Hablan varias dirigentes partidistas

 

Irma Ortiz

Desde el siglo XIX, las mujeres han librado una lucha para salir del ámbito de lo privado a lo público, una lucha que cobra fuerza con el correr de los años, que ha abatido barreras y donde, sin embargo, la vida material —como señala la escritora Sabina Berman— sigue siendo hasta ahora una cultura hecha por hombres para hombres, particularmente si se trata del ejercicio del poder.

Hoy en materia de igualdad, luego de la reforma político electoral promovida el año pasado por el presidente de Enrique Peña Nieto para que haya paridad de género en el registro a las candidaturas a legisladores federales y locales, se esperaría una elección que marcara un hito en favor de la igualdad.

Sin embargo, a pesar de que ya contamos con legislación, “se mantiene una cultura social atorada en el machismo que se resiste a perder espacios de poder”, como lo advierte el presidente de Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, Ricardo Bucio, quien señala que los prejuicios contra las mujeres están presentes y tienen consecuencias en todos los ámbitos de la sociedad”.

Da cifras: hay 2.5 millones más de mujeres que hombres en pobreza, hay 93% de hombres en presidencias municipales; el ámbito político es mayormente masculino no solo numérica sino culturalmente.

Las mujeres de los distintos partidos han debido enfrentar a sus propios compañeros para que se respete la paridad de genero en las candidaturas. Tribunales electorales en Guerrero, Querétaro, Nuevo León, Morelos, Baja California Sur, Durango y Tabasco obligaron a los partidos a designar a mujeres en el 50% de las candidaturas, lo que significó cambiar planillas y parar campañas.

De acuerdo al Observatorio de Participación Política de las Mujeres, en las elecciones que habrá en 17 estados, en 9 se renovarán gubernaturas y participan 12 candidatas. Para contender por escaños en la Cámara de Diputados se registraron 2 mil 250 candidaturas propietarias. Guanajuato, Hidalgo, México, Quintana Roo, Sonora y Yucatán son los estados que en proporción tienen más distritos electorales con candidaturas femeninas

Muchas candidatas hoy enfrentan mayores dificultades debido a que sus partidos las enviaron a distritos “difíciles” o incluso que consideran perdidos; les dan pocos recursos para sus campañas, todo ello aunado al prejuicio cultural de los votantes —el 52% de los votantes son mujeres— además de que las candidatas no cuentan con la experiencia necesaria para ganar elecciones federales.

En este marco, imposible dejar a un lado la parte más oscura: el asesinato de Aidé Nava González, precandidata del PRD a la alcaldía de Ahuacotzingo, quien fue secuestrada por un comando armado en Guerrero; la retención de la candidata a diputada local del mismo partido Silvia Romero, quien fue posteriormente liberada, además de la campaña negra plagada de intervenciones telefónicas, videos y volanteo de desprestigio que sufre la candidata del PRI al gobierno sonorense Claudia Pavlovich.

Sobre el tema, Siempre! entrevistó a la directora de participación social y política de Instituto Nacional de las Mujeres, así como a titulares de equidad y género y coordinadoras de las mujeres de distintos partidos.

“Estamos desperdiciando el bono de género”: Paula Soto

“El avance se da a partir de la reforma que se realiza a la Constitución para incorporar el principio de paridad en el artículo 41, genera la obligación de los partidos a postular a mujeres en igualdad de circunstancias con los hombres y en paridad y que el 50 por ciento de los espacios estén representados por mujeres y el 50 por hombres y también las leyes reglamentarias prevén justamente que ya no quede a voluntad de unas o de otros el que este principio de paridad se cumpla, es un avance”.

“Hoy los partidos están obligados en igualdad de circunstancias a hombres y mujeres. El desarrollo del registro de las listas de candidaturas como las campañas y evidentemente la parte que acompaña que son el otorgamiento de los recursos tanto económicos, como materiales y humanos, tiene que estar repartido en igualdad a mujeres candidatas y hombres candidatos.

Abatir resistencias.

Los partidos como instituciones pero también integrantes y militantes de esas instituciones están manifestando gran resistencia para el cumplimiento de la paridad, que las mujeres tengan cada vez más y mejor a los espacios de toma de decisiones pero es natural. Durante la historia del mundo e incluso en nuestro país los hombres han sido los amos y señores del espacio de lo público y las resistencias que se están dando para cumplir con lo mandatado hoy por la Constitución, están siendo proporcionalmente iguales a lo que ellos están teniendo que dejar.

