CNTE, al amparo de la autoridad
José Luis Camacho Acevedo
A escasos días de las elecciones, el gobierno federal envió un mensaje totalmente equivocado, que se puede vandalizar, quemar, destruir, bloquear, desalojar… y no pasa nada. Al contrario, porque estas acciones las llevó a cabo la CNTE justo después de que se suspendiera de forma indefinida la evaluación magisterial.
Lo anterior es solamente una muestra de la incompetencia de Luis Miranda, subsecretario de Gobernación, y Emilio Chuayffet, secretario de Educación, quienes han demostrado su falta de capacidad para negociar y entregar buenos resultados, con ello afectaron severamente la administración de Enrique Peña Nieto.
Estos dos personajes deberían de ser destituidos inmediatamente por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, so pena de que sigan perjudicando la gestión federal en materia educativa.
Como consecuencia de estos últimos acontecimientos, senadores panistas y perredistas han solicitado por segunda vez en este año el despido de Chuayffet, la primera, fue en medio de la crisis del Politécnico Nacional, pues en aquella ocasión lo acusaron de indiferente, de falta de agallas y sin determinación.
El exsubsecretario de Educación Superior, Fernando Serrano, quien renunció al cargo después de que se desactivara el conflicto del Politécnico era uno de los negociadores con la CNTE, sin embargo, abandonó el cargo antes de que se pudieran dar soluciones concretas.
Asimismo, quien también demostró su impericia es Alba Martínez, la subsecretaria de Educación Básica, quien, por ser hija del líder de izquierda mexicano Arnoldo Martínez Verdugo, parecía tener mayores oportunidades de entablar un diálogo con este grupo radical, cosa que ya vimos no sucedió.
Por su parte Luis Miranda, quien es cercano al presidente, no ha sabido cómo tomar las riendas de la negociación y ha sucumbido al chantaje de la CNTE, al anunciar la decisión de suspender la evaluación de forma indefinida, pero tampoco aprendió de la historia.
En este sentido vale la pena recordar la anécdota del exsecretario de Gobernación Francisco Labastida, quien aseguró que los maestros de la CNTE estaban coludidos con la exlíder magisterial Elba Esther Gordillo, pues a ella le convenía la existencia de esta agrupación.
Labastida Ochoa relata que cuando los radicales del CNTE se acercaban a exigir algo, él enviaba a sus negociadores para lograr un acuerdo, los maestros al salir de su oficina tomaban el teléfono y le llamaban a Elba Esther para explicarle lo conseguido.
“Ella era la que daba el visto bueno”, recuerda, pero los hacía regresar con otras peticiones, más radicales todavía.
Ahora que pudimos observar la reacción de los maestros de la CNTE, constatamos que ellos sí aprendieron —y muy bien— la lección. Pues no cabe duda de que le ha tomado la medida al gobierno federal, ya que a pesar de haber obtenido un punto clave de sus peticiones, siguieron haciendo de las suyas en sus intentos de boicotear las elecciones del próximo domingo.
En la capital y otras entidades, la CNTE se ha convertido en uno de los grupos radicales que más desperfectos ha realizado, incluso más que Martín Esparza y su SME, Aquiles Córdova y su Antorcha Campesina o el megaplantón de Andrés Manuel López Obrador en Reforma.
Y, por otro lado, Miguel Barbosa, presidente de la Mesa Directiva del Senado, también tendría que llamar a la desaparición de poderes en Oaxaca, puesto que es el único órgano facultado por la Constitución para conseguirlo, esto con la intención de tomar el control de un estado que se encuentra totalmente secuestrado por la CNTE, al amparo del gobernador Gabino Cué, que poco o nada hizo por impedirlo.
Más allá del vandalismo de la CNTE, está el grave perjuicio que recibe el sistema educativo nacional, que ha entrado en un proceso de deterioro tan grave que estamos a punto de convertirnos en una nación analfabeta funcional, a causa de la irresponsabilidad de los maestros de la CNTE que al parecer no tienen vocación.
Recordemos que las grandes deficiencias en materia educativa en México han llevado a nuestro país a ubicarse en los últimos lugares en las evaluaciones internacionales; por ejemplo, en la prueba PISA 2012, nuestro país se ubicó en último lugar de los 34 países de la OCDE.