El presidente Barack Obama dijo este martes que “no hay excusa” para la “violencia sin sentido” registrada el lunes en Baltimore, Maryland, y que está convencido que Estados Unidos enfrenta una crisis con la policía, especialmente en su relación con la comunidad afroamericana.

“Hemos visto demasiados ejemplos de interacciones entre la policía y la gente, sobre todo con afroamericanos, a menudo pobres, que generan preguntas inquietantes”, señaló Obama en una conferencia de prensa después de reunirse con el primer ministro japonés, Shinzo Abe.

Para el mandatario, este nuevo caso de abuso policial obliga a examinar la situación que vive el país.

“El departamento de Policía debe hacer una reflexión. Y pienso que hay comunidades que deben hacer una reflexión. Creo que todos nosotros, como un país, debemos hacer una reflexión”, expresó Obama, y que no había “ninguna excusa” para que se registraran acontecimientos violentos.

“Eso no es una protesta. Eso no es una manifestación. Es un puñado de gente que se aprovecha de una situación por sus propios motivos, y tienen que ser tratados como criminales”, advirtió Obama.

En los disturbios del lunes en Baltimore resultaron 15 policías heridos, 202 arrestos, 144 vehículos incendiados y 15 edificios quemados, lo que ha provocado el despliegue de miembros de la Guardia Nacional y policías de los estados de la periferia, además de la declaración de un toque de queda nocturno en la ciudad.

Disturbios después del adiós a Gray

Los enfrentamientos se desencadenaron poco después del entierro de Freddie Gray, un joven negro de 25 años que falleció el 19 de abril, cuando estaba bajo custodia policial, por una lesión de la médula espinal, en circunstancias aún sin esclarecer.

Obama aseguró que debe haber una “completa transparencia y rendición de cuentas” en la investigación en curso sobre el asesinato de Gray, pero consideró que el caso no justifica la “violencia y destrucción sin sentido” en Baltimore.

Los robos e incendios protagonizados por los manifestantes del lunes destruyen y minan los negocios de sus propias comunidades, y acaban con los empleos y las oportunidades de la gente en esa área, denunció el presidente.

“La violencia de ayer distrajo del hecho de que ha habido múltiples días de protestas pacíficas que se centraron en preocupaciones completamente legítimas de estas comunidades en Baltimore (…), que fueron constructivas y sensatas”, subrayó.

El mandatario homenajeó a los “miles de manifestantes” pacíficos que “hicieron las cosas de forma correcta” y que quedaron eclipsados por “un edificio en llamas”, y consideró que ellos “merecen crédito” por una actuación que es necesaria “para resolver el problema” de la tensión entre la policía y las minorías en el país.

Obama respaldó la actuación del gobernador de Maryland, Larry Hogan, y la alcaldesa de la ciudad, Stephanie Rawlings-Blake, con quienes conversó por teléfono el lunes por la noche.

Enfrentamientos al inicio del toque de queda

Este martes, la ciudad de Baltimore volvió a vivir enfrentamientos violentos entre la Policía y manifestantes tras el inicio del toque de queda decretado por el Ayuntamiento desde las 22.00 hora local.

Los manifestantes lanzaron objetos contra los agentes y estos respondieron con el lanzamiento de gas pimienta para forzarlos a dispersarse.

“Quienes no respetan el toque de queda están rechazando el cumplimiento de las órdenes de los agentes de la ley de que abandonen el área”, indicó la Policía de Baltimore en su cuenta de Twitter.

La Policía informó de que se trata de un grupo de personas en actitud “agresiva” que, además de atacar a los agentes, también han iniciado un fuego a las afueras de una biblioteca.

Dos mil miembros de la Guardia Nacional y otros mil policías patrullan las calles de Baltimore para tratar de evitar que se repitan los violentos sucesos del lunes.

A la Policía de Baltimore se han sumado efectivos de poblaciones y estados cercanos como Pensilvania, Nueva Jersey y el Distrito de Columbia, donde se encuentra la capital de EU, Washington, para ayudar en un despliegue policial que ocupa gran parte de la ciudad.

También se registraron disturbios en la localidad de Ferguson, Misuri, que ya fue escenario de fuertes enfrentamientos violentos entre la Policía y los manifestantes negros a finales del año pasado por la muerte a manos de un agente blanco del joven Michael Brown.

Una persona fue herida tras ser disparada con un arma de fuego en la protesta que enfrenta a agentes y manifestantes precisamente en el lugar en el que murió Brown.

Quería evitar otro Freddie Gray

La mujer que maltrató a su hijo por participar en las protestas en Baltimore, aseguró que actuó por instinto materno.

“Al final del día, no quería que mi hijo se convirtiera en otro Freddie Gray”, aseguró Toya Graham, quien ha sido llamada la “madre del año” por los medios estadounidenses, en entrevista con la cadena CBS.

Toya Graham y su hijo Michael, de 16 años, atrajeron la atención de la prensa local e internacional tras la difusión de un video en el que ella reprende severamente al menor por estar en los disturbios derivados de una manifestación contra la violencia policial.

“Estaba en shock, estaba furiosa porque tú nunca quieres ver a tu hijo ahí haciendo eso”, declaró la mujer, quien es madre de otras cinco niñas, “enfrentarse a la policía de esta manera vandálica no es justicia”, consideró.

La señora caminaba por la calle cuando, de repente, vio a su hijo, “me giré, le vi con la capucha y el pasamontañas en mitad de la lluvia de objetos y me volví loca”, relató, “yo no soy una madre tolerante. Todo el que me conoce, sabe que yo no juego”, aseguró.

Graham contó que estaba sentada con su hijo viendo las noticias de las protestas cuando se percató de que su regaño se había vuelto famoso. El perfil de Facebook del adolescente comenzó a recibir numerosos comentarios al respecto, y varios de ellos respaldaban la reacción de la madre.

“No estoy segura, pero espero que él entienda la seriedad de lo que estaba haciendo”, comentó.

Información de El Universal y ABC, España