Lamentablemente esta cultura que ha mantenido a los hombres como amos y señores de lo público y relegado a las mujeres a la vida de lo privado, tienen esta lógica patrimonial de los espacios, como si les fueran propios y por eso les está costando tanto trabajo no cederlos y no abrirse a la participación política de las mujeres.

El Instituto Nacional de las Mujeres está consciente de lo que está sucediendo, también el Tribunal del Poder Judicial de la Federación ha mostrado un compromiso pleno con la incorporación de las mujeres a los espacios de toma de decisiones, con la participación política de las mujeres y tan es así que tenemos las últimas sentencias que abogan justamente y amplían lo dicho y estipulado en el artículo 41 de la Constitución, donde las y los legisladores todavía no se atrevieron en aquel diciembre de 2013 a reconocer plenamente los derechos de participación de las mujeres, en todos los espacios de toma de decisiones y delimitaron la participación de las mujeres y la paridad a solamente los cargos de elección popular para diputaciones locales y Congreso de la Unión, esto es Cámara de Diputados y Cámara de Senadores.

Lo que hizo el Tribunal al emitir la sentencia en donde atendieron quejas, tanto de mujeres de partidos, como de organizaciones de la sociedad civil, instituciones electorales o de organismos públicos locales, es reconocer que la paridad debe de aplicarse en todos los cargos de elección popular e incluye presidencias municipales, ayuntamientos y planillas.

¿Cómo acabar con esta visión donde culturalmente el ejercicio público nada más es para hombres?

Es una batalla de todos los días, pero debe quedar claro que México está cambiando y lo hace justamente en el reconocimiento al derecho de las mujeres a participar de lo público. Es un mito lo que ciertas gentes dicen que a las mujeres no nos interesa la política, que no queremos participar de lo público. Estamos desperdiciando el bono de género, las mujeres somos más de mitad de la población, no es posible que estemos relegando a la mayoría de la población al espacio de lo privado, sin reconocer sus capacidades de participación de lo público.

Hay mucha reticencia a votar por mujeres, particularmente en alcaldías.

No tanto por la sociedad, el que hoy tengamos únicamente 7% de las presidencias municipales del país encabezadas por mujeres, se refleja a través de los partidos, no tanto de la sociedad, sí lo pensamos más a fondo ni siquiera nos hemos dado chance como sociedad de ver donde está la aceptación por parte de la ciudadanía a la participación política de las mujeres. Encuestas hay muchas y van y vienen, donde la población en general demuestra que tiene mucha más disposición a darle la oportunidad a una mujer de gobernar o de representarle que al propio hombre.

Está demostrado que a partir de la incorporación de las mujeres a espacios de toma de decisiones como las Cámaras de Diputados y Senadores, legislaciones en temas de Derechos Humanos, de la agenda de las y los jóvenes, las y los niños empezó a ser tomada en cuenta; derechos laborales de las mujeres empezaron a formar parte de la agenda pública. Es tiempo de que las mujeres empecemos a dejar por sentado nuestra visión de país, de la ciudad, del municipio. Además, es cierta una cosa, las mujeres hemos construido un país nada más que no de manera visible, no se nos ha querido reconocer esa participación de construcción de país que hemos realizado.

En los partidos no son las mujeres las que hacen las concertaciones, porque las cúpulas las manejan los hombres.

Las mujeres en todos los partidos son las que elección tras elección soportan las campañas de los hombres, son las que integran en su mayoría no solo las filas de los partidos sino el padrón electoral y no son reconocidas por sus propios institutos.

Las mujeres nos estamos equivocando porque en lugar de tomar el papel principal de la vida pública, caemos en esta historia que nos dicen que tenemos que ocupar el segundo o tercer lugar, pero cada vez más hay mujeres decididas a ser la parte visible de la vida pública y eso es lo que estamos demostrando. Hay más mujeres que pelean por el pleno reconocimiento de su derecho de participación, sino fuera así, no hubiéramos tenido la sentencia 12624 de noviembre de 2011, sentencia que dio paso a que el día de hoy tengamos un Congreso integrado por más del 30 por ciento de mujeres, sino hubiera sido por la decisión de mujeres y por esa determinación, no tendríamos hoy el principio de paridad incorporado a la Constitución.

