Por Santiago I. Soriano Condado
Desde sus orígenes como partido opositor al PRI, el PAN criticó (y aún critica) al tricolor sus formas de ejercer la política en todos los niveles. Nunca dejaron de tener razón y, por ello, su discurso se conjugó con el hastío nacional del año 2000, marcando así un parteaguas en México con la ansiada alternancia que millones de mexicanos vieron materializarse en la persona de Vicente Fox.
El desencanto, sin embargo, no tardó en llegar y se vio consagrado con Felipe Calderón en el sexenio de 2006 a 2012.
El panismo en el poder olvidó rápidamente cuáles eran las conductas que denunció durante décadas en las que ganó adherentes y poco a poco se fue abriendo paso en un sistema que no admitía rivalidades directas.
Durante los dos sexenios que el PAN se alojó en Los Pinos, surgieron por todo el país personajes que de una u otra forma representaron la corrupción, el tráfico de influencias, la ineptitud y, en pocas palabras, todas las prácticas que hartaron a los mexicanos y les permitieron pernoctar más de una década en la residencia presidencial.
Sin embargo, pese a que son varios los políticos de origen blanquiazul quienes tuvieron estas mismas conductas, pocos casos —tal vez ningún otro— pueden equipararse con el del estado de Sonora, el segundo estado con mayor superficie en el territorio nacional y uno de los 20 más poblados (exactamente el número 17).
Desde 2009 y hasta la fecha en que vive sus últimos días en el poder, Guillermo Padrés Elías es un punto y aparte. En palabras del destacado periodista sonorense, Carlos Moncada Ochoa, “es un asaltante” sin precedentes en relación con todos sus antecesores.
El histórico asalto a Sonora
En febrero de este año, el periodista Carlos Moncada cerró una investigación nutrida de documentos, testimonios y entrevistas que dan fe del sexenio de Padrés Elías y el panismo en sí en Sonora, la cual se encuentra concentrada en su más reciente libro: Asalto a Sonora. Curso intensivo de corrupción 2009–2015.
En entrevista para Siempre!, Moncada Ochoa desglosa lo que el aún gobernador representa en el estado.
“A él le gusta el término ‘histórico’. Todo lo que ha emprendido o ha intentado emprender lo llama así. El calificativo es ideal para él en la lista de los gobernadores negativos; la gente suele decir: todos son iguales, pero cuantitativamente éste es, como lo dice el título del libro, un asalto, un saqueo. Es un atropello sin precedentes”, afirma el reportero.
Es cierto, lo de Sonora es inédito.
La sospecha de la precandidatura
En 2009, Guillermo Padrés tenía un fuerte rival para la candidatura panista a la gubernatura de Sonora: David Figueroa, quien se desempeñó como presidente del comité estatal del PAN local, así como presidente municipal de Agua Prieta, además de haber sido diputado federal.
Caminaba fuerte rumbo a la candidatura, pero cuando hizo públicas sus intenciones, él y su familia, específicamente su padre, sufrieron ataques que siguen sin, ya no resolverse, tan siquiera investigarse. Una vez que se retiró de la contienda, no volvió a ser hostigado de ninguna forma. Queda ahí la sospechosa coincidencia.
Paralelo a estos hechos, los otros precandidatos, María Dolores del Río y Florencio Díaz Armenta declinaron a favor de Padrés dejándole el camino libre como único contendiente. Los abusos apenas comenzaban.
La parcialidad del IFE y el gobierno federal
El PAN contó con favoritismo por parte del entonces Instituto Federal Electoral, hoy INE, pues en Sonora se le aprobó la transmisión de 98 mil 052 spots, pero al final de la campaña el total de anuncios emitidos fue de 152 mil 631, contrariando así todas las normas electorales.
Asimismo, el instituto permitió el uso de tiempos destinados a promover a candidatos a diputaciones federales, para difundir la imagen de Padrés en ellos, por lo que los oponentes de éste lograron que el TEPJF ordenara al IFE la suspensión de los anuncios. Esto, sin embargo, no ocurrió.
Por otra parte, la complicidad del gobierno calderonista se hizo sentir de la mejor forma que sabía hacerlo: argumentum ad nauseam. La argumentación prolongada y reiterada de que el único culpable de la tragedia de la guardería ABC que cobró la vida de decenas de niños era el gobierno que entonces encabezaba Ricardo Bours.
