Las instituciones acreedoras arribaron a Atenas para dar inicio este lunes a las negociaciones sobre un tercer rescate, aunque los acreedores prefieren que las reformas sean aprobadas en el Parlamento antes de ejecutar más préstamos con el fin de evitar la bancarrota del país heleno.

Se pretendía que las negociaciones comenzaran el viernes pasado, sin embargo, se pospusieron ante problemáticas de organización y seguridad.

El Gobierno del primer ministro griego, Alexis Tsipras, consiguió que se aprobaran este mes dos reformas, condiciones impuestas para iniciar las negociaciones de un programa de rescate de tres años por 86 mil millones de euros, con el que se pretende mantener a Grecia en la zona euro; ambas partes esperan que el acuerdo termine el 20 de agosto.

“La conversaciones sobre un memorando de entendimiento deberían comenzar lo más rápido posible”, dijo la portavoz de la Comisión Europea (CE), Mina Andreeva, y que Grecia ha cumplido “en general de manera satisfactoria y a tiempo“, en referencia a las leyes que debían ser aprobadas y promulgadas hasta antes que iniciar las conversaciones, promesas hechas en una cumbre de la zona euro el 13 de julio.

“Se esperan más reformas de las autoridades griegas para permitir un rápido desembolso del programa Mecanismo de Estabilidad Europeo (MEDE). Esto también se está discutiendo ahora”, agregó Andreeva.

Otros funcionarios miembros de esa institución aseguraron que los ejecutivos negociadores en la CE y el Banco Central Europeo (BCE) estaban elaborando un plan de rescate, y que el nuevo directivo de la delegación del Fondo Monetario Internacional (FMI) tenía la intensión de llegar a Atenas el viernes para establecer negociaciones en el ámbito político.

Grecia ha enfrentado un panorama financiero en medio de dificultades, en una batalla entre el Gobierno y sus creedores, e incluso, incumplió un pago de deuda al Fondo Monetario Internacional, por lo que cerró sus bancos por tres semanas y aunque los bancos reabrieron después de que el BCE aumentara el financiamiento de emergencia, Atenas mantiene restricciones de movimientos monetarios.

En el país heleno permanecen las dudas respecto a la fractura económica, de que sí podrá o no soportar otro programa de rescate ante una crisis de seis años que ha desembocado en que se reduzca la producción nacional en un 25%, además de una tasa de desempleo por encima de, también, un 25%.

Los votantes, fastidiados de los años de exigencias de medidas de austeridad por las instituciones acreedoras, dieron un “no” a una propuesta previa de rescate en un referéndum. Al final, Tsipras cedió después a las condiciones impuestas por Bruselas a cambio del financiamiento a raíz de que se intensificara la crisis.

Información de CNN Expansión