Desde que Donald Trump se destapó para participar en la contienda presidencial estadounidense por el Partido Republicano, su lista de rivalidades ha crecido. Incluso aquellos que se decían ser sus amigos han insistido en llamarlo “imbécil”, “racista”, “estúpido” y hasta creen que es parte de lo que “hay que extirpar lo más pronto posible del movimiento conservador”.
Sin embargo, en las preferencias electorales, según encuestas, el magnate se ha colocado a la cabeza con un 24%, el doble del favorito a la nominación, Jeb Bush, quien apenas logra un 12%; la cifra promedio que ha obtenido en julio es 18.4%.
“Resulta increíble que los miembros del Comité Nacional Republicano, que antes eran tan simpáticos cuando yo era un donador importante, hayan cambiado tanto. Antes yo era su chico de pelo rubio. Hoy sólo soy una amenaza”, señaló Trump en una entrevista.
Trump no sólo es motivo de enojo ante sus adversarios, en días recientes captó la atención de los medios nacionales e internacionales al insultar a países como México. Dijo que los inmigrantes eran criminales y amenazó a los republicanos con fundar su propio partido.
El empresario ha logrado el respaldo de los estadounidenses en apenas unas semanas y promete crecer durante los debates televisados que darán inicio el próximo 6 de agosto.
“Yo no soy una persona acostumbrada a rodearse de especialistas en relaciones públicas o de expertos en encuestas de popularidad. Yo sólo hablo con la verdad”, aseguró Trump tratando de justificar sus comentarios racistas.
Inicio de la batalla
Luego de sus ofensivos comentarios, al decir que México es un país corrupto que sólo manda a Estados Unidos ciudadanos con problemas y que están inmersos en las drogas, además de ser criminales y violadores, las críticas y actos en repudio no tardaron en desatarse.
La cadena de televisión hispana Univisión tomó la decisión de acabar con toda relación respecto a Trump; después hicieron lo mismo la cadena NBC y una larga lista de empresas, con lo que se convirtió de un momento a otro en el mayor enemigo de la comunidad hispana e inmigrante.
El presidente del Comité Nacional Republicano (NRC), Reince Priebus, declaró que los insultos de Trump hacia los inmigrantes estaban afectando al partido republicano, ansioso por recuperar la aprobación de los hispanos, que representan más del 12% del electorado en EU.
Con Priebus coincidieron los ex gobernadores Jeb Bush (Florida), Rick Perry (Texas) y George Pataki (Nueva York), al igual que los senadores Lindsey Graham, Marco Rubio y John MaCain.
Los mails de Hillary
Con el fin de corroborar si Hillary Clinton hizo un incorrecto manejo de información del Gobierno al usar su correo personal para asuntos del Departamento de Estado, dos investigadores solicitaron a la justicia iniciar un proceso de indagación, informó The New York Times.
La petición, del 29 de junio dirigida al subsecretario de Estado de administración, Patrick Kennedy, se da después de una evaluación de los investigadores miembros de las agencias internas del gobierno, en la que aseguran que la cuenta privada de Clinton contenía “cientos de e-mails potencialmente clasificados”.
Hillary Clinton, exsecretaria de Estado, exsenadora y exprimera dama, que se lanzó a la contienda presidencial y en la que una mayoría cree que llegará a la Casa Blanca, utilizó su cuenta de correo personal para contactarse con miembros del Departamento de Estado y otras personas importantes, entre 2009 y 2013, pero asegura que la información clasificada nunca fue utilizada en su cuenta.
Sin embargo, las investigaciones han revelado que entregó más de 55 mil páginas de unos 30 mil correos oficiales, documentos que están siendo divulgados públicamente.
Altos funcionarios dijeron que el Departamento de Justicia aún no ha decidido si abrirá o no una investigación.
Información de El Universal y El Nuevo Herald