El Gobierno de Grecia ofició este lunes un decreto para obligar a todas las entidades de carácter público y a los Ayuntamientos a ceder todas sus reservas al Banco Central de Grecia, ante la necesidad urgente de financiación del Ejecutivo y su incapacidad para cerrar un acuerdo que le permita obtener financiación de sus socios comunitarios.

“Con este decreto, el Gobierno espera cubrir necesidades del Estado por 3 mil millones de euros que vencen en los próximos 15 días”, indica la norma, que aún debe ser aprobada por el Parlamento.

Esas necesidades urgentes se concretan, según el decreto, en mil 100 millones de euros para el pago de salarios públicos a finales de este mes, 850 millones en pensiones, 200 millones para el pago de intereses de la deuda y otros 746 millones que debe pagar el 12 de mayo al Fondo Monetario Internacional (FMI).

No es la primera vez que el Gobierno que preside Alexis Tsipras utiliza fondos de entidades públicas para poder hacer frente a los pagos del Estado. En marzo hizo uso de ese mismo sistema para pagar los salarios y las pensiones a finales de mes; la diferencia es que entonces la transferencia desde los organismos públicos tenía carácter voluntario y ahora la medida resulta obligatoria y se extiende a los Ayuntamientos.

Tras anunciar la medida, el tipo de los bonos a tres años aumentó hasta superar el 28 por ciento.

El dinero de los organismos públicos se transferirá a una cuenta especial del Banco de Grecia, que será remunerada a un tipo de interés del 2,5 por ciento, informó la agencia France Presse. El Banco Central Europeo (BCE) ha prohibido a los bancos griegos que compren más deuda helena, con lo que se ha cerrado esta vía de financiación para el Ejecutivo griego.

En duda acuerdo

La ausencia de una perspectiva de acuerdo entre el Gobierno de Tsipras y las instituciones europeas agrava la situación financiera de Grecia. Los analistas descartan que se vaya a producir un acuerdo en la reunión que los ministros del Eurogrupo celebrarán el próximo viernes en Riga (Letonia); eso retrasaría la posibilidad de acuerdo a la siguiente reunión del Eurogrupo, prevista para el 11 de mayo.

Cada vez más analistas coinciden en que Grecia declarará el impago de alguno de sus numerosos vencimientos. Qué sucedería después de ese episodio; depende de a quién deja de pagar Atenas y cuál es la reacción posterior de los depositantes. Un impago al FMI, sin precedentes, dejaría a Grecia al margen de la financiación pública internacional.

La agencia Reuters publicó que el BCE ha examinado incluso la posibilidad de crear una divisa paralela para Grecia, una especie de pagaré —IOU, acrónimo de I owe you, “te debo”, en inglés— con la que podría hacer frente a los pagos nacionales: pensiones, impuestos o salarios públicos, y que eso le permitiría permanecer al mismo tiempo dentro del euro.

Atenas confía en que, finalmente, las instituciones europeas accederán a desembolsar el tramo de 7 mil 200 millones de euros pendiente del anterior rescate financiero y que eso permita que las negociaciones continúen en los próximos meses, pero sus socios exigen algunos avances en la reforma fiscal y de las pensiones y en el plan de privatizaciones, que el Ejecutivo de Tsipras se niega a aprobar.

Pagos

Grecia necesita mil 100 millones de euros para el pago de salarios públicos a finales de este mes, además de 850 millones para atender los compromisos en pensiones y diversos seguros sociales y 200 millones para el pago de intereses de la deuda; 746 millones deben pagarse el 12 de mayo al Fondo Monetario Internacional (FMI).

Información de El País, España