Carlos Gardel, el “zorzal de criollo” como se le conoce al cantor cuyo nacimiento sigue siendo motivo de polémica entre Argentina, Uruguay y Francia, falleció en un día como hoy hace exactamente 80 años.
Gardel viajaba a bordo de una avioneta en Colombia cuando el aparato , un trimotor se salió de pista al intentar despegar y chocó de frente con otro. La muerte del hombre que hizo del tango un himno nacional sin fronteras, dejó huérfano al género que muchos colocan frente al espejo del flamenco, y la copla.
El recuerdo de Gardel resucita estos días con homenajes en la tierra donde murió y en la que creció en Buenos Aires se alza el telón con una exposición en el Museo Histórico Nacional que ilustra quién era, por fuera y por dentro, la mejor voz del tango argentino.
Gardell tenía 44 años cuando falleció , tras su muerte, las dudas sobre sus inclinaciones sexuales se airearon con mayor brío que en vida .
Tal vez muchos jóvenes sudamericanos nunca lo hayan escuchado cantar, ni en grabaciones de audio o vídeo, pero saben quién es el coautor de El día que me quieras o Volver’ Su influencia se extiende no solo en el tango sino en el folklore y el rock rioplatenses. No por nada esta tarde se presentará en la Casa Museo Carlos Gardel de Buenos Aires el disco Morocho’(moreno), en el que Marcelo Ezquiaga adapta al pop 13 canciones clásicas que cantaba El Zorzal y que él ahora interpreta con Leo García, Kevin Johansen, el grupo Onda Vaga, el brasileño Moreno Veloso y el uruguayo Martín Buscaglia.
