Michael García, ex investigador de la FIFA y antiguo fiscal general de Estados Unidos, elaboró un informe en 2014 sobre la polémica votación de las sedes de los mundiales 2018 y 2022. Sin embargo, el jefe de la comisión de ética del citado organismo, Hans-Joachim Eckert, lo detuvo.

La investigación sobre la Copa América que se celebrará en Estados Unidos en 2016, provocó la detención en Zurich, de siete dirigentes de la FIFA el pasado 27 de mayo. El torneo fue usado como vehículo en una conspiración más amplia para llenar los bolsillos de los ejecutivos. Señalan que es el “big Bang” del escándalo.

De acuerdo a la fiscal general de Estados Unidos, Loretta Lynch, “los detenidos utilizaron sus posiciones de confianza para solicitar sobornos a cambio de los derechos comerciales, lo hicieron una y otra vez, un año tras otro, torneo tras torneo”. Hasta el momento sólo ha indicios de corrupción en la votación de Sudáfrica para el Mundial de 2010 o la reelección de Blatter en 2011.

El fiscal federal de Suiza, Michael Lauber, ha declarado que hay 53 movimientos sospechosos en las cuentas de la FIFA que delatarían lavado de dinero y ensuciar, aún mas, la elección de Rusia y Qatar como sedes de los próximos Mundiales. La investigación llevará tiempo, asegura Lauber y podría terminar de hundir a Blatter, pero lo más grave es que dejaría a esos países, sin la organización de los campeonatos.

Información ABC, España.