Durante 78 años nadie supo de su existencia e incluso fue borrada de la lista de especies de reptiles que hay en el mundo, pero en una grandiosa expedición reciente a la Isla Clarión en México, volvió aparecer se trata de la serpiente nocturna  su nombre científico es “Hypsiglena ochrorhyncha unaocularus”.

Esta especie de culebra endémica de la isla más alejada del territorio mexicano y que durante casi ocho décadas nadie se había dado cuenta que existía, se encontró en un pequeño hábitat entre rocas volcánicas.

La historia del redescubrimiento es detectivesca así lo señala el portal de noticias Fafhoo, está culebra representa un ejemplo exitoso de una investigación científica realizada por un equipo integrado de forma heterogénea, comenta a BBC Mundo, Juan Esteban Martínez Gómez, el investigador del Instituto de Ecología (Inecol) y uno de los organizadores de la expedición que reencontró a la serpiente.

El científico explicó que este redescubrimiento es mayor por el momento en que ocurre, cuando México registra un acelerado deterioro de su patrimonio natural y el número de especies en peligro de extinción aumenta.

Destacó que es también el fin de una paradoja , la serpiente siempre vivió en la isla mexicana , pero nadie la pudo ver.

La primera noticia de la serpiente nocturna de Clarión como se conoce a este reptil, data del año 1936 cuando el naturalista estadounidense Charles Beebe viajó a la isla para colectar las especies que allí existían.

Pero una noche al caminar cerca de unas rocas encontró a una pequeña serpiente nocturna, algo poco común pues la mayoría de los reptiles realizan sus actividades en el día, pues el frío de la noche aletarga sus movimientos

Beebe estableció que era una subespecie de culebra nocturna manchada pero endémica, proveniente de Clarión, una isla que mide unos 1.600 kilómetros, cuadrados ubicada en el archipiélago de Revillagigedo, a uno 1.100 kilómetros de México.

El naturalista anotó el descubrimiento en su cuaderno de notas, e incluso se llevó un ejemplar que se conserva en el Museo de Historia Natural de Estados Unidos.

Pero en el año 1955 hubo otro viaje a Clarión dirigido por Bayard Brattstrom para buscar a la serpiente nocturna, pero el científico no la encontró y a su regresó determinó que se trataba de un “error de etiquetado”, algo que ocurría con frecuencia en las expediciones marítimas de siglos pasados, señala el investigador del Inecol, fue así como la serpiente nocturna “Hypsiglena ochrohyncha unaocularus” fue borrada de la lista de especies existentes en Isla Carión

Para otoño del 2012, Daniel Mulcahy, investigador del Departamento de Zoología de vertebrados del Museo Nacional de Historia del Instituto Smithsoniano, en Whashington, empezó a organizar una nueva expedición a Clarión para busca a la serpiente.

Lo hizo, cuenta Martínez Gómez, porque tenía la certeza de que el reptil efectivamente existía, pues el cuaderno del descubridor original hacía difícil que se tratara de un error en la colecta.

Tras el descubrimiento, se inició un proceso de identificación que duró varios meses, en ese lapso las pruebas de ADN determinaron que la serpiente no está emparentada con los especímenes que habitan en Baja California Sur, sino que su vínculo más cercano al continente es una culebra manchada originaria de Sonora.

Se trata de una especie endémica y no una subespecie como se pensó hace casi ocho décadas, cómo llegó la serpiente a la Isla Clarión, la cual se ubica cientos de kilómetros de ese estado, es un “misterio”.

Los científicos que la reencontraron creen que hace miles de años hubo una crecida de un río que arrastró a uno o varios ejemplares sobre el tronco de árbol hacia el Golfo de Cortés y de allí las corrientes marinas las llevaron a su nuevo hogar.

La serpiente nocturna mide, en su etapa adulta, aproximadamente entre 40 o 45 centímetros de largo, no es venenosa y se alimenta de insectos y una lagartija endémica de la isla.

La clasificación entera de la nueve especie está en proceso, pero desde ahora es claro que probablemente será ubicada en la lista de las especies en peligro.