Fuimos las mujeres las que lo impulsamos, no los hombres, ni los partidos políticos por sí solos, fuimos todas las mujeres, de instituciones, de gobierno, de organizaciones de sociedad civil, de partidos y legisladoras. La visión está cambiando y las mujeres estamos demostrando estar decididas a no volver a permitir que se nos relegue al segundo, tercero o cuarto lugar.

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“La misoginia es una enfermedad que campea”: Diva Gastélum

 

Las mujeres priistas estamos poniendo nuestro mejor esfuerzo, entendiendo el momento político que vive el país. Sin embargo, éste no es un tema de mujeres, es un tema de la sociedad, la violencia política se ha exacerbado en contra de las mujeres, las campañas de lodo, ahí está el mejor ejemplo la campaña en contra de Claudia Pavlovich, candidata del PRI-Verde en Sonora, o el asesinato de la precandidata del PRD a la alcaldía de Ahuacuotzingo, Aidé Nava González y una serie de cuestiones que han padecido una serie de mujeres. Parece que hoy con el tema de democracia paritaria se complicaron las inercias del maltrato político a las mujeres.

La campaña negra hacia la candidata Pavlovich habla mucho del manejo y visión de los partidos opositores hacia la mujer.

De los partidos porque son los responsables, pero habla de las inercias de la sociedad, de una cultura patriarcal en la que hemos vivido y que pareciera no hemos podido minar mucho porque lo que tenemos son leyes que se respetan pero no se alcanza a ver la voluntad política que debiera darse para estos casos.

¿Cómo combatir ese machismo político?

En México, combatirlo; ahí están los ejemplos con Angela Merkel, que es una de las mujeres más brillantes. En México, como en el continente hay muchas resistencias, sin embargo hay ejemplos como Dilma Rousseff en Brasil, a Laura Chinchilla que acaba de cumplir su mandato en Costa Rica, está Cristina Kirchner en Argentina y Michelle Bachelet en Chile, son algunos datos de la voluntad de que las mujeres presidan los más altos niveles. Lo que no hay es la oportunidad de que podamos participar, y ya no se trata de equidad, sino igualdad de oportunidades es lo que buscamos, lo que falta es la cultura de la que le he hecho mención.

Tenemos leyes y si las hay debiera haber voluntad, pero parece ser que cumplimos hasta donde la ley nos ordena y eso no resuelve el problema que vivimos las mujeres.

En el PRI, ¿qué resistencias encontraron las candidaturas de las mujeres?

Las mujeres en el PRI hemos avanzado tenemos nuevos estatutos, más de 36 reformas hubo en la XXI Asamblea, incluso alguien dijo que era la Asamblea de las Mujeres, es lo que buscamos por todos los medios que realmente existiera porque solamente era una lista de buenos deseos “promoverá, luchará”… era tan subjetivo, eran rendijas para no lograr la participación en igualdad de oportunidades. Ahora tenemos marcos más acabados, hemos echado andar el tema de la cultura institucional que no teníamos y si hacemos un recuento, hemos avanzado de manera importante pero no suficiente.

Se avanza, pero falta erradicar la visión política paternalista, machista.

Ojalá fuera paternalista porque con esa visión se nos podría dar todo. No, es patriarcal, hegemónica, machista, donde la misoginia como enfermedad es la que campea.

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“Los hombres no aceptan la paridad”: Claudia Castelo

 

¿Cuántas mujeres están en campaña en el PRD? ¿Hubo resistencias?

Es un poco complicado responder. Tenemos 150 candidatas a diputadas federales y en los estados de la república varía, porque no en todas las entidades aplica la paridad horizontal en lo que son ayuntamientos; en diputaciones locales solo en algunos estados hubo resoluciones a favor de esta disposición y todavía hay juicios. En los estados en los que hay paridad: Tabasco, Guerrero, Nuevo León, Baja California, Querétaro, ahí si tenemos la mitad de los distritos y de los ayuntamientos pero en el resto del país ya no se alcanzó a aplicar.

Las resistencias, son un problema que permea en la sociedad y sobre todo en los partidos, hablamos de un ámbito de poder. No es fácil que los grupos políticos, que en su mayoría son encabezados por hombres, acepten el tema de la paridad como lo vemos las mujeres.

