Ricardo Muñoz Munguía

Una de las habilidades del escritor radica en la diversidad de voces que obligan las tan diferentes figuras de algún personaje que puede ser ya algún asesino, ya la Princesa que se deja ver venida a menos y que habita en un edificio de medio status. No puedo dejar pasar que el espíritu, por llamarle de algún modo a lo cruel, al misterio, al engaño y al desengaño, a la ternura… que ronda estas historias. Por otro lado, es el poder entrelazar con abreviadas historias la gran historia. Se trata pues de un libro de relatos, como prefiero apreciarlo, un amplio panorama de voces, de personajes, de historias… que caben en un solo sitio: Edificio la Princesa (Dirección de Literatura / Textos de Difusión Cultural [UNAM]. Serie Rayuela, México, 2014).

Bruce Swansey es autor de los libros Prosas para el boudoir y Humply Dumply, y de los libros académicos Barroco y vanguardia: de Quevedo a Valle Inclán y Del fraude al milagro. Visión de la historia en Usigli. Ahora, con su más reciente Edificio la Princesa, ofrece dos posibilidades en su lectura; una, la de irse por el rumbo de la novela y, segunda, apreciarse como relatos separados.

En Edificio la Princesa la galería de personajes pueden no perder la figura común que está a la vista de los demás vecinos pero el autor de estas historias muestra un asomo a lo extraordinario de los que ahí habitan como la mujer que desde su ventana está al acecho y cuando sale le fastidia el mundo que pisa por el mundo maravilloso que, parece, ha dejado atrás; otra, Juana, la mujer casada con Odilón, un tipo pervertido al que “le gustan las tiernitas”, ambos tendrán participación nuevamente en relatos finales y que le dan realce al título del volumen.

La gran mayoría de relatos nos aprehenden pero deben tener una lectura cuidada pues en algún momento parece desbordarse una historia pero al final, y más al final de todo el volumen, se aprecia la enorme habilidad narrativa del autor.