El gobierno de Peña Nieto

 

Félix Fuentes

En estos días de Semana Santa, vale advertir que el trato del clero católico con el régimen del presidente Enrique Peña Nieto es diferente al de otros años. Hoy se advierte distante.

A través del semanario Desde la fe, editado por la Arquidiócesis de la Ciudad de México, han aparecido editoriales lapidarios.

En uno, reproducido en parte por el matutino Milenio leemos: “…el país atraviesa una severa crisis que pone en juego el sistema de tal suerte que, o se busca pronto la manera de erradicar la corrupción o en poco tiempo nuestra débil democracia quedará hecha añicos”.

En el mismo texto se señala la falta de control de los servidores públicos que se creen con el derecho a infringir la ley con descarada impunidad, y la justicia supeditada al poder político.

En el editorial de la Iglesia católica leímos: “México se encuentra gravemente herido e infectado de una bacteria que tiene a la democracia al borde de la muerte”.

Agregó: “Es que la corrupción es una práctica habitual que se ha convertido en algo natural, al grado de construir una condición personal y social relacionada en la costumbre”.

Según la arquidiócesis encabezada por el cardenal Norberto Rivera, la corrupción ha permeado todas las instituciones políticas y de gobierno, lo cual ha generado retroceso del país.

A juicio de la Iglesia, las mismas acciones desleales, las de corrupción, son la verdadera causa del narcotráfico y del crimen organizado.

En otros tiempos, los señores de sotana no se expresaban así del gobierno. Los tiempos cambian, pero no tanto como para que el clero emita tan severos cuestionamientos.

Sin tratar de ofender a México, el papa Francisco dijo por carta a un diputado de Argentina que no se debe llegar a la mexicanización. En entrevista con la corresponsal de Televisa en el Vaticano, Valentina Alazraki, el Papa dijo que ese término es técnico, que es como decir balcanizar y no tiene que ver con la dignidad de México.

Advirtió, sin embargo, que a México lo castiga el diablo con mucha bronca y no perdona que la Virgen de Guadalupe haya mostrado aquí a su Hijo.

Bueno, como son días santos, meditemos en cuanto sucede, incluso en el castigo del diablo, mencionado por el Papa.