Insensatos e insensibles conceptos

Yazmín Alessandrini     

Lorenzo Córdova Vianello no debe confundir la magnesia con la gimnasia. Cierto, el espionaje telefónico del que fue víctima en abril pasado y cuyo resultado fue balconeado apenas el martes último en el portal de videos YouTube, representa un delito grave que nuestras autoridades deben investigar hasta dar con los responsables y castigarlos. Sin embargo, el contenido de la llamada telefónica que exhibió a dos importantes funcionarios del INE, al consejero presidente y al secretario ejecutivo, sin ser un delito sí representa una terrible ofensa para todos los mexicanos porque pone en evidencia el perfil racista y clasista de un individuo que, dada su investidura, debiera tener una educación y un comportamiento ejemplares.

Valiéndose de la investidura ya mencionada y de la influencia mediática del organismo que encabeza, el señor Córdova Vianello se dedicó durante toda esta semana, a tratar de revertir el impacto negativo que provocaron sus palabras, producto de su ideología y percepción, sin siquiera recalar en el hecho de que en México existen 7 millones de indígenas y 450 mil afromexicanos (cifras de la Encuesta Nacional de Discriminación de 2010) que por su raza o color de piel son discriminados en nuestro país.

Referirse peyorativamente (no “jocosamente”, como este insensible sujeto argumentó valiéndose de micrófonos y cámaras) a una persona o a un grupo de personas denota muchísimas carencias estructurales de quien se expresa de este modo sobre aquéllos a quienes no considera “sus iguales”. Pero cuando el sujeto en cuestión es un funcionario de una institución cuya tarea primordial es la de desempeñar la sensible misión de ser el árbitro electoral en un país donde la democracia es un bien sumamente depauperado, la situación entonces se torna en algo muy grave que debiera ser analizado a fondo.

Estoy de acuerdo en que hechos como éste lastiman al INE. Pero mucho ojo, lo que lastimó al INE no fue el espionaje telefónico, mister Córdova, lo que lo lastimó fueron sus insensatos e insensibles conceptos hacia un sector de la población que aquí en México de manera histórica ha sufrido por aquellos descerebrados (sobre todo aquéllos que en sus apellidos ostentan un origen europeo) que ignoran un hecho contundente e irreductible: los primeros pobladores de esta gran nación, los primeros que se postraron en nuestra hermosa patria fueron las etnias, los indios, los indígenas y que en la actualidad representan el 12% de nuestra población total. ¡Me estoy refiriendo a 15 millones de mexicanos!

Imperdonable, señor Córdova, imperdonable. Punto.

 

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