De esta forma se repitió hasta el hartazgo en distintos medios a escala nacional que él y sólo él era el responsable de un caso más de corrupción y tráfico de influencias a ámbitos federales. Contrario a lo que debió haber sido, uno de los que tuvo que ser consignado por este hecho sirvió de vocero para dicha reproducción de acusaciones y, hoy, ya nunca más podrá ser llamado a rendir cuentas ante la justicia pues falleció el pasado jueves 21 de mayo. Se trata de Juan Molinar Horcasitas quien como titular del IMSS era responsable de la subrogación de esta clase de servicios. Murió en la impunidad.
Guillermo Padrés, hombre limitado
Carlos Moncada Ochoa recuerda una anécdota que retrata al gobernador de Sonora.
“Cuando daba inicio su gobierno anunció, queriendo emular a López Obrador en el GDF, que todos los días habría rueda de prensa a las 7 de la mañana. Este hecho duró solamente 20 días”, rememora.
“En una de esas conferencias”, continúa el reportero, “se adornó diciendo que era el primer gobernador en la historia que le exigía cuentas a su antecesor. Levanté la mano y le dije que no, que había un precedente. El gobernador Alejandro Carrillo no solamente le exigió cuentas sino que consignó a Carlos Armando Biebrich, al que se le abrieron dos procesos y por lo que estuvo prófugo misma cantidad de años. Entonces me contestó: ‘No sabía’. ¿Cómo es posible que un político, un gobernador, no sepa la historia de su estado?”
Divide y te vencerán
Una de las máximas de la historia cita: Divide et impera y fue utilizada por personajes como Julio César en la antigua Roma o el emperador corso Napoleón Bonaparte. En Sonora, Guillermo Padrés pretendió aplicarlo ingenuamente.
Moncada Ochoa recuerda que “durante su campaña estuvo promoviendo la idea de crear una planta potabilizadora en la costa del Pacífico, a la altura de Guaymas, para que diera agua potable a dicho municipio junto a El Empalme que está a 10 kilómetros de éste y Hermosillo. Pero tenía apenas dos meses en el poder cuando repentinamente y por conducto del presidente municipal hermosillense, Javier Gándara —hoy candidato a la gubernatura por el PAN—, dan a conocer que diseñaron un plan llamado Sonora SÍ, en el cual se enumeraron distintas obras hidráulicas, siendo la principal la que unió por un acueducto la presa El Novillo, en el Valle del Yaqui, con Hermosillo.”
Además señala que “no es posible que cambiara de opinión y que en dos meses se hubiera diseñado un programa completo. La obra se puso en marcha apenas iniciado 2010 y fue, por cierto, una obra que dividió a los sonorenses durante buena cantidad de tiempo.”
Ante esta obra, la cual fue apelada por la tribu Yaqui y revocada en siete ocasiones por distintos tribunales federales, “los hermosillenses hicieron reclamaciones un tanto ingenuas a los nacidos en el sur. Dicen: ‘nos niegan un vaso de agua’”, a la vez que señala que “esto es una fórmula doméstica que es absurdo aplicar en esta situación”.
“Sin embargo hubo una manifestación pública muy interesante. El gobernador instaló cerca de la Universidad de Sonora un gran tubo de los utilizados para el acueducto e invitó a la gente a que plasmara ahí su sentir respecto al agua que comenzaría a recibir Hermosillo. Éste fue llenado de mensajes y caricaturas, sí, pero totalmente negativas para el gobierno del estado y tuvieron que retirarlo”, narra el autor del libro.
La razón por la que recibió ésta y otras muestras de rechazo fue porque tiempo después de concluirse la obra de El Novillo, pretendió crear un nuevo Impuesto para el Fortalecimiento Municipal, apodado COMUN entre los sonorenses, y que buscaba suplantar la entonces “extinta” tenencia. Esto dejó de lado el tema del agua y unió a los sonorenses, quienes saltaron a las calles a manifestarse contra esta medida.
Se equivocó con los sonorenses.
