El primer ministro griego, Alexis Tsipras, lleva a cabo reuniones políticas en Atenas con el objetivo de convencer a su país de aceptar las medidas impuestas por la eurozona, las cuales al ser aceptadas permitirían negociar otro programa de rescate para Grecia.
Tsipras necesita el apoyo del pueblo griego, del parlamento y de su partido, Syriza, ya que ganó las elecciones en enero con la promesa de acabar con cinco años de dura austeridad, impuesta a cambio de dos precedentes planes de rescate.
Actualmente, el ministro griego es acusado por algunos miembros del Syriza de haberse rendido o capitulado el lunes en la capital europea ante las imposiciones de Alemania.
El acuerdo alcanzado por los líderes de la Eurozona obliga a Grecia a aprobar y aplicar, en tiempo récord, reformas con el objetivo de sacar a Grecia de sus graves dificultades financieras, así como aceptar una supervisión reforzada por parte de las instituciones acreedoras.
Reformas que debe aceptar Grecia para un rescate financiero
Los países de la Eurozona piden a Grecia como prerrequisitos, para acceder a un programa de rescate del MEDE (Mecanismo Europeo de Estabilidad), reconstruir la confianza con las autoridades griegas y la presencia del Fondo Monetario Internacional .
Además de una reforma del sistema de pensiones, la apertura a la competencia de sectores como el del transporte marítimo o de la energía, una revisión y modernización del mercado laboral y una reforma de la oficina de estadísticas (Elstat), la cual había sido acusada de manipular datos macroeconómicos.
Por otra parte, el acuerdo incluye la creación de un fondo controlado por la Eurozona , con 50 mil millones de euros en activos, que servirá para amortizar la deuda. Cabe resaltar que este fondo estará en Grecia.
Además, los socios europeos piden la modernización y la despolitización de la administración griega, por lo que solicitan que antes del 20 de julio, Grecia haga propuestas para reducir su coste.
Asimismo, dicho acuerdo reconoce la preocupación sobre la sostenibilidad de la deuda, por lo que el eurogrupo declara estar dispuesto a tomar medidas adicionales, como el aumento de los plazos de vencimiento, pero resalta que no puede haber una quinta.
En este sentido, la Eurozona se compromete a un plan de 35 mil millones de euros para apoyar el crecimiento y la creación de empleo en los próximos cinco años. Es por ello, que el Eurogrupo insiste en el control y la implementación del acuerdo bajo la presencia de representantes de las instituciones para verificarlo.
Sin embargo, tras el acuerdo del lunes en Bruselas con la zona euro para evitar una salida de Grecia de la unión monetaria, el parlamento griego debe aprobar este miércoles profundos cambios en la legislación laboral, en las pensiones, las privatizaciones o el IVA.
No será hasta ese momento, en que los miembros de la Eurozona empezarán las negociaciones con Grecia sobre un nuevo programa de rescate de una duración de tres años y por un valor de hasta 86 mil millones de euros.
Por su parte, el ministro griego del Interior, Nikos Voutsi, declaró que han “cortado el nudo gordiano tras dolorosas y duras negociaciones”. Por ello, el ministro expresó su confianza de que los que en Syriza se oponen al acuerdo se mantendrán leales al ejecutivo.
Añadió que “el pueblo tiene confianza de que Tsipras y el gobierno” evitarán los efectos más nefastos de un plan de rescate con otras políticas.
Posición del partido Syriza frente al rescate
El partido aliado con Syriza en el gobierno, el nacionalista Griegos Independientes (ANEL), celebra una reunión de urgencia para determinar su posición frente al plan de rescate. Al respecto, el líder de ANEL, Panos Kammenos, que ocupa el cargo de ministro de Defensa, declaró que no aprueba las duras medidas impuestas por Europa pero que permanecerá en el gobierno.
Mientras que el ministro de Energía, Panagiotis Lafazanis, del ala ‘dura’ de Syriza, dijo que “este acuerdo puede pasar con los votos (de la oposición de derecha y centro en el parlamento), pero jamás pasará para el pueblo griego” .
Finalmente, cabe resaltar que el propio Alexis Tsipras había mencionado el lunes que “la gran mayoría del pueblo griego aprobará el acuerdo, pues permite al país permanecer en la zona euro, abre la vía a una reestructuración de la enorme deuda pública (180% del PIB) e impedirá el colapso del sistema bancario”.