Garbanzos de a libro
Rechazaba a los judíos y se casó con uno
Marco Aurelio Carballo
En una biografía de la escritora británica Virginia Woolf (1882-1941) —Virginia Woolf. La vida por escrito— se cuenta que al caminar con aire distraído, la gente decía “mírala”, por considerarla una de las más grandes escritoras del siglo XX, escribe en una reseña la periodista española Marta Sanz.
La biógrafa Irene Chikiar Bauer, periodista y escritora argentina, revisa diarios y correspondencia de Woolf, quien llegó a escribir siete cartas diarias. “A diferencia de autores que buscan ocultarse y escatiman detalles, Virginia Woolf es presentada en sus facetas introspectivas y delirantes”, escribe Marta Sanz.
La biógrafa visibiliza las peculiaridades de ¡la defecación! de Woolf. Incluso descubre el lado xenófobo y esnob y clasista de una mujer con prejuicios contra los judíos, pero se casó con uno.
“Su parte extraña —escribe Sanz— se vincula con su sexualidad, entre lo frío y lo ambiguo, entre las experiencias traumáticas de abusos sufridas en la infancia y una virginidad mantenida hasta casi los 30 años y que quiere superar porque piensa que desconocer esa parte de la vida es un lastre para escribir”.
La extrañeza de Woolf conecta con su deseo de ser madre, con la dependencia y competencia permanente con la hermana Vanesa, con los episodios patológicos en los cuales oía hablar en griego a los pájaros.
Un aspecto sobresaliente es el enlace de la biografía con la concepción del lenguaje y la literatura, con sus novelas y ensayos. Observa el proceso de evolución de una escritora y mujer vital.
Lo extraño de Wolf se relaciona también con el imperativo de ser mujer, pero escribir como hombre: con un cuarto propio, con la consigna de huir del imaginario de la época victoriana, del ángel del hogar. La reivindicación de que lo privado es político o de que las muchachas deben beber vino. La conveniencia de alejarse de la cocina para que la escritura no sea en un vómito sensiblero de emociones.
“Al fondo —dice Sanz—, acaso dentro de sí misma de lo que la propia escritora hubiera deseado, aparece la guerra, el nazismo, el racionamiento de comida, la falta de combustible, la percepción de que no hay futuro. Las dificultades para escribir, el miedo a la locura. La renuncia a los placeres de la vida, caminar, conversar, la impresión horrible de que el esposo y la hermana se alejan, y el suicidio en un río”.
Virginia Woolf Publicó las novelas Una habitación propia, Al faro, Las olas y Fin de viaje.
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