Entrevista a  Salvador Landeros Ayala/Catedrático de la Facultad de Ingeniería de la UNAM

 

Ofelia Alemán García

La reputación de la NASA quedó severamente averiada desde 1986 cuando explotó el transbordador Challenger; uno de los accidentes espaciales más dramáticos renace con el reciente “satelitazo mexicano”. Sin tripulantes, el cohete que posicionaría a México como vanguardia en materia de tecnología satelital estalló a los 8 minutos de haber despegado a pesar de haber tenido ya varias pruebas previas de lanzamiento. “Pero ya ha habido otros satelitazos en la historia de las actividades espaciales y satelitales en el mundo. Siempre hay probabilidades de falla porque es una tecnología de mucha perfección”, puntualiza Salvador Landeros Ayala, doctor, maestro e ingeniero en telecomunicaciones quien se desarrolla como catedrático en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México.

¿Cómo explicamos este satelitazo?

Fue un accidente. Incluso en órbita algunos satélites han fallado. Ésta es una industria muy compleja que tiene sus riesgos por ser de alta precisión con tecnología de punta. Un satélite está expuesto a muchas variables en el espacio, como los meteoritos pequeños. No es la primera vez que le pasa a un país perder un satélite, no por eso hay que detenerse. La NASA ha tenido muchos accidentes y sigue investigando.

México, a la vanguardia

¿Qué tipo de satélite perdimos?

El Centenario era parte del sistema Mexsat, que está compuesto de tres satélites: el Bicentenario, el Centenario y el Morelos III. El que perdimos es un satélite gemelo del Morelos III, que próximamente será lanzado. Ambos tienen servicios de telecomunicaciones para dos aspectos: seguridad y cobertura social. Por cobertura social debemos entender para áreas aisladas, comunidades muy remotas, por ejemplo, de teleeducación, telemedicina, llevar servicios de internet a donde no llegan vía terrestre. El Centenario era también de telecomunicaciones móviles, es decir, para coches, barcos, aviones, o para terminales fijas.

¿Para qué dos satélites iguales?

Normalmente se lanzan satélites que tengan un respaldo recíproco. Ambos son satélites de telecomunicaciones.

¿Es cierto que México está considerado como vanguardia en satélites?

¡Claro! Son satélites de alta y reciente tecnología en banda L, es decir, que tienen muchas aplicaciones para comunicaciones móviles. Tienen componentes, antenas y capacidad de última generación, eso ni dudarlo.

¿Cuánto dura un satélite?

Todos los satélites tienen una vida máxima de 15 años, que es el tiempo que dura el combustible. Por cuestiones gravitacionales se salen de su posición orbital y se quedan orbitando en el espacio como basura.

Actividades muy variadas

Morelos I y II fueron lanzados con éxito en los años ochenta…

Morelos I y II se lanzaron con transbordador. Estados Unidos tiene empresas lanzadoras muy buenas. Los europeos tienen Arianspace que lanzó los satélites Solidaridad. Los rusos se han desarrollado ampliamente con muchos clientes pero han tenido desafortunados accidentes. China ya incursiona en lanzamientos grandes; India ya lanza pequeños cohetes para pequeños satélites. México podría incursionar en esta esfera. Tenemos la oportunidad de ir desarrollando estaciones de tierra, un nicho natural para los satélites.

¿Hemos perdido avance en telecomunicaciones en México?

No, porque en México las telecomunicaciones tienen mucha infraestructura de todo tipo. Hay servicios por satélite y otros terrestres. Por ejemplo, la comunicación publica de larga distancia en el país es cubierta por fibras ópticas en su mayoría, y otro tanto por ondas de microondas. La telefonía del celular funciona por radio bases y centrales telefónicas en diferentes ciudades. Las telecomunicaciones tienen varias infraestructuras. Podemos recibir televisión por cable o por satélite; normalmente la televisión restringida es vía satélite. SKY es un ejemplo claro de esto último. También contamos con Eutelsat y Mexsat.

