El paro nacional de 24 horas convocado por las centrales sindicales opositoras comenzó la madrugada del martes. Desde el primer minuto, dejaron de circular trenes, aviones, colectivos y toda la red del transporte de cargas.

El panorama es de calma inusual, aunque lo que marca el ritmo de la jornada es el tronar de las protestas, que empezaron ayer con una marcha de gremios y organizaciones sociales desde el Obelisco hasta el Ministerio de Trabajo. Además se realizan piquetes –movilizaciones sociales- y cortes de circulación en todo el país.

Los reclamos son por una negociación salarial libre y sin topes como quiere imponer el Gobierno; medidas para aliviar el impacto de ganancias sobre los salarios; un aumento de emergencia para los jubilados; la devolución del dinero de las obras sociales que tiene retenido el gobierno y un plan para limitar el alza de precios.

Fuera del espectro económico, los gremios piden también respuestas para los problemas del narcotráfico y la inseguridad.

El paro que enfrenta la administración de Cristina Kirchner, fue convocado por la CGT Azopardo, que encabeza el camionero Hugo Moyano; la CGT Azul y Blanca, del chef Luis Barrionuevo; y la CTA Autónoma, del estatal Pablo Micheli.

Estas tres centrales se sumaron a la propuesta original lanzada por los gremios que integran la Coordinadora de Sindicatos del Transporte, donde militan dos organizaciones clave para garantizar la efectividad del paro: ferroviarios y colectivos.

El último paro fue el 31 de marzo, en esa ocasión, los gremialistas estimaron que tuvo un 95% de acatamiento. Ahora anticipan un nivel similar de apoyo. En las provincias también se espera un gran respaldo a la huelga.

Los funcionarios del Gobierno, insisten en descalificar la medida señalándola como de “política”. Argumentan que si no fuera por los piquetes y la adhesión del trasporte, la mayoría de la gente, trabajaría.

Este año electoral, los candidatos prefieren mantenerse al margen de las polémicas, para no quedar relacionados a los manifestantes. Lo que si aceptan es que hay malestar en la sociedad por el rosario de reclamos al Gobierno que no ha resuelto.

Información Clarín, Argentina.