Los ciudadanos fuimos a las urnas
Julio A Millán B.
El domingo 7 de junio los ciudadanos salimos a votar a pesar de que estas elecciones se distinguieron, entre otras cosas, por el bajo nivel de contenidos mostrado en las campañas políticas, en su mayoría carentes de argumentos enriquecedores y propuestas; por el clima de violencia electoral que prevaleció en muchas partes del país; por el mal desempeño de la economía; por los episodios de corrupción y sospechas de la misma; así como por el clima de inseguridad.
Siendo una elección intermedia, el nivel de abstencionismo rondó el 48 % del padrón electoral. Ante esta indiferencia, debemos dar por ganadores a los ciudadanos que decidieron ejercer su derecho y salir a votar. Se tiene certeza de que los ciudadanos que salieron a votar derrotamos el terrorismo político.
Concluidas las elecciones, los ciudadanos y sus representantes políticos debemos seguir trabajando para lograr sacar adelante lo que resta del sexenio. En el corto y mediano plazo existen muchos retos que requieren del esfuerzo ciudadano y de un congreso sólido para lograr acuerdos y avances en los frentes que se necesita. En lo económico, 2016 será un año difícil, primero porque se espera un menor gasto público debido a menores ingresos petroleros, así como un posible impacto macroeconómico adverso por los ajustes de la política monetaria en Estados Unidos. En este escenario, el primer gran reto del congreso entrante será asignar el gasto para el ejercicio de 2016 en proyectos prioritarios y con mayor impacto social, aprovechando el planteamiento de crear un nuevo presupuesto con el esquema “base cero”. Los gobernadores y sus congresos también deberán reorganizar sus propios presupuestos ante la disminución de recursos participables y evitar caer en un sobreendeudamiento, considerando los fuertes atrasos que ya se han demandado en el pago de muchas obligaciones contractuales, lo que genera un efecto dominó en la economía y el empleo.
En el terreno político es necesario contar con un congreso unido que genere acuerdos y leyes que respondan a las necesidades de la sociedad y no sólo de unos grupos en el poder. Por lo pronto, esperamos que el congreso entrante continúe labores hasta la creación del Sistema Nacional de Transparencia, como un mecanismo que impulse la transparencia, rendición de cuentas y ayude a combatir a la corrupción, uno de los principales males de este país con elevados costos económicos y sociales.
Finalmente, los nuevos representantes deberán trabajar para atender los reclamos provenientes de distintos sectores de la sociedad que piden justicia, mayor seguridad, mejores salarios y empleos dignos, entre otras demandas. Todas las voces tienen que ser escuchadas y los ciudadanos debemos exigir que los políticos trabajen para brindarnos una solución. La vida económica, política y social continúa después de las elecciones, algunos actores fundamentales cambian y otros se mantienen… Lo cierto es que la economía se ha debilitado y le pega a los bolsillos de los ciudadanos.