¿Qué otros servicios son aplicables en los satélites?

Las actividades espaciales son muy variadas no sólo de datos sino para observación de la tierra o percepción remota: desastres naturales, inundaciones, para realizar cartografías, detectar incendios, manchas urbanas, para detectar actividades de narcotráfico o piratería marítima, el clima, medio ambiente, para predicción de cosechas. Otra aplicación es la exploración del universo, especialmente de planetas a través de sondas.

¿Cuál es la trayectoria de México en tecnología satelital?

La primera generación de satélites fue Morelos I y Morelos II. Después le siguieron Solidaridad I y Solidaridad II. Todos estos satélites ya terminaron su vida útil. Luego vino Satmex 5 y Satmex 6. Apenas está por lanzarse el Satmex 7 aunque ya se lanzó Satmex 8 en 2013.

Satmex 5 está moribundo, ya casi no se usa, hace dos años terminó su vida porque fue lanzado en 1998. Todavía tenía algunos servicios pero con muy baja capacidad; ya no debemos contar con este satélite. Después los satélites de la empresa Satmex fueron comprados por la empresa Eutelsat, quien da servicio de telecomunicaciones privadas.

Y finalmente, los hijos de los Morelos son los satélites Mexsat I, II y III, es decir, Bicentenario, Centenario y Morelos III.

Usted es pionero en ciencia y tecnología satelitales en México…

He participado en las cuatro generaciones de satélites en México; estuve al frente de los dos primeros satélites mexicanos, entonces era el único en México. Y me da mucho gusto que el satélite mexicano más reciente, le hayan nombrado Morelos III. Aunque haya explotado el Centenario, el Morelos III es su gemelo y ya tendremos esos servicios. Hay que tratar de reponernos con Morelos III y la fabricación que remplace a Centenario.

 

Trabajar en conjunto

Así como en Europa, ¿podrá existir una agencia espacial latinoamericana?

Se ha intentado desde hace una veintena de años, pero yo propondría que las agencias, institutos, centros satelitales de países latinoamericanos trabajen en conjunto. Los intereses políticos son diferentes pero podemos hacer proyectos comunes.

El Metro de la ciudad de México no tiene mantenimiento pero queremos incursionar en ciencia de satélites…

¡Si nos esperamos a tener un mejor Metro nos quedaremos atrás! ¿Qué haríamos un día sin satélites en la parte de GPS?, me dijo un día el director de la Agencia Espacial Europea. Toda la investigación espacial también ha servido para mejorar la calidad de vida en la Tierra, en formas de alimentación, enfermedades, nuevos materiales, tecnologías electrónicas para aplicaciones domésticas. Si las actividades espaciales no fueran importantes, los países desarrollados no invertirían tanto en ellas.

¿Tenemos ciencia satelital en México?

Hay carrera de ingeniería en telecomunicaciones con un módulo de salida en tecnología satelital en la UNAM. En el IPN y en algunas universidades e institutos de provincia también. El estudio ha crecido mucho pero necesitamos más maestrías especializadas. La ciencia y tecnología satelitales tiene que crecer en México.

¿Por qué le gustan tanto los satélites?

Desde que era adolescente me llamaban mucho la atención las antenas. Cuando vi por primera vez un satélite quise estar controlándolo. La docencia y la investigación son otras de mis pasiones. Llevo casi 40 años transmitiendo mis experiencias y conocimientos con mis alumnos. Varios de ellos están comprometidos con los satélites mexicanos. Otros trabajan en otros países, andan en el mundo representando a México como ingenieros. En Europa, Sudamérica y Estados Unidos. Me da mucha satisfacción ver que mis alumnos han crecido en esta industria.

Salvador Landeros Ayala es representante internacional de México en materia satelital y asesor técnico del gobierno federal, miembro fundador de la Agencia Espacial Mexicana, exdirector de TELSAT y consultor de empresas como StarOne (Brasil), Satmex y MDA (constructora de satélites). Ha escrito casi una centena de documentos especializados en todo el mundo.

 

@ophelyas