Tras semanas de planeación de estrategias para enfrentar los pagos del Gobierno heleno, Atenas ordenó este jueves, último día de vencimiento del plazo, el desembolso de 459 millones de euros al Fondo Monetario Internacional (FMI) correspondientes al préstamo que debía abonar este mes para evitar la quiebra.
Al mismo tiempo, el grupo de trabajo del Gobierno heleno labora con las instituciones para alcanzar un acuerdo en las reformas que debe hacer Atenas antes del 24 de abril, fecha del próximo Eurogrupo.
El pago, que se hizo por la tarde, indicó la directora del Fondo, Christine Lagarde, se realiza en un mes clave para las negociaciones del Gobierno de Alexis Tsipras con sus socios europeos para recibir 7 mil 200 millones de euros correspondientes al segundo rescate.
El objetivo que Bruselas asegura que contempla llegar al 24 de abril, cuando los 19 ministros de Finanzas del Eurogrupo se volverán a reunir en Riga, Letonia, con un acuerdo en las reformas griegas viable para ambas partes, en especial para los acreedores de Grecia, que insisten en que “tienen que ser en el marco de lo acordado el pasado 20 de febrero”.
Mientras, el grupo de trabajo (a nivel de Secretarios del Tesoro) continúa analizando por teléfono las cuentas helenas y negocia las reformas con Atenas “las 24 horas del día, los siete días de la semana”, dijo un portavoz de la Comisión Europea.
Fuentes diplomáticas han asegurado que, al contrario que en febrero, el ambiente es ahora mucho más relajado. “Ha habido progresos”, declaró uno de los portavoces del Ejecutivo europeo.
A puerta cerrada, sin embargo, las conversaciones no llegan a acuerdos remarcables, según fuentes del Eurogrupo que aseguran que Grecia ha puesto sobre la mesa unos recortes adicionales a la lista presentada la semana pasada de mil millones.
A este grupo de trabajo se le suman los técnicos de las instituciones, antes conocida como troika: Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional y Comisión Europea, que se encuentran en Atenas recabando información de las cuentas que, aunque oficialmente no hay confirmación sobre el conocimiento exacto de los números que maneja el Gobierno de Tsipras, una alta fuente europea ha asegurado conocer perfectamente el dinero del que dispone Grecia y cuándo entraría en verdaderos apuros de liquidez; lo más probable, a finales de abril.
Atenas debe enfrentar aún otros dos pagos más a corto plazo, uno de 747 millones al FMI en mayo y otro de 6 mil 600 millones al BCE entre julio y agosto; el propio Ejecutivo heleno, sin embargo, ha alertado que se le acabará el dinero el 24 de abril.
Ultimátum de seis días
El Grupo de Trabajo del Euro ha dado un ultimátum de seis días al Gobierno griego para que presente a los socios de la moneda única nuevas propuestas en materia de finanzas, pensiones, legislación laboral y privatizaciones antes del próximo Eurogrupo.
El representante griego en este organismo, Nikos Theojarakis, expresó a sus interlocutores que Grecia puede cubrir sus necesidades de financiación hasta el 24 de abril como limite, pero no consiguió que sus propuestas fueran aceptadas por los socios.
Los medios locales coinciden en que los representantes de las instituciones (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) reconocieron que hay progresos en las discusiones técnicas que tienen lugar en Atenas, pero insistieron que las posiciones de ambas partes difieren mucho aún en varios temas.
Los negociadores deben ponerse de acuerdo en tan solo 6 días porque por una parte este fin de semana se celebra la Pascua ortodoxa y por otra, del 17 al 19 de abril tiene lugar una reunión en el FMI que congregará a todos los representantes de las instituciones en Washington.
No firmarán cualquier cosa
Yanis Varufakis, ministro griego de Finanzas, aseguró este jueves que su Gobierno no está dispuesto a firmar “cualquier cosa” a cambio de conseguir ayuda financiera y defendió encontrar un punto de encuentro con el resto de socios de la eurozona.
El problema de la actual ronda de discusiones es que “todo está paralizado hasta que la negociación acabe, expresó Varufakis en una conferencia en la sede en París de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
“No nos importa que se revise nuestra economía porque creemos en el diálogo y, si hay buenas ideas sobre lo que debemos hacer, queremos escucharlas. Pero, mientras tanto, creemos que podríamos actuar a dos niveles y empezar a implementar las reformas en las que hay acuerdo”, insistió.
Su intervención coincidió con el anuncio del ultimátum de seis días; Varufakis admitió que la economía de su país necesita reformas «profundas», pero advirtió de la dificultad de aplicarlas.
“Cuando un país se ve atrapado en una gran depresión, es difícil reformar a menos que los ciudadanos vean que hay un plan que deja ver la luz al final del túnel”, dijo el ministro, que consideró de mayor importancia importante enfrentar primero los casos más graves de corrupción y evasión fiscal.
Varufakis dejó claro también que la culpa de la situación económica de su país no reside solamente en el Ejecutivo griego, sino en la estructura misma de la eurozona, “no hay ninguna duda de que, si la UE fuera una República Federal, no estaríamos aquí discutiendo sobre la crisis de Grecia o de la eurozona (…) Desgraciadamente la manera en que esta se diseñó pedía a gritos una crisis como esta”.
Información de El País, España y ABC, España