar es justamente la transformación de las mentalidades y como esto se reflejan en la forma de hacer paisajismo. Toda las obras pertenecen a la Colección Tate del Museo Británico, con el apoyo de diferentes instituciones como British Council México, Conaculta e INBA.
Sobre la pieza de David Hockney, ¿cuál es el diálogo con la exposición?
Te puedo decir que es una pintura que está más viva que nunca, ése es el mensaje de la obra monumental Grandes árboles cerca de Warter o pintura sobre los motivos para la nueva era post-fotográfica que realizo en 2007 el artista David Hockney, y que por vez primera se exhibe fuera de Inglaterra.
Esta pieza —que tardó el Munal cuatro días en montarla— está conformada por 50 paneles realizados en óleo sobre tela y mide 4.95 por 12.25 metros; se forma casi como un rompecabezas porque todos los óleos son distintos, entonces hay que ponerlos a la altura precisa para que puedan coincidir todas las partes de la pieza.
Esta obra nos da precisamente la posibilidad de entender que hay una síntesis en la creación y la experiencia acumulada de un artista que, en efecto, muestra que la pintura del paisaje es vigente.
Experiencia única
En su opinión, ¿cuál es el diálogo entre la muestra y la tradición mexicana del paisaje?
Tenemos precisamente una sala dedicada a ese diálogo y que da un poco esta introducción sobre el paisajismo mexicano. Hay una pieza del pintor londinense Daniel Thomas Egerton, El valle de México, 1837, que pedimos prestada a la embajada británica, que dialoga con algunas piezas del paisajista mexicano José María Velasco correspondiente al periodo de exploración romántica del siglo XIX. Lo aplicamos como una forma de ejercicio comparativo de vinculación entre la tradición del paisajismo británico y obras del paisaje de México.
¿Qué propuestas ofrecen para que el público visite la muestra?
Ofrecemos este testimonio como esa experiencia única que el espectador vive frente a la obra de arte, emulando de alguna manera la que el artista tiene al plasmar la realidad aprehendida. Esta exposición es para todos, el Museo Nacional de Arte tiene el interés de que la gente vea este homenaje a la pintura clásica y una reivindicación de la vigencia del paisaje en la obra artística contemporánea.