Cerca de dos mil inmigrantes han sido rescatados este lunes en las costas de Indonesia y Malasia. Hasta allí llegaron en cuatro barcos, antes de ser abandonados por los contrabandistas encargados de su viaje; las autoridades de los países receptores temen arribos masivos durante los próximos días.

El origen de estos movimientos migratorios se encuentra en las nuevas políticas de Tailandia; el país asiático, receptor tradicional de refugiados, ha aplicado medidas para evitar la llegada de más inmigrantes, decisión que fue tomada desde el descubrimiento de fosas comunes con restos de inmigrantes en sus junglas.

El sur de la nación es un lugar de paso típico para las personas que huyen de la pobreza de Bangladesh y para los rohingyas que escapan de la violencia que sufren en Birmania.

Precisamente 600 inmigrantes rohingyas, procedentes de Birmania, han sido rescatados cuando intentaban alcanzar las costas de Indonesia en dos embarcaciones de madera; los inmigrantes fueron localizados en aguas cercanas a la región de Aceh, en el norte del país, informaron las autoridades.

Entre los pasajeros de las dos embarcaciones había casi un centenar de mujeres y también decenas de menores de edad. Las dos embarcaciones han sido llevadas hasta la costa por pescadores después de quedar a la deriva por falta de combustible.

“La información que tenemos hasta ahora indica que las personas que había abordo son de Birmania. Son musulmanes, de la comunidad rohingya”, explicó un portavoz de la Agencia de Búsqueda y Rescate de Aceh, Mohammed Arif Mutaqin.

Las embarcaciones partieron desde Tailandia hace aproximadamente una semana y habrían fallecido varios de los pasajeros durante la travesía, según las autoridades.

Medio centenar de los inmigrantes han tenido que ser hospitalizados, “en general, estaban hambrientos y muchos de ellos estaban muy delgados», dijo el jefe de la Policía para el norte de Aceh, Achmadi.

Se estima que unos 25 mil rohingyas y bangladeshíes se han embarcado en los tres primeros meses del año, el doble que en el mismo periodo de 2014, según datos publicados el viernes pasado por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Este organismo estima que unas 300 personas han muerto en el mar en el primer trimestre por hambre, deshidratación y abusos de las mafias de tráfico de seres humanos en esta zona.

En Birmania viven alrededor de 800 mil rohingyas pero oficialmente son un pueblo sin Estado; el Gobierno de Birmania les niega la ciudadanía y los considera inmigrantes ilegales bangladeshíes, sin embargo, Bangladesh, tampoco los reconoce como ciudadanos.

Información de ABC, España