Entrevista a Sergio Varela Hernández | Investigador del Centro de Estudios Sociológicos de la UNAM | Exclusiva para Siempre!

 

Al Piojo se lo comió el sistema comercial

Viridiana Vega y Santiago Soriano

La mañana del lunes 27 de julio distintos comentaristas deportivos de la cadena Televisión Azteca informaron a través de sus redes sociales que el entonces director técnico de la Selección Mexicana de Futbol, Miguel Piojo Herrera, había agredido al narrador Christian Martinoli en el aeropuerto de Filadelfia cuando ambos se encontraron. Poco a poco estas versiones fueron cobrando resonancia entre los aficionados y distintos medios comenzaron a reproducir el testimonio de los hechos.

Horas más tarde el propio Martinoli confirmó el episodio en el que también resultó agredido su compañero y otrora futbolista Luis García Postigo, por parte de la hija del estratega, Mishelle Herrera, la cual en distintas ocasiones había cobrado protagonismo al lanzar mensajes ofensivos en su cuenta personal de Twitter.

Al caer la tarde, ya con Herrera habiendo dado su versión en una entrevista para Eduardo Camarena, comentarista de la cadena TDN —perteneciente a Televisa—, donde afirmaba no ser “tan estúpido” como para agredir físicamente al periodista de TV Azteca, distintas fuentes hablaban de la inminente destitución del Piojo como director técnico del Tri.

El martes 28, Decio de María, nuevo presidente de la Federación Mexicana de Futbol dio el anuncio definitivo: Miguel Herrera era destituido.

Sin embargo, detrás de esta decisión existieron una serie de sondeos, de negociaciones donde el presidente de la Federación tuvo que concensuar a todos los dueños de equipos de futbol de la denominada Liga MX. En especial dos: Emilio Azcárraga Jean, presidente de Grupo Televisa y dueño del Club América —de donde Herrera salió rumbo al equipo nacional—, y Ricardo Salinas Pliego, presidente del Grupo Salinas y dueño de los clubes Monarcas Morelia y Atlas de Guadalajara.

Versiones de El Universal, manejan que el Grupo Televisa, pese a lo cuestionable de los actos del Piojo, deseaba que el entrenador siguiera al frente del equipo. Sin embargo, TV Azteca presionó a nivel directivo y mediático para la destitución. Finalmente esto ocurrió.

Una noche antes de la agresión, México se alzó campeón en la Copa Oro; como suele ser, estos partidos se transmiten a través de Televisa y TV Azteca, siendo de esta última la cadena donde Martinoli vertió críticas contra Herrera, las cuales parecen ser el origen del enfrentamiento. En términos reales de impacto directo en la audiencia, éstas fueron considerablemente menos escuchadas en comparación de ratings.

La noche de la final, el domingo 26 de julio, Televisa alcanzó con su transmisión a 4 millones 324 mil personas, mientras que TV Azteca (y la respectiva narración de Martinoli) llegó a 2 millones 864 mil mexicanos.

La televisión, una vez más, jugó su incuestionable (y poderoso) papel. El Piojo pagó su precio.

 

La trascendencia del despido

La sociedad mexicana siempre ha estado enrolada en el devenir del futbol nacional y esta vez no fue la excepción, y menos con un líder deportivo que se ha encargado de convertirse en un referente tanto en lo comercial, como en lo político, con las campañas publicitarias de productos, bienes y servicios, además de propaganda.

“No es lo mismo el Piojo de hace un año, el Piojo triunfador del Mundial 2014, que el Piojo del Partido Verde o del partido contra Panamá; hay lecturas múltiples, dependiendo también del momento”, aseguró en entrevista con Siempre! el doctor en antropología social Sergio Varela Hernández.

Para el doctor Varela, “al Piojo se lo comió el sistema comercial, el sistema mercantil, un asunto irrelevante en el mundo del deporte. Hay intereses comerciales muy fuertes y el Piojo no fue más que otra víctima”, relativamente beneficiada al obtener cantidades inmensas de ingresos de todos los ámbitos en los que ha incursionado, “pero al final ha sido una víctima de este sistema que todo lo ve en términos del negocio”.

