El caso de Alondra

José Luis Camacho Acevedo

Alondra es un penoso caso de injusticia múltiple. Primero, la niña secuestrada fue víctima de una irresponsable juzgadora del Poder Judicial michoacano.

La funcionaria entregó a la menor a unos agentes de la Interpol que cumplimentaban una orden de extradición solicitada por autoridades texanas a partir de una demanda de una mujer que se decía madre biológica de Alondra. Eso sin traer una prueba de ADN que justificara la acción por todos lados proditoria.

La historia del calvario sufrido por la menor ha sido difundida con profusión por casi todos los medios de comunicación. Igual los impresos que los electrónicos y los digitales.

El caso Alondra ganó espacios importantes y se convirtió en un fenómeno mediático a partir del momento en que la prueba del ADN que le practicaron a la supuesta madre biológica no coincidió para nada con la información genética de la menor, y el escándalo en los medios se produjo con una velocidad impresionante.

Y de pronto vino una lamentable mercantilización política de la tragedia.

El padre de Alondra, que tenía más de seis años de no verla a ella y a su madre con quien vivía, se apareció y de inmediato lo conectaron los políticos oportunistas e inhumanos de siempre. El padre de Alondra empezó ya la comercialización de la tragedia de su hija.

Josefina Vázquez Mota, fallida candidata presidencial del PAN, con la complicidad del ambicioso progenitor, llevó a la niña Alondra a una marcha de apoyo a la contendiente de ese partido, Ruth Lugo, a la alcaldía de la capital del estado de Guanajuato.

Josefina Vázquez Mota le prometió escribir un libro acerca de su tragedia. Ruth Lugo le ofreció organizarle una gran fiesta de 15 años. Mientras, la madre está desesperada ya que el padre no la deja hablar con ella.

La manipulación de una menor de edad para fines políticos no es un asunto solo competencia de la Fepade. Es un caso cuya atención es, o debería ser, de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

La madre de Alondra dice que el futuro de su hija es incierto estando manipulada y explotada por su padre y por los políticos.

¿Hasta dónde llegará la miseria de los políticos en México? Estamos frente a un caso violatorio de los derechos humanos de una menor de edad cuya patria potestad está indefinida. Los antecedentes demuestran que el padre no será nunca el mejor guía en la vida de Alondra.

La mercadotecnia política ha llegado en este caso a extremos degradantes. ¿Qué sigue en la feria de estupideces, de ridiculeces, de mascaradas que pueden ser todo menos una forma seria y profesional de hacer política?

La nación les regala a los partidos millones de pesos para que impulsen la democracia, para que se dediquen a organizar la demanda de la sociedad. Y los partidos ni en cuenta toman ese grave compromiso que tienen. Se convierten en negocios familiares y en simulaciones democráticas.

El nivel de abstencionismo que se dará el próximo 7 de junio será la medida de aprobación y confianza que tienen los electores en los partidos y sus candidatos.

El mundo de la política nunca se ha parado sobre una botarga, un palomazo cancionero o el aprovechamiento de la tragedia humana.

La política es otra cosa.