Entrevista a Angélica Durán Martínez/Profesora de la Universidad de Massachusetts
Ofelia Alemán García
La segunda fuga del Chapo ha logrado conmocionar espectros más lejanos del territorio nacional. A veces, criticamos sin saber que hay otras latitudes que son similares a nuestro país que vivieron, han vivido y siguen padeciendo los estragos de las redes criminales del narcotráfico.
“He estudiado las explosiones de violencia en Colombia y México. Al principio de mis investigaciones, me enfoqué en Culiacán, Tijuana y Ciudad Juárez en comparación con algunas ciudades colombianas”, nos relata Angélica Durán Martínez, politóloga de la Universidad de Massachusetts en Lowell, Estados Unidos.
Nefasta, la fuga
¿Bajo qué circunstancias surge la violencia?
El surgimiento de la violencia tiene que ver mucho con la forma en que los criminales se relacionan con el Estado y el nivel de competencia que tengan entre ellos por los territorios en el interior del país.
¿México es igual que Colombia?
En Colombia estamos muy afectados en la vida social, política y económica por el narco. Y México, además de ser maravilloso y de haberme enamorado de su cultura, es el país que está más cerca de Colombia por las redes del narcotráfico. Por eso tuve que estudiarlo, por la dimensión de las organizaciones criminales. Era natural y obligado llegar a México. Hay muchas similitudes entre ambos países.
¿Qué opina de que se fugó el Chapo?
Es nefasto, es un fracaso grande para México y Estados Unidos. Esto afecta mucho especialmente la imagen de México de cómo han mejorado la seguridad pública. Para el gobierno norteamericano significa también un fracaso porque el gobierno del presidente Obama no presionó lo suficiente por la extradición. Se dice que no hizo lo necesario para ello. Es un fracaso grande para ambos gobiernos. Ya hay muchas teorías que dictan lo que sucedió pero nunca sabremos la realidad. Es un precio muy alto para ambos países en términos de imagen pública y de cómo están atacando el narcotráfico.
¿Por qué se dice que el Chapo es igual que Al Capone?
Aquí se mezclan varias cosas. Al darle esa designación, primeramente, se obedece al poder que tiene el Chapo, el poder financiero, de su alcance en la región y en el mundo. En segundo lugar, es una respuesta mediática, para mostrarlo como el riesgo más grande que tenemos. Se mezcla la necesidad de mostrar que se está haciendo algo y el poder del capo. El Chapo, en términos reales, no es un problema de seguridad nacional para Estados Unidos. El narco representa más riesgos en Latinoamérica que en Estados Unidos. Esa designación es una forma de responder a las criticas internas que empiezan a crear conexiones artificiales con los terroristas. Sí es un criminal grande pero es más una respuesta a las críticas. A veces se tiende a exagerar un poco.
¿Es cierto que el Chapo tiene más poder que el Estado mexicano?
No lo pondría en esos términos. Es claro que el Cartel de Sinaloa ha sido de las organizaciones criminales más fuertes en los últimos años y tiene un poder corruptor muy grande en el gobierno. Este escape nos da un golpe bajo pero tampoco tenemos muy claro hasta dónde opera esa red de corrupción. Aunque tiene un poder enorme, no tiene totalmente capturado al estado mexicano. Hay muchas teorías —que hay que tomar con precaución porque tenemos información parcial— acerca de que está coludido con el gobierno en ciertos aspectos. Recordamos que de los Zambada que se decía lo mismo. Lo mismo ocurrió con Los Zetas en el pasado o ahora con el Cártel de Jalisco Nueva Generación. Siendo más cínicos se podría afirmar que funciona para ciertas autoridades, sin duda hay manifestaciones de mucho poder. Y mucha corrupción.
Cooperación tras bambalinas
¿Qué debemos hacer si recapturamos al Chapo?
Es un tema muy complicado para la diplomacia mexicana porque la presión política está en la extradición. Y a pesar de la segunda escapada, el gobierno mexicano todavía se resiste a extraditarlo. Sin embargo, hay una posibilidad de que lo extraditen porque éste ha sido un golpe muy bajo a México. Todas las preguntas están abiertas. Es posible que el gobierno de Estados Unidos presione más para tenerlo en su territorio.
¿Por qué nos resistimos a la extradición?
Sigue habiendo esta tensión tradicional entre Estados Unidos y México. Es diferente que en Colombia. Allá el gobierno siempre colaboró muy de cerca con el gobierno de Estados Unidos en contra del narco. En cambio en México, la cooperación se da tras bambalinas, no es evidente o hay resistencia. El gobierno sigue siendo muy nacionalista pero de pronto le van a bajar un poco el tono porque hay muchos focos rojos y muchos puntos sensibles. Los lazos entre la Casa Blanca y México no son públicos ni son abiertos precisamente por la historia mexicana.
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Angélica Durán Martínez es especialista en violencia y narcotráfico en América Latina y ha realizado numerosas investigaciones sobre México y Colombia desde Estados Unidos.
@ophelyas