Entonces, te lleva a esa idea de que el Piojo todo lo tomaba como negocio, insiste el experto. “La gente sí lo vio como una mercancía que terminó en oro falso. Finalmente, si hacemos un balance, el Piojo quedó muy mal en términos de imagen desde el inicio en la dirigencia de la selección nacional. En términos generales ahora ha quedado como un bufón”.

El experto en temas sociales relacionados con el deporte (en específico el futbol) reconoce que el papel que protagonizan los medios de comunicación, como la televisión, y los demás medios conexos: Internet, las redes sociales o los periódicos electrónicos, es fundamental para posicionar a un personaje como figura pública que incida en la vida cotidiana de la sociedad. “La televisión te eleva y al final acribilla, como el caso del Piojo Herrera”, dice, “sin la televisión sería técnicamente imposible”.

 

Sentido a la vida cotidiana

En este polémico tema como en otros más, no pudo faltar el escepticismo. El excandidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, dijo que la pelea entre el entrenador de la selección nacional y el comentarista fue producto de un complot contra Miguel Herrera, planeado por la esfera política gobernante, para, además, desviar la atención de los temas que afectan a la sociedad.

Una idea que se ha vuelto una constante. Se dice que el entretenimiento, como los deportes o los espectáculos, fungen como distractores sociales ante los problemas nacionales.

“Es cierto que los grandes medios de comunicación buscan sacar ganancias, principalmente económicas, de los deportes y de los espectáculos, en general. La gente no los asume necesariamente como tal”, indica el doctor Sergio Varela al respecto, “más bien, en este caso, el futbol sirve como una especie de metáfora, de pretexto, para interpretar o para darle sentido a su vida cotidiana; de ahí que sea tan relevante.”

“Una de las funciones que podemos pensar es que hay un goce corporal, hay ciertas experiencias en el desempeño del cuerpo satisfechas en las prácticas deportivas”, por lo que “el futbol ofrece ciertos sentidos de vida, o sea, le da coherencia a la vida cotidiana de los adultos, que otras esferas, como la política, no les da”.

“El futbol profesional que es parte del espectáculo televisivo también de una u otra manera ofrece ciertas guías sociales y culturales que la gente adopta y readapta en su vida cotidiana”, explica el investigador.

Vida precaria, difícil de distraer

“Se critica mucho que la gente se la pasa frente a la televisión viendo futbol, pero para poder hacer eso hay muchas otras cosas que se tuvieron que cubrir, por ejemplo, el gasto de la electricidad, de tener la televisión, que implicar tener que trabajar, es decir, para eso se tuvo que vivir la vida diaria y tener los elementos para poder prender un televisor y ver un partido de futbol”, señala el investigador social.

Así, los ciudadanos viven una realidad “precaria y difícil”, y no hay manera de distraer a la gente de esa situación”, insiste el doctor Varela.

“Una de las lecciones que debemos tomar y seguir teniendo en cuenta es la mentalidad que tienen ciertos instrumentos mediáticos, como la televisión, para determinar la agenda de las discusiones nacionales”, destaca, aunado a que “los medios se van moviendo de acuerdo a como ven que pueden obtener mejores ganancias económicas”.

El doctor Varela opina que la sociedad mexicana ve con criterio los acontecimientos diarios del país, como fue la pelea entre el Piojo y Martinoli, pero que permiten dar cuenta de “las condiciones de violencia, de desatención a la legalidad, de desatención hacia los derechos humanos, que van implícitas en esa discusión”, con lo que se da paso a abordar esos problemas desde otros puntos de vista, desde otras esferas, como las de estos dos personajes.

Al final, también “forma parte del ser humano, de la manera en la que nos organizamos y convivimos en un país como México”, concluye el antropólogo social.