Federico Lombardi, el portavoz de la Santa Sede confirmo que el Santo Padre “habiendo recibido y aceptado la invitación por parte de las autoridades civiles y de los obispos de Cuba, ha decidido efectuar una etapa en dicha isla antes de llegar a Estados Unidos con motivo del viaje anunciado hace tiempo.”
El 23 de septiembre el papa Francisco visitará la Casa Blanca pero antes hará una escala en la isla caribeña. En su estancia en Estados Unidos, se planea que hable en el pleno del Congreso, lo que lo convertirá en el primer papa de la historia del Vaticano en hacerlo. Otra de las visitas del pontífice se realizará a la ciudad de Nueva york para hablar en el pleno pero ahora, de las Naciones Unidas, luego de participar en el Encuentro Mundial de la Familia en Filadelfia del 22 al 27 de septiembre.
La política exterior del papa Francisco en Cuba
Si bien el Estado Vaticano tiene caracterísitcas de un estado político, como la capacidad de celebrar tratados internacionales, la política exterior recae en la figura del Sumo Pontífice; esto es la diplomacia del papa Francisco, como la han llamado los especialistas.
El Vaticano posee relaciones diplomáticas con 176 países y cuenta con representación en más de 16 organismos internacionales incluída la Organización de las Naciones Unidas (ONU), hasta el momento, ningún pontífice había considerado ejercer tal soberanía.
Con el primer papa latinoamericano en la historia de la humanidad, llega también una sensibilidad especial para las cuestiones política de las Américas que se dejó ver desde el restablecimiento de relaciones entre Estados Unidos y Cuba, en donde la mediación del Santo Padre fue crucial.
El primer viaje a Cuba del Vaticano lo realizó el papa Juan Pablo II en enero de 1998 y regresó en el 2009. Realizó dos visitas históricas al entonces fuerte bastión anticomunista en América Latina, celebró misas en varias provincias y se pronunció fuertemente en contra del bloqueo estadounidense. En estas visitas pastorales, Juan Pablo II siempre se encomendó bajo el resguardo de la Santísima Virgen de la Caridad del Cobre. Fidel Castro lo recibió en las dos ocasiones. Juan Pablo II era un embajador anticomunista en aquel entonces.
La encíclica Pacem in Terris promulgada por el papa Juan XXIII de 1963, a raíz de la famosa Crisis de los Misiles en Cuba, perfilaron entonces la lucha política del Vaticano en contra de la guerra y en pro de los derechos humanos. Juan Pablo II se pronunció en 1998 en contra del bloqueo a Cuba, Benedicto XVI reiteró esa postura en 2012 y Francisco termina por unir los lazos rotos desde 1959 entre Estados Unidos y la isla caribeña. Cabe mencionar la importancia de la mediación de Ortega y Alamino, cardenal de La Habana, y amigo personal del papa Francisco.
A un paso de retirar el embargo histórico de Estados Unidos contra Cuba, en medio de la revisión de los derechos humanos en la isla, con la apertura paulatina económica de algunos sectores de Cuba y a punto de establecer una embajada de Estados Unidos en La Habana, la visita del Sumo Pontífice a Cuba previa a la Casa Blanca y a las Naciones Unidas, es a todas luces una embajada por la alianza latinoamericana.
