¿Se logrará una sana competencia?
José Luis Camacho Acevedo
Es un hecho que Uber y Cabify llegaron a México para quedarse, porque representan una nueva opción de movilidad urbana que claramente hacía falta en las principales ciudades de nuestro país, por ello era lógico que se colocaran con gran éxito en el mercado mexicano, tal como lo han hecho en al menos 50 países del mundo y algunas ciudades de Estados Unidos.
Estas empresas fueron visionarias ya que detectaron una necesidad y un mercado que no estaba siendo atendido. Los usuarios de Uber y Cabify necesitaban un medio de transporte seguro, que diera un servicio de calidad y por medio de una cómoda forma de pago, como la tarjeta de crédito.
No podemos tampoco satanizar a los miles de taxistas que brindan un excelente servicio con amabilidad y respeto, que se preocupan por mantener sus unidades en buen estado y que cumplen su función de trasladar a los usuarios de forma eficiente y segura.
Antes de las elecciones las protestas de los taxistas en contra de Uber en el Distrito Federal arreciaron; para evitar debates y confrontaciones en pleno proceso electoral, el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, dispuso que las decisiones y medidas se concretarían después de la jornada electoral.
Sin embargo, en esos días el gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila Villegas, dio a conocer una postura de carácter prohibicionista, de la cual cabe aclarar rápidamente se detractó, su justificación fue que se percató del rechazo de la ciudadanía en las redes sociales ante sus intenciones de vetar la entrada de Uber en dicha entidad.
Por tal motivo el gobernador aseguró que dio instrucciones a la Secretaría de Movilidad para que se revisara el marco legal, para que de ser procedente esta empresa pueda prestar sus servicios sin mayores complicaciones e incluso ofreció capacitación a los taxistas que quieran “evolucionar” y convertirse en prestadores del servicio en la empresa internacional.
Pero ante los radicales cambios de pensamiento de Ávila Villegas, surgen legítimas dudas, como: ¿por qué en un principio el gobernador Eruviel Ávila Villegas se opuso tan tajantemente a la entrada de Uber y Cabify en el Estado de México? ¿Por qué reculó en tan poco tiempo y se mostró tan accesible?
Por ello debemos seguir muy de cerca a los personajes cercanos al gobierno de Eruviel, como Roberto y José Carmen Arturo Alcántara Rojas, quienes fueron dirigentes del Grupo Toluca de autotransporte, ligados al grupo priista de Atlacomulco, de donde proviene nuestro actual presidente y exgobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto.
José Carmen Arturo Alcántara Rojas fungió como coordinador de transportes en la campaña a la Presidencia de la República de Miguel de la Madrid Hurtado y coordinador de Transportes en la campaña a la Presidencia de la República de Carlos Salinas de Gortari. Otros dos presidentes priistas.
Los hermanos Alcántara Rojas también financiaron, con recursos económicos y en especie, la candidatura de Luis Donaldo Colosio Murrieta; a su muerte en marzo de 1994, siguieron con la misma labor en la campaña del sucesor, Ernesto Zedillo Ponce de León. Otro presidente priista.
En los siguientes años, Arturo Alcántara Rojas se convirtió en presidente de la Comisión Temática y de Dictamen de Comunicaciones y Transportes del Consejo Político Nacional del PRI; y subsecretario de la Confederación Nacional de Autotransportistas (1999-2000).
Después de ser diputado federal del PRI en 2003, fungió como presidente del consejo administrativo de la empresa de autotransportes Flecha Roja, y director general de la empresa Ómnibus de México. Su hermano, Roberto, ha sido representante de la firma de transporte aéreo VivaAerobus y actualmente es inversionista del poderoso Grupo Prisa.
Otro personaje muy cercano al grupo Atlacomulco, y parte del gabinete de Ávila Villegas es Isidro Pastor Medrano, quien está al frente de la Secretaría de Transporte desde junio de 2014, antes de eso se desempeñaba como secretario de Desarrollo Metropolitano.
Pastor Medrano fue dirigente del PRI estatal durante la administración montielista y ocupó puestos clave en la Legislatura Local siendo diputado en ese mismo periodo. Después de que fracasara en sus intentos de ser candidato a la gubernatura del Estado de México y fuera superado por el actual presidente, Enrique Peña Nieto, Isidro Pastor se fue a Baja California a coordinar campaña del excéntrico Jorge Hank Rhon al gobierno de esa entidad.
El exalcalde de Tijuana, Hank Rhon es dueño de un zoológico privado, con diversas especies como leones, tigres blancos y siberianos, así como jaguares y leopardos, y se dice que también quiere entrarle al negocio de Uber.
Esperemos que estos cambios de opinión del gobernador Eruviel estén realmente enfocados a mejorar la calidad de vida de sus gobernados, que le interese que los mexiquenses tengan otras opciones de movilidad, y que fomente una sana competencia entre taxistas y Uber en igualdad de circunstancias y que sea como debe ser: que el cliente al final elija.