Alejandro Alvarado
La novela Bungalow 77 (Suma de Letras) trata sobre un periodista que entrevista a un temible capo, y en esa charla el narcotraficante resulta ser un personaje idealizado, humano, con aspiraciones reales y generoso con su gente. Evidentemente la novela se antoja inspirada en la entrevista que Julio Scherer realizó al Mayo Zambada. Tal encuentro del periodista con el narcotraficante “se efectuó en un lugar de la sierra, del cual nadie supo su ubicación —menciona Erick de Kerpel, autor de Bungalow 77”.
—No puedo ubicar la intención de esa entrevista pero lo que sí, es que se dio una imagen del Mayo más bien humana y, entonces, la popularidad del capo creció enormidades. Así como la prensa puede acabar con este tipo de personajes, puede ayudarlos también a mejorar su imagen.
—Su novela es una historia de narcotraficantes sin violencia, sin balazos y sin decapitados…
—Desde el inicio tuve intención de no abordar el tema del narcotráfico de una forma seria. Es un asunto grave que, desde hace más de veinte años, hemos padecido todos los mexicanos. A diario sabemos de matanzas, de decapitados, de revanchas, de que detuvieron a un capo u otro. Lo que yo quería era escribir una novela un poco más ligera en ese sentido. No retratarlo como un problema, que realmente lo es, si no desde un punto de vista que ofreciera un poquito más de humor. Para con ello intentar aligerar la historia.
—¿Qué opina usted del narcotráfico?
—En realidad lo veo como una alegoría del capitalismo, como una empresa que ya llega a niveles de locura en su afán de vender. Se maneja como una empresa, obviamente, del lado de la ilegalidad: tiene cadenas de producción, clientes y administradores; es como si fuera una empresa refresquera que se vuelve loca con lo que vende y de repente cruza esta delgada línea entre lo que es legal y lo ilegal.
La narconovela es un género que disfruto mucho. Todo lo hecho por Élmer Mendoza es increíble, pero mi estilo literario es diferente, es más ligero; pretendo quitar esa loza que traemos todos en la espalda de lo que es el narcotráfico, es quitárnosla un ratito y divertirnos con el tema. Las novelas con humor son entretenidas, algunas de ellas son fáciles de leer, además de divertidas. Es importante, para mí, que las historias hagan reír, que contengan gracia.
Debo señalar que mi novela no trata sobre publicistas. La historia sucede ante una agencia de publicidad y es relatada por un publicista que hace lo que se le pega la gana. Es mentiroso, mal padre y mal amigo. Pero Bungalow 77 no es una novela dirigida a un nicho de publicistas. Habla más de un tema de ética profesional que no es exclusiva de la publicidad.
—La promoción de su libro no ha sido muy ortodoxa…
—Los otros autores generalmente escriben el libro, lo entregan a la editorial y dejan en manos de ésta su venta. Yo no hice eso. Como soy publicista realicé una labor para la venta del libro, paralela al lanzamiento. En la agencia de la que soy socio, generamos una estrategia digital que empezó a correr desde el año pasado, en la cual hicimos una página web a la agencia donde se desarrolla la novela, compramos el dominio y a algunos de sus personajes les hicimos su perfil de twitter, y éstos, entonces, comenzaron a generar conversación en la página electrónica como si fueran reales.
Unos días antes de la presentación soltamos un viral, una pieza audiovisual, e hicimos unos como interrogatorios que suceden en la vida política de México. Se trata de un tipo al que grabamos como con una cámara escondida en un lugar que no sabemos bien a bien dónde es. Si es una oficina en la sierra o una de la PFP en el aeropuerto. Pero aparece un hombre esposado, con facha de narcotraficante, respondiendo preguntas a un tipo que no vemos, que lo está interrogando. Sólo se escucha su voz en off. Las preguntas son relativas al libro. Esto generó una conversación increíble en las redes porque la gente creía que se trataba de un suceso real y, por lo mismo, se empezó a vender muy bien la novela. Al día siguiente, una de las revistas más importantes de México publicó una nota con esta cabeza: “Poderoso cártel contrata a agencia de publicidad”, y pusieron un video sobre el tema. Lo hicieron muy bien porque comienza la nota como si fuera un hecho real. Los chicos se pusieron a investigar, se dieron cuenta que se trataba de un libro y hablaron a la editorial. Al final se dice que es la estrategia de lanzamiento de un libro. En Internet ya contaba con más de 40 mil visitas el artículo, y se empezó a vender en periódicos de otros países y a crear una expectativa muy grande alrededor de la novela, la cual le ha funcionado muy bien.