Entrevista a Miguel Ángel Valenzuela Shelley | Profesor de la FCPyS de la UNAM | Exclusiva para Siempre!
Ofelia Alemán García
“Una estrategia realista y alcanzable pero que no deja de ser ambiciosa”, así se refirió el presidente Barack Obama a la nueva estrategia norteamericana sobre el cambio climático presentada el pasado lunes 3 de agosto en la Casa Blanca. Este proyecto parece ser la iniciativa gubernamental más importante que mantiene a todos en suspenso dadas las posibles consecuencias de su implementación. Jamás se había tomado una decisión así de importante en materia internacional desde Washington.
La cuestión del cambio climático es, para el Pentágono, una estrategia de seguridad nacional. Para el Vaticano, un asunto primordial de competencia universal; para Obama, la nueva doctrina Monroe global. Es un proyecto caimán que pretende comerse el resto del mundo de un bocado. Con esto, Estados Unidos demuestra que sigue llevando la batuta en la sinfónica global muy a pesar de las pretensiones de las economías BRICS (Brasil-Rusia-India-China-Sudáfrica).
En entrevista exclusiva para Siempre!, Miguel Ángel Francisco Valenzuela Shelley, geopolítico, internacionalista, escritor y catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, así como del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, nos explica qué hay detrás de la política sobre el cambio climático del gigante estadounidense.
Política muy complicada
¿Qué opina sobre la nueva estrategia sobre el cambio climático de Estados Unidos?
El tema del cambio climático es sin duda muy importante. Es una política que fue impulsada con mayor éxito que la reforma al sector salud —Obamacare— o la reforma al sector migratorio. La propuesta de Obama ha sido muy criticada pero me parece interesante aunque no es 100% idealista, por así decirlo. Obama busca un legado más de su administración y una herramienta para el siguiente candidato a la presidencia.
¿Se refiere a que tiene un peso político-electoral?
Si revisamos cómo genera Estados Unidos energía, es decir, en los estados, en realidad el carbón representa un poco arriba del 30% de todos los demás recursos. Evidentemente es bastante. Sin embargo, son solamente 15 los estados que dependen del carbón en más del 50%. De estos quince —Virginia, Kentucky, Wyoming, Missouri, Utah, Indiana, Dakota del Norte, Nuevo México, Colorado, Ohio, Nebraska, Kansas, Wisconsin, Montana— únicamente 4 representan 10 o más votos electorales. Esos estados son Missouri con 11 votos, Indiana con 11 votos, Wisconsin con 10 votos, y Ohio con 20 votos electorales. De ellos, Ohio y Wisconsin fueron demócratas en la elección pasada. Únicamente Missouri e Indiana fueron republicanos con 11 votos. Por lo que creo que esta propuesta del cambio climático también tiene un cálculo político.
¿Es decir, Obama estaría dispuesto a perder votos demócratas?
Los estados que pueden presentar mayor resistencia a la propuesta del cambio climático no tienen mucho peso en el colegio electoral, así es. Incluso Florida —que es un estado clave y no se encuentra en esta lista— se espera que también resista a esta propuesta del presidente Obama porque Jeb Bush (exgobernador) es candidato republicano a la Presidencia. Por lo tanto, el ánimo de los votantes en Florida podría cambiar un poco.
La propuesta del cambio climático, ¿tendrá continuidad si gana un candidato republicano?
Aun llegando un republicano a la Casa Blanca —lo cual es muy probable—, la idea de Obama es