En uno de sus recientes pronunciamientos antiinmigrantes, Donald Trump dijo a CNN en entrevista que si lograra llegar a la Casa Blanca expulsaría a todos los indocumentados de Estados Unidos, que, de acuerdo con sondeos, son 11 millones de personas, para luego invitar sólo a los “buenos” aunque sin concederles la ciudadanía.
Sin embargo, la propuesta del candidato presidencial estadounidense, por el partido republicano, es inconcreta y contradictoria. En un inicio aseguró que quiere que todos los inmigrantes “malos” regresen de sus países, no sólo aquellos que “saturan” las cárceles de EU.
Después dijo que “expulsaría a la gente y luego los haría regresar aceleradamente bajo un estatus legal”, aunque no sabe por le momento cómo encontrará a la gente “mala” que permea en la sociedad estadounidense ni cómo va a ser la ley para invitar de nuevo a los inmigrantes.
Trump expresó que tiene un gran corazón y que ama la inmigración. “Hay muchos trabajos que los ciudadanos de EU no quieren hacer”, siguió, y respecto al estatus legal de los inmigrantes rechazó que se les de la ciudadanía.
Casi imposible propuesta de Trump
Expertos, activistas y estudios evidencian lo costoso y casi imposible que puede ser una deportación masiva.
Cifra millonaria de afectados
Expulsar a los indocumentados de Estados Unidos, implicaría deportar a 11.3 millones de personas, de acuerdo con estimaciones del centro de investigación Pew, es decir, equivale a la población de Wyoming, Dakota del Norte, Alaska, Dakota del Sur, Montana, etcétera. Seis de cada diez inmigrantes viven en Texas, Florida, Nueva York, Nueva Jersey e Illinois.
Sistema judicial colapsado
Los casos pendientes ante las cortes de inmigración casi se han triplicado en los últimos 10 años: en 2005 había 184 mil 598 expedientes pendientes de juzgar; en junio pasado ya eran más de 450 mil, según datos de la Universidad de Syracuse.
El promedio se estiman 619 días de espera, de acuerdo con la última actualización, aunque se habla de que algunos casos no prioritarios podrían llegar a 2019 sin haberse resuelto.
Acuerdos con países
La mayoría de los inmigrantes son mexicanos, pero en los últimos años han arribado de otras naciones, por lo que ya hay más originarios de países del Caribe, Centroamérica, Próximo Oriente y África.
Una expulsión masiva de inmigrantes implicaría demostrar el origen de las personas, tener acuerdos con esos países y devolverles a miles de sus ciudadanos.
Familias destruidas
Cerca de 16.6 millones de familias en Estados Unidos se encuentran con sólo algunos miembros en situación legal y otros sin documentos, por lo que esos más de 16 millones de hogares quedarían rotos.
Sectores devastados
Estados Unidos cuenta con más inmigrantes sin papeles que con personas desempleadas; sectores como la agricultura, la construcción, la asistencia doméstica o la hostelería resultarían devastados por la dificultad para encontrar quien haga ese trabajo.
De acuerdo con un estudio de Pew Research publicado en marzo, los indocumentados trabajan principalmente en los servicios (33%), la construcción (15%), la producción (14%), el transporte (13%) y las ventas (13%).
Altos costos de deportaciones
Deportar a los más de 11 millones de personas tendría un costo de 285 mil millones de dólares, por gastos de aprehensión, detención, procesamiento legal y transporte, reportó en 2010 el Center for American Progress, centro de investigación progresista,
Perdida de millones de impuestos
Las más de 11 millones de inmigrantes generan al país 11 mil 840 millones de dólares pagados a las autoridades estatales y locales, dio a conocer un estudio reciente de Institute on Taxation and Economic Policy, con datos del sector fiscal de 2012.
Descontento entre conservadores
Según un estudio de Pew Research de junio pasado, el 72% de los estadounidenses cree que los inmigrantes indocumentados deberían acceder a la ciudadanía; entre los republicanos, el 56% cree que debe haber una solución legal para los inmigrantes que cumplan ciertos requisitos.
Trump, el republicano favorito
De acuerdo con la última encuesta, realizada por Reuters en conjunto con la consultora Ipsos, Donald Trump va al frente en la carrera por la candidatura presidencial del Partido Republicano, de la que las elecciones serán en 2016; un 25% de los encuestados votaría por Trump y el segundo candidato republicano más popular es Jeb Bush con un 12% de las preferencias electorales. El exgobernador de Virginia, Jim Gilmore, se agrega a la lista de aspirantes a la candidatura republicana por la carrera presidencial, por lo que suman 17 los postulantes, entre ellos también el gobernador de Wisconsin, Scout Walter , y los senadores Marco Rubio, Ted Cruz y Rand Pau.
El resultado supone una gran ventaja para Trump a pesar del escándalo en el que se ha envuelto y las críticas que ha atraído de sus rivales políticos tras sus despectivos comentarios sobre los inmigrantes mexicanos, lo que según expertos, Trump se ha posicionado como favorito para los ciudadanos estadounidenses al percibir que le Partido Republicano se está radicalizando.
La encuesta también arrojó que si Trump decide postularse a la presidencia de forma independiente, lo que significaría una batalla entre tres candidatos favoritos, es probable que el candidato republicano reciba menos apoyo y que el Partido Demócrata resulte victorioso.
En un sondeo con Hillary Clinton, a la cabeza del Partido Demócrata, y Bush, Donald Trump resultaría a la par de Bush con cerca del 23 por ciento de los votos, mientras que Clinton lograría el triunfo presidencial con un 37 por ciento.
RT, Infobae América y Univisión