Abuso del poder
El caso de Gisela Peraza Villa quedó impune. Esta trabajadora doméstica sirvió a los Padrés durante 13 años y en 2011 fue acusada de ser cómplice en el robo de 5 millones de pesos en efectivo y joyas valuadas en 250 mil pesos. Se le retuvo en una recámara de la casa de gobierno sin orden judicial de por medio; fue llevada a instalaciones de la Agencia de la Policía Estatal donde se le interrogó por gente sin facultades para hacerlo, se le torturó y se amenazó en distintas ocasiones con ser trasladada al Cereso de Nogales.
Tras ser liberada, inició un proceso que fue ignorado por la Comisión Estatal de Derechos Humanos y la procuraduría sonorense. Tiempo después se le detuvo nuevamente y esta vez fue encarcelada. Aún purga condena tras un proceso viciado y enrarizado de principio a fin.
Otro asunto pendiente es el del periodista Eduardo Gómez Torres y Hermosillo Flash al que “le destruyeron la torre y la pizarra informativa con la que informaba a los sonorenses; éste siguió paso a paso los caminos legales y finalmente ganó el amparo ante este atropello por parte de la SCJN, para el efecto de que se le indemnice, lo que no ha ocurrido; no se le ha indemnizado”, denuncia su colega Carlos Moncada.
Un desacierto político
Ante la pregunta de quién será Guillermo Padrés tras la finalización de su mandato en Sonora, Moncada Ochoa es categórico: “un desacierto político”, además de subrayar que “espero que las promesas por parte de los partidos de oposición de someter a las instancias legales estas situaciones, no caigan en el vacío”.
Los casos son muchos. Desvíos de fondos destinados a los 72 municipios sonorenses, miles de millones de pesos no reportados en las cuentas del gobierno, obras entregadas e inauguradas que se encuentran sin concluir, casos de corrupción y dádivas a empresarios y allegados al gobernador, pasivos que ascendieron a 20 mil 366 millones de pesos en marzo de 2015 y una deuda que representa 4% de su PIB y 56.1% de sus ingresos totales del estado y más.
Todos y cada uno de éstos se encuentran fielmente retratados y documentados en el libro Asalto a Sonora. Curso intensivo de corrupción 2009-2015, de Carlos Moncada Ochoa, quien cuenta con décadas de oficio periodístico en esta entidad. La historia juzgará a Padrés y su gobierno.
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[gdlr_heading tag=”h3″ size=”24px” color=”#ffffff” font_weight=”bold”]Otros abusos del gobierno de Sonora de 2009 a 2015 [/gdlr_heading]
- El Fondo Estatal para la Modernización del Transporte (Femot) fue autorizado para contratar un crédito por 600 millones de pesos para brindar apoyo a concesionarios. El 17 de abril y el 9 de agosto de 2012 se recibieron 400 y 200 millones de estos recursos respectivamente; dinero que jamás ingresó en la contabilidad del Femot. Los mismos 17 de abril y 10 de agosto se retiraron 569 millones de pesos de las cuentas donde se depositaron los fondos. Nadie sabe dónde quedaron.
- En el sector salud, hubo un saqueo al ISSSTE de Sonora. Compras infladas, facturas falsas y desvío de recursos que jamás fueron fiscalizados.
- En materia de educación también hubo desfalcos. En la primera etapa correspondiente a 2011 se invirtieron, según cifras oficiales, 571 millones 430 mil 773 pesos en 600 escuelas; para 2012 se destinaron 406 millones 480 mil 444 pesos… en solamente 150 planteles.
- Las escuelas beneficiadas de dicha inversión, además, fueron aquéllas que fueran más grandes y no precisamente las más necesitadas; otro detalle interesante es que se le dio prioridad a las escuelas ubicadas en ciudades grandes y que pudieran ser vistas por más gente.
- Diversas obras escolares pretendieron entregarse a medias, sin embargo aquellos directores que se negaron a firmar de recibido fueron removidos o trasladados a otros sectores a manera de castigo.
- Su presa particular; con un costo de aproximadamente 200 millones de pesos donde atesoraba 40 mil metros cúbicos de agua, que eran suficientes para satisfacer en un 25% las necesidades de los hermosillenses a quienes tanto defendía con su proyecto de El Novillo.
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