MÉXICO EN EL MUNDO

Nombramiento del embajador de México en EU

Víctor Hermosillo y Celada

El pasado 10 marzo, Eduardo Medina Mora presentó oficialmente su renuncia como embajador de México en Estados Unidos, notificando formalmente al presidente Enrique Peña Nieto y al Departamento de Estado Norteamericano, para asumir su nombramiento como ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Han pasado casi tres meses desde que abandonó la representación de México en Washington.

Cuando firmamos el TLCAN asumimos que la vecindad con Estados Unidos había dejado de ser una calamidad. Desde nuestra asociación con Norteamérica, el comercio se triplicó para alcanzar tres mil millones de dólares diarios, las exportaciones mexicanas a Estados Unidos han crecido seis veces en ese periodo. Hoy, de cada 100 dólares que Estados Unidos importa de productos no petroleros, 13 proceden de México, el doble que en 1993. México le vende más a Estados Unidos que a Alemania y Japón juntos, o que a toda América Latina.

Hoy el comercio bilateral suma 506 mil millones de dólares, Estados Unidos es nuestro principal socio comercial al concentrar 77.6 por ciento del comercio exterior total del país. México ocupa el tercer lugar en el comercio total de Estados Unidos y segundo como destino de sus exportaciones. Para nuestro país, la relación con Estados Unidos desde el TLCAN le ha dado la oportunidad de negociar acuerdos con Japón y la Unión Europea, hasta tener hoy 10 tratados con 42 países.

La relación con Estados Unidos debe ser prioritaria para la política exterior de nuestro país, pero a pesar de eso, desde el inicio de este gobierno se ha descuidado la relación bilateral, un ejemplo de ello es que el presidente Peña Nieto tardó más de 2 años en hacer su primera visita oficial a nuestro vecino, el 6 de enero de 2015. Desafortunadamente no se corrige esta actitud y ahora se hace un nuevo desdén a nuestro socio estratégico, dejando para después el nombramiento de nuestro embajador.

No se entiende esta situación, porque cada día que pasa, se retrasa el trabajo de planeación e implementación de asuntos como: atención a los más de 35 millones de mexicanos que viven en Estados Unidos; nuestros intereses en materia de migración, comercio e inversión; el cumplimiento de los derechos humanos a migrantes, y revertir la mala imagen que estamos dando por los escándalos de corrupción y violencia.

Es notable que el gobierno de Barack Obama sea el que dé mayores señales de responsabilidad diplomática, conservando al embajador Anthony Wayne a pesar de que éste ya cumplió 65 años —la edad de jubilación del servicio exterior norteamericano— ya que el Congreso de Estados Unidos no ratificó a María Echaveste a inicios de este año. Sin embargo, el pasado 1 de junio el presidente norteamericano hizo un nuevo intento nominando a la hasta hoy subsecretaria del Departamento de Estado para América Latina, Roberta Jacobson, y que entre sus últimas labores fue implementar el acercamiento de Estados Unidos con Cuba.

Ante este escenario, resulta inconsistente que por tres meses el Ejecutivo no haya nominado a nadie para sustituir a Medina Mora; se han escuchado muchos rumores de posibles embajadores, entre ellos: Ildefonso Guajardo, Gerónimo Gutiérrez, Emilio Lozoya y hasta Manlio Fabio Beltrones. Pero no se ha tomado una decisión, sin importar el deterioro que esto pueda causar en nuestra relación con Washington.

El nombramiento diplomático más importante de México, ligeramente por debajo del titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, es el de embajador en los Estados Unidos y el Ejecutivo es quien tiene la facultad constitucional para nominarlo. En el Senado, donde tenemos la facultad para ratificarlo, estamos atentos.

@VHermosilloBC

Integrante de la Comisión de Relaciones

Exteriores de América del Norte.