El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, reconoció este martes que su partido sufrió una importante pérdida de votos en las elecciones regionales y municipales, pero rechazó realizar cambios y se declaró “tranquilo” frente a las legislativas de finales de año.
“Hemos sufrido una notable pérdida de votos y por lo tanto no podemos estar satisfechos”, afirmó tras una reunión del Comité Ejecutivo de su formación, el Partido Popular que, pese a ser la fuerza más votada en los comicios del domingo, perdió las mayorías absolutas que tenía en muchas regiones e importantes alcaldías como Madrid y Valencia, donde gobernaban desde 1991.
“Los resultados de ayer no son evidentemente los que nos hubiera gustado tener, pero demuestran que el Partido Popular sigue siendo la opción preferida de los españoles”, afirmó Rajoy, al aceptar el mal resultado electoral al desgate de cuatro años de gobierno en plena crisis económica.
“Siempre que hay una crisis económica y social como la que hemos vivido, los gobiernos sufren y los gobiernos se resienten”, dijo Rajoy.
La larga crisis económica, el desempleo y algunos escándalos de corrupción han erosionado el bipartidismo, que cayó 13 puntos con respecto a 2011 y apenas supera 52% del total de las papeletas.
Llegado al poder en diciembre de 2011, Rajoy, cuyo ejecutivo aplicó drásticas políticas de austeridad –con 150 mil millones de euros de ahorro en gasto público en tres años para luchar contra el déficit– es candidato a la reelección en las legislativas de finales de año.
“Estoy absolutamente convencido de que los españoles en las próximas elecciones generales van a reconocer el esfuerzo” del gobierno por enfrentar la crisis, afirmó y pidió estabilidad institucional ante el mapa fragmentado para no dañar la recuperación de la economía, que está previsto crezca casi 3% este año.
“Llevo muchos años en este partido (…) hemos ganado las elecciones en el año 2011 y por tanto en ese asunto estoy muy cómodo y muy tranquilo”, afirmó, descartando “hacer algún tipo de cambio (…) en el gobierno ni tampoco en el partido”.
Se enfrenta sin embargo a un panorama político muy diferente al de hace cuatro años, con la competencia, además de su tradicional rival socialista, de dos formaciones emergentes: Podemos y Ciudadanos.
Denunciando la austeridad y la corrupción que sacude a las dos grandes formaciones, estos pequeños partidos tienen tras las elecciones del domingo el camino abierto para la gobernabilidad en varias regiones y ayuntamientos.
“Hoy no es un día para hablar de pactos ni de acuerdos”, expresó sin embargo Rajoy, “en este momento no hemos tomado ninguna decisión, yo no he hablado con nadie y nadie se ha puesto en contacto conmigo para nada”.
El principio del fin, dice PSOE
El secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, consideró que los resultados de las elecciones suponen el “principio del fin de Mariano Rajoy como presidente del gobierno”.
Sánchez fue tajante en su lectura de los resultados: “El PSOE ha alcanzado al Partido Popular”, señaló, al tiempo que presentaba a su partido como la única alternativa al PP.
“El PSOE va a liderar el cambio progresista, hacia la izquierda que quiere la sociedad española (…) y vamos a asumir nuestra responsabilidad: la de articular gobiernos progresistas en el conjunto de las comunidades y ayuntamientos.”
Además, respecto a los comicios generales aún no convocados oficialmente pero que se esperan a finales de año dijo “lo mejor está por venir”.
El Partido Popular obtuvo 27.03% de los votos del domingo y el PSOE le siguió de cerca con 25.04 por ciento.
Información de Excélsior