Para las mujeres no ha sido fácil salir a la vida pública ni en el ámbito laboral ni en ningún otro y en el político, se nos complica el tema. Sí, fue difícil pero hay dos vertientes: la dirigencia nacional dispuso incluso por mandato del Consejo Nacional acatar todas las resoluciones que tengan que ver con el tema de la paridad se pudieran combatir, pero no es el espíritu ni la intención de la dirigencia nacional. Al contrario hay un acuerdo que se volvió resolución en el sentido de que se respetaran todas las resoluciones de los tribunales en el tema de paridad.

La otra vertiente son los casos de los estados de la república donde se resolvió por parte de las diferentes salas de los tribunales, la paridad. No son las mejores condiciones, no fue la mejor recepción, pero hay que seguir trabajando desde el interior de los partidos para que todos acepten, promuevan y respeten la paridad. No es fácil pero ya es un hecho irreversible, los compañeros deben entender sobre todo en estos comicios, que las mujeres tenemos derechos políticos y nos vamos a defender.

En Guerrero, algunas mujeres llevaron al tribunal algunas candidaturas de compañeros y tuvieron que reponer el proceso.

Es correcto, en un par de municipios de Guerrero, en Iguala y otro distrito, las compañeras impulsaron la paridad horizontal. De hecho ahí empezó el tema a permear y las compañeras lograron que el Tribunal Electoral les diera la razón. Las candidaturas en estas entidades tuvieron que acatar las disposiciones y numéricamente cumplir con la paridad de los municipios. De los 81 que hay en Guerrero, en 40 o 41 tuvieron que encabezar las mujeres estas candidaturas.

¿Qué resulta más difícil de lograr para las mujeres, diputaciones federales, locales o alcaldías?

Es el nivel municipal, mientras pasas a un orden de gobierno más cercano a la gente como lo municipal, se cierran un poco más las brechas de igualdad. En el ámbito federal, nacional ya hay más pactos incluso entre las propias mujeres tanto de la sociedad civil como de los partidos.

A nivel federal, la discusión es más equilibrada y las alianzas entre las mujeres políticas producen acuerdos y leyes como la reforma al 41 constitucional, que permitió que en este proceso haya paridad; ya se dio en los estados y ahora vamos a los municipios con la paridad horizontal.

Será complicado, quizá un poco más que a nivel federal porque vamos a pasar de un 7% de ayuntamientos gobernados por mujeres en la actualidad a un 50%.

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“Levantábamos la mano y no nos tocaba”: Leticia Gutiérrez

 

 

¿Cómo ve la misoginia que se da en las campañas electorales particularmente en la elección en Sonora?

En esa elección, la candidata tiene una campaña sucia que no compartimos, es la visión de algunos misóginos que buscan acabar con la imagen de una mujer que está haciendo lo mismo que están hacen los hombres, competir en el mismo nivel. No compartimos esa visión y condenamos a todos aquellos que buscan con esa guerra sucia, disminuir o desalentar la presencia de las mujeres.

No tenemos registro de ninguna campaña de este tipo, participamos con mucho esfuerzo, emoción y sobre todo con un compromiso. Las mujeres candidatas de Nueva Alianza queremos hacer la diferencia en esta campaña y lanzamos mujeres preparadas, formadas académicamente, profesionistas la mayoría, hemos tenido una respuesta muy favorable, que esperamos se traduzca en votos.

Queremos que voten por las mujeres, para que no nos vayan a decir: tuvieron la oportunidad y no la alcanzaron, peleamos con nuestros compañeros en el PANAL, lo digo en el buen sentido de la palabra, dialogamos en cada entidad, para que los distritos que se ofrecieran a las mujeres se cumpliera con la ley y no se les dieran los distritos perdedores.

No te puedo negar que hubo resistencia, hubo quien reclamó y dijo que ese distrito era para el hombre, pero dijimos lo sentimos mucho, hoy los criterios de paridad están marcando que aquí va una mujer, a lo mejor se sienten sacrificados, lo sentimos mucho, la ley nos ampara y les dijimos así nos hemos sentido siempre, siempre esperar que nos toque, levantar la mano y no nos tocó. Hoy, por ley nos tocó, nos tuvieron que dar los espacios, no nos hicieron el favor, claro hay que reconocer que no tenemos mucha experiencia, pero cómo vamos a tenerla, si no participamos.