Golpe de timón del gobernador Cué

 

 

Yazmín Alessandrini

Abandonado a su suerte por la “coalición” que lo llevó al poder en 2010, lo que se entiende porque lo único que buscaban tanto el PAN y el PRD era sacar de la gubernatura al PRI, nada más, Gabino Cué Monteagudo ha tenido que lidiar en estos casi cinco años al frente del gobierno oaxaqueño con un sinfín de problemáticas casi todas derivadas de lo mal que manejaron, él y su gente, a Rubén Núñez Ginez y a la mafia de la CNTE.

Sin embargo, el martes pasado, con el apoyo del gobierno federal, Cué Monteagudo asestó un valiosísimo golpe de timón a su administración, la cual por cierto ya se encuentra en su recta final, al decretar la desaparición de ese cáncer llamado Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), que durante 23 años sirvió como caja chica de la CNTE, en gran parte gracias a los 83 trabajadores sindicalizados que aglutinaba.

Con esta medida, la Sección 22 perderá todas las canonjías y el mando absoluto en el sistema educativo de Oaxaca, pero lo más importante no es esto. Lo verdaderamente relevante con esta acción es que finalmente la rectoría de la educación en esta entidad se le devuelve a quien siempre debió detentarla, por lo que, ahora sí, ya se puede proyectar en acciones tangibles la implementación de la reforma educativa, pero sobre todo se garantiza la aplicación plena e irrestricta de los artículos 3 y 73 de la Constitución y la Ley General de Educación.

Indudablemente, en el futuro inmediato lo que se vislumbra es el contraataque retrógrada de quienes están perdiendo lo que por poco más de dos décadas ellos consideraron les pertenecía, cosa que no es así.

El mandatario oaxaqueño dejó muy en claro que el primer paso en firme a dar será la creación de un organismo descentralizado y autónomo de gestión; pero también consideró como preponderante impulsar una política incluyente, con la participación del gobierno federal, encaminada a profesionalizar, capacitar y evaluar a todos los profesores oaxaqueños interesados en mejorar la causa educativa en el estado.

Pero, ¡mucho ojo!, aquí la responsabilidad no sólo compete al gobernador Cué y al secretario Chuayffet. Nada de eso. Todos los mexicanos, como lo señaló el presidente Enrique Peña Nieto, tenemos el deber legal y el compromiso ético de hace realidad el derecho que tienen todos los niños y jóvenes de México, que es el de tener acceso a una educación de calidad.

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