El Papa Francisco aceptó la renuncia anticipada del obispo mexicano de Autlán, en Jalisco, Gonzalo Galván Castillo, “acusado por causas graves”, se informó este jueves en el Vaticano.
El obispo Galván de 64 años, nacido en León, Guanajuato el 10 de enero de 1951, era obispo de Autlán desde el 26 de octubre de 2004 y ahora es señalado por presunto encubrimiento de un sacerdote pedófilo.
En un breve comunicado la sala de prensa de la Santa Sede informó que el Papa, admitió la dimisión, de acuerdo al artículo 401.2 del Código de Derecho Canónico, por la que se rige la iglesia católica.
Recientemente el Papa, autorizó la creación de un tribunal para juzgar los delitos de “abuso de poder” a los obispos que han encubierto a curas pedófilos, se han multiplicado las renuncias de obispos.
El escándalo del obispo de Autlán empezó en 2009, cuando fue acusado de mala gestión y negligencia, por un joven llamado Eric de 24 años, que denunció ante el prelado al cura Horacio López, de haber sido abusado sexualmente, cuanto contaba con 11 años de edad. Sin hacer nada respecto a la denuncia, el religioso sólo fue transferido a otra parroquia y siguió ejerciendo como sacerdote.
El caso nunca fue aclarado ni tampoco las quejas que había en contra de Galván Castillo, por su ineptitud para llevar la diócesis.
El tema de los abusos sexuales a menores cometidos por curas es mucho más delicado y complejo para la jerarquía de la iglesia católica, por haber encubierto durante mucho tiempo a curas pedófilos, en especial por cambiarlos de ubicación y no escuchar las quejas de las víctimas.
Se han denunciado miles de casos de abusos sexuales contra niños y adolescentes por parte de curas; en los últimos 20 años, en particular en Irlanda y Estados Unidos, cometidos entre los años 1960 y 1990.
En febrero pasado, el Papa Francisco conminó en una carta solemne a los obispos de todo el mundo —cerca de cinco mil—, a no encubrir por ningún motivo casos de pederastia.
Información de La Jornada y Excelsior.