Tras cinco meses de una tregua, la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) decidió suspenderla después de conocer que un bombardeo dejó 26 guerrilleros muertos en Guapi, zona selvática del Cauca, al suroeste de Colombia.
“No estaba en nuestra perspectiva la suspensión de la determinación del cese al fuego unilateral e indefinido proclamado el 20 de diciembre de 2014 como un gesto humanitario y de desescalamiento del conflicto, pero la incoherencia del gobierno de Santos lo ha logrado”, dice un comunicado leído por el jefe negociador de esa guerrilla, Iván Márquez en Cuba.
La cifra de muertos la confirmó el presidente colombiano este viernes por la mañana en un discurso desde la Casa de Nariño donde contó que en la operación militar se recuperó a un menor de edad.
“Contra nuestra voluntad tenemos que proseguir el diálogo en medio de la confrontación”, dice la nota de las FARC; Cauca, un cuartel al suroeste de Colombia, es por segunda vez en mes y medio el escenario que concentra la guerra del país suramericano.
El ataque se da luego de que el presidente Juan Manuel Santos reactivara los bombardeos desde hace un mes, cuando la guerrilla rompió su tregua y mató en una emboscada a 11 militares que se resguardaban de la lluvia y dormían en un centro deportivo.
Esas muertes generaron una crisis en el proceso de paz que se adelanta en Cuba desde noviembre de 2012, ya que los colombianos salieron a las calles a expresar su rechazo y fue evidente que se perdió parte de la confianza en los diálogos.
Bajas en ambas partes
Ahora, las FARC son las que se resienten por el ataque de los militares que según fuentes oficiales citadas por la revista Semana, perseguían al guerrillero conocido como Javier el Chugo, segundo cabecilla del frente 29, grupo comprometido con el narcotráfico y responsable de un ataque, hace seis meses, a la única estación de policía que hay en la isla de Gorgona, en el pacífico colombiano, donde murió un policía; aún no se sabe si el jefe guerrillero murió o no tras el bombardeo.
“Duele la muerte de 11 soldados combatiendo y también la de 26 insurgentes sin poder combatir, desmembrados con bombas de 250 kilos. La paz es la razón”, escribió en Twitter el jefe guerrillero Pastor Alape, uno de los negociadores de esa guerrilla.
Alape también dijo que por estos hechos, la tregua guerrillera estaba frágil. “Tregua unilateral no es insostenible, se hace imposible. 26 asesinados de la confraternidad insurgente hieren el corazón y alarman la razón”, agregó.
El presidente Santos también ha reaccionado, pero en defensa ante la ofensiva militar del Gobierno “la ofensiva se mantiene hasta alcanzar la paz, ¡que ojalá se logre lo más pronto posible!”, dijo en la red social.
Tras el bombardeo, los militares entraron a la zona y encontraron heridos, según las primeras informaciones, a un menor de edad y una mujer guerrillera. En el lugar había varias ametralladoras, fusiles, pistolas y radios de onda corta. En la operación participaron tropas del Ejército, aviones y helicópteros de la Fuerza Aérea y embarcaciones de la Infantería de Marina.
Desde que se iniciaron los diálogos de paz, una de las reglas ha sido negociar en medio del conflicto armado, sin embargo, en los últimos meses se venía avanzando desde las dos partes; ahora ese propósito parece estancado.
Poco después del reinicio de los ataques aéreos el mes pasado, el Ejército ya efectuó un primer bombardeo dirigido contra una fábrica de explosivos clandestina de los rebeldes, en la murieron 10 guerrilleros.
Información de El País, España