Coinciden Pascoe y Becerra / Analistas políticos
Nora Rodríguez Aceves
Ante la debacle electoral del PRD al perder el control político y económico del Distrito Federal en las elecciones del 7 de junio pasado, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, decidió aplicar lo que dice el dicho: a grandes males, grandes remedios, o mejor dicho, grandes soluciones, y pidió la renuncia a todos los integrantes de su gabinete, a fin de poder, personalmente, analizar y evaluar a la mitad del ejercicio de gobierno el cumplimiento de las tareas, de las metas y de los compromisos sobre todo con la ciudadanía.
Sin embargo, esta decisión considerada positiva en su momento entre los actores políticos y la opinión pública dejó desilusionados, inconformes, molestos, enojados o contentos a más de uno el pasado 16 de julio tras los cambios o ajustes que hiciera a su gabinete.
Por eso, las reacciones y las críticas, entre los diversos sectores de la población no se hicieron esperar, cometarios que van desde que son insuficientes, no son un cambio sino un reacomodo, que son una ocurrencia, que son una vacilada, que son una farsa, hasta quienes piensan que son las piezas estratégicas para construir el camino de Mancera hacia la elección presidencial de 2018.
Pero a pesar de todo y de que Mancera se niega, se resiste, y “desprecia” afiliarse al partido que lo llevó al poder hace casi tres años, una parte del PRD lo sigue respaldando, cubriendo y protegiendo. Esto queda claro al expresar el Sol Azteca su postura tras los movimientos en el gabinete de Mancera: el PRD dio el visto bueno a las designaciones hechas por el mandatario de la capital: “con la incorporación de nuevas figuras políticas con experiencia probada en el servicio público su gabinete se verá fortalecido”.
“La pluralidad que emana de un equipo integrado por mujeres y hombres de gran valía será determinante para atender con eficacia las necesidades de nuestra ciudad.”
No obstante, la corriente interna del mismo partido, Izquierda Democrática Nacional, liderada por René Bejarano y Dolores Padierna no comparte la misma posición, pues en declaraciones a la prensa nacional la senadora Padierna ha manifestado “que en las pasadas elecciones del 7 de junio, se vio claramente el rechazo de la ciudadanía a la forma de gobernar que tiene Miguel Ángel Mancera, pero todo indica que él no entendió el mensaje”.
“Y ello se observa en la conformación de su nuevo gabinete, que es el resultado de su visión exclusivista y sectaria, ello explica la salida de su equipo de Hegel Cortés, secretario de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades Rurales quien pertenece a la IDN y sí aplicaba el proyecto de la izquierda en su cargo.”
De igual forma, entre la opinión pública y los analistas políticos se dice que estos cambios responden más que nada al descalabro que sufrió el PRD en las elecciones intermedias de junio, así como al fracaso de la gestión de Mancera en el DF o la construcción de su candidatura hacia el 2018.
Sobre el tema, en entrevista con Siempre!, uno de los fundadores del PRD, Ricardo Pascoe Pierce, y el académico de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa Pablo Javier Becerra Chávez, coinciden en que estos acomodos en el equipo de trabajo cercano de Mancera —sólo nueve y de los cuales únicamente hubo 4 ceses, para ser precisos, y en donde incorpora a personalidades del PRI, PRD y Panal— responden al fracaso electoral del PRD en la Ciudad de México y sobre todo a la aspiración de Macera de llegar a la carrera presidencial del 2018 como candidato independiente.
Sólo un recambio de cuadros
Pascoe, quien fuera uno de los más cercanos colaboradores del líder moral del PRD Cuauhtémoc Cárdenas, asegura que sólo fue un cambio parcial “porque lo único que hizo al parecer es un recambio de cuadros, pero básicamente producto del proceso electoral, no es una evaluación general de la ciudad; por ejemplo, un problema crítico y que ha generado un descontento ciudadano o por lo menos importante es el tema del desarrollo urbano caótico que favorece megadesarrollos por fuera de la ley y esto no ha sido al parecer evaluado por el fefe de Gobierno a pesar de que en mi opinión eso tuvo que ver con el rechazo tan importante que hubo en muchas capas sociales hacia el PRD en estas elecciones, es decir, no hay un cambio en la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, no hay un cambio en Obras y Servicios, no hay un cambio en el gerente de la Ciudad, lo que llaman el City Manager, Fernando Aboitiz, sigue en su puesto, en Medio Ambiente sigue todo igual, cuando esta secretaría se ha hecho cómplice de un modelo de desarrollo urbano depredador en la ciudad y, sin embargo, nada de esto fue evaluado por el jefe de Gobierno o por lo menos no dijo nada y no tocó absolutamente nada de ese tema”.
De ahí que “los cambios básicamente responden: uno, al fracaso del PRD en las elecciones, y dos, a la intención del jefe de Gobierno de reciclar él su equipo político para posicionarse de mejor manera tendiente hacia las elecciones del 18. Mancera está enfatizando la idea de una candidatura independiente, no estar sujeto a un partido; por ejemplo, quienes desaparecieron de alguna manera de la escena son los Chuchos, que son la fuerza hegemónica dentro del PRD y están ausentes de este recambio cuando se había pensado que Jesús Ortega sería el nuevo secretario de Gobierno, de ahí que la ausencia de Chuchos, la promoción de cuadros con un nivel de independencia del PRD o en todo caso sin ser de los grupos mayoritarios, como el caso de Amalia García o de Alejandra Barrales, Laura Ballesteros, no es del PRD, José Ramón Amieva no es notoriamente un militante perredista y Manuel Granados, si bien fue el coordinador del partido en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), es más un cuadro político del jefe de Gobierno que del PRD, entonces me da la impresión de que el jefe de Gobierno está apostando a la idea de que partidos políticos en el 2018 podrían preferir un candidato con un sello independiente que de un estricto militante de partido”.
