Un atentado ejecutado por la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el suroccidental departamento del valle del Cauca dejó ocho policías heridos y más de 20 viviendas afectadas, reportaron este lunes las autoridades colombianas.

Los insurgentes de las FARC atacaron en las últimas 24 horas una estación de policía del municipio de Florida Valle, de acuerdo con el informe de la policía.

Los policías recibieron atención médica en centros hospitalarios cercanos al lugar donde se llevó a cabo el atentado; de acuerdo con el informe médico, se encuentran fuera de peligro.

El ataque se da luego de que este domingo el gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC alcanzaran un histórico acuerdo para erradicar el conflicto armado, que consiste en avanzar paulatinamente hasta lograr una tregua bilateral; lo que parecía imposible ante un escenario de violencia.

“El Gobierno Nacional, a partir del 20 de julio, pondrá en marcha un proceso de desescalamiento de las acciones militares, en correspondencia con la suspensión de acciones ofensivas por parte de las FARC”, anunciaron ambas partes en La Habana.

Es la primera vez que el gobierno colombiano encabezado por Juan Manuel Santos acepta disminuir las operaciones contra la guerrilla desde el inicio del proceso de paz, en 2012: “Anuncios de negociadores en La Habana son un paso importante para avanzar en acuerdos”, escribió el mandatario en su cuenta de Twitter.

El acuerdo, que pretende impulsar las negociaciones para un cese al fuego bilateral y definitivo, se alcanzó cuatro días después de que las FARC decretaran una tregua unilateral de un mes a partir del 20 de julio.

Las partes también solicitarán la presencia de un delegado del secretario general de la ONU y de un representante de la presidencia de Unasur (actualmente ejercida por Uruguay), para que contribuya a una discusión sobre el sistema de monitoreo y verificación.

Las FARC, la mayor guerrilla de Colombia, mantuvieron durante cinco meses una tregua unilateral, periodo en que las acciones armadas disminuyeron drásticamente, pero la interrumpieron en mayo ante una serie de ataques militares.

El gobierno y las FARC se culpan mutuamente de haber avivado este último conflicto armado en América, que ha dejado en cinco décadas cerca de 220 mil muertos y seis millones de desplazados.