¿Continuidad o cambio? Será la bandera de las próximas elecciones presidenciales en Argentina. Dos bandos han quedado bien definidos para los ciudadanos quienes deberán manifestar su decisión entre la continuidad de los Kirchner y la alternancia.

El kirchnerismo ha ligado sus 12 años de éxito en el poder gracias a la política económica que se ha mantenido, a la nacionalización de algunas empresas estratégicas y la reivindicación ideológica del peronismo.

Y al parecer, no desean dejar el poder, como se ha puesto de manifiesto tras los últimos movimientos de Cristina Kirchner, al nombrar a su hijo, Máximo Kirchner, como número uno al Congreso de Santa Cruz dentro de la candidatura del oficialista, Daniel Scioli.

Los opositores del kirchnerismo

Sergio Massa y Mauricio Macri son la oposición en contra del candidato oficial, Daniel Scioli.

Está por verse quien sea el principal opositor y los analistas dicen que no quedará formalmente claro hasta las elecciones intermedias del 9 de agosto próximo cuando el electorado defina sus preferencias por los candidatos de la alternancia.

Sergio Massa, hasta ahora se le considera el principal opositor, exjefe de gabinete de Cristina Kirchner que se ha convertido ahora, en el mayor crítico de su gestión.

Mauricio Macri, el otro opositor, alcalde de Buenos Aires. Se prevé que refuerce su liderazgo tras las elecciones primarias en Argentina.

Cuando los medios sugerían la alianza entre Massa y Macri para consolidar un bloque opositor fuerte, éste último rechazó contundentemente realizar una alianza con Massa por considerarlo “un peronista clásico” y exjefe de gabinete de Cristina Kirchner.

Las elecciones van a votar por el cambio o la continuidad, pero el voto por el cambio puede estar muy dividido.

Jugada política para favorecer a un solo candidato

Carlos Zannini fue nombrado por Cristina Kirchner como candidato a vicepresidente dentro de la candidatura de Daniel Scioli, el candidato oficial y por ahora, gobernador de Buenos Aires.

Zannini es reconocido como “el hombre de confianza” y un operador político de la familia Kirchner por casi tres décadas. Cristina Kirchner quiere consolidar la vigilancia de la campaña electoral oficial así como las elecciones presidenciales en octubre. Con este gesto, lo que refleja la presidenta Cristina es un afanoso pragmatismo de permanecer en el poder.

Esta jugada política busca favorecer solamente a un candidato: Scioli. Florencio Randazzo, el otro candidato oficial, ministro del interior, se creyó que podía contar con el apoyo de la presidenta, y especialmente de Zannini, pero dimitió en una carta pública dirigida a Cristina.

Los críticos de la oposición consideran que esta jugada política “Es un golpe contra Scioli, se viene la hora del estalinismo”.

Primera mujer en la oposición: Michetti

La oposición representada por Mauricio Macri respondió al espaldarazo de Zannini, con la elección de Gabriela Michetti, como su candidata a la vicepresidencia. Se le considera una mujer con excelente imagen pública que ha sido formada en la oposición dentro del gobierno de Buenos Aires.

Es la primera vez que se nombra una mujer, en silla de ruedas, de la oposición que puede aspirar a ser presidenta de la nación en un mediano plazo. Lo tradicional en la política argentina es que el poder se divida entre la alternancia y los peronistas, estos últimos abanderados por los Kirchner y quienes ocupan casi todo el poder.

Con información de EL PAÍS.