Por lo tanto, los cambios en el gabinete están reflejando esa evaluación que hace el jefe de Gobierno tanto del fracaso de su gestión en los primeros tres años de su gobierno como el tema de sus perspectivas hacia el 2018.
Muy mal librado
Por su parte, Becerra Chávez expone que sin lugar a dudas se trata de una respuesta al resultado electoral en el Distrito Federal porque el partido que postuló a Mancera, pero del que él insiste que no es miembro, salió muy mal librado, pero el resultado electoral adverso no fue tanto un castigo a la gestión de Mancera sino más bien resultado del reacomodo de los dos partidos de izquierda en la capital: Morena del PRD, pero Mancera ha tratado de responder a la coyuntura mediante ese cambio de gabinete.
Se ha debilitado el poder del PRD
Para el académico, después del 7 de junio Mancera “tiene un buen margen de acción, no es enteramente un rehén de las tribus perredistas, de hecho su gabinete anterior lo mostraba, aunque tiene que darle gusto a las tribus, sin embargo ahora que el PRD ya no tiene mayoría de delegaciones, ya no tiene mayoría en la Asamblea Legislativa, entonces el poder de las tribus ha menguado mucho, de hecho la misma posibilidad de que el PRD mantenga la jefatura de Gobierno del DF en 2018 ya se ve muy lejana, aquello que salió en una filtración de Carlos Navarrete en un diálogo con perredistas que les dijo que se veía en el horizonte la derrota en 2018 en el DF, pues ya no sólo se ve en el horizonte, se distingue con toda claridad esa altísima probabilidad de que el PRD deje de ser la fuerza gobernante en la ciudad de México”.
En este contexto, si bien Mancera “ya no está tan sujeto a las tribus o a los grupos internos del PRD ahora tendrá que hacer muchos equilibrios entre las nuevas fuerzas como Morena o como el propio PRI, que ahora gobernará tres delegaciones, o como el PAN que ahora gobernará dos delegaciones, y que en la Asamblea Legislativa ya no habrá la mayoría tan cómoda que tuvo el PRD los últimos 18 años en la asamblea; virtualmente cualquier cosa que quería sacar el jefe de Gobierno la sacaba sin mayor problema, pero ahora se les complicará bastante el asunto con esta nueva distribución de fuerzas en el órgano legislativo, entonces eso abre una serie de interrogantes por todos lados.
En contraste, al experredista le queda claro que Miguel Ángel Mancera está haciendo “una apuesta de la que no hay regreso, no hay retorno de esta apuesta, y la apuesta es ser un candidato independiente, fuerte, que basará su campaña, incluso, en recursos que podría allegarse en los próximos años y utilizar la estructura del Gobierno del Distrito Federal para impulsar su candidatura, incluso con la posibilidad de contar con una candidatura independiente. La gran pregunta es si la apuesta es la correcta y si él en lo particular es el líder carismático que podría encabezar algo así, como émulo del Bronco en Nuevo León, y la gran duda es si él es eso”.
Aun cuando hasta el momento Pascoe no le ha visto al jefe de Gobierno “suficientes aprestos para asumir ese papel, pero es posible que él en su fantasía sobre sí mismo puede pensar que eso funcionará o que esta idea del independiente puede repetirse en el 18 siendo candidato del PRD, en cuyo caso enfrentará a una izquierda dividida entre Morena y el PRD, entonces en cualquier caso mi sensación es que, independientemente de que sea el jefe de Gobierno de la ciudad de México y con la importancia que evidentemente significa ese cargo y esa presencia política, no estamos frente a un político de carisma nacional e internacional que pudiera construir una imagen, una reputación, una presencia que le alcance para convertirse en una candidatura eficaz en el 2018, pero sin duda alguna el jefe de Gobierno ha tomado, está apostando a que él podrá construir esa candidatura independiente que se podría ofrecer a un partido o incluso ser independiente”.
Gobernante sin propuestas
Pero si ya vimos “lo que le pasó al PRD en la ciudad de México, es decir, su partido, el partido, con su gestión, con su proyecto de gobierno pierde lastimosamente las elecciones, en esa medida me parece que es un gobernante cuyo sello notable ha sido la carencia de ideas y de propuestas”.
Sobre este punto, de si Mancera tendrá la fuerza suficiente para construir su candidatura presidencial con estos cambios y con el trabajo que realice de aquí al 18 y así poder enfrentar a un López Obrador, el especialista en materia electoral y partidos políticos considera que en realidad “ya hoy lo que podemos ver es que Mancera ha quedado débil, si bien tiene un mayor margen de acción, sin embargo ha mostrado una serie de flancos débiles, su insistencia en que él no es miembro del PRD en este momento lo coloca en un limbo, de por sí el PRD ya perdió su condición de mayoría, pero el personaje político que decía que no era ni siquiera miembro de ese partido, hoy queda como suspendido entre todas las fuerzas que están en juego en el DF, ¿cuál fuerza propia puede tener? En realidad Mancera carece de una corriente de políticos más o menos articulada, fuerte, que lo pueda apoyar, que pueda irlo posicionando; el que trató de hacerlo los últimos tres años fue Serrano y así le fue, quedó muy debilitado, muy desgastado”.
De tal forma que hoy Mancera “es difícilmente presentable como un precandidato para el 2018 a menos de que explore alguna otra perspectiva pero tengo la impresión de que le resultará muy difícil. La verdad es que no le veo mucha fuerza a Mancera pero por supuesto en política nada está escrito, en política cuenta mucho la capacidad de liderazgo de los políticos y hay políticos que a veces nos dan sorpresas y podría ser el caso de Mancera, aunque por el momento no veo esa posibilidad pero no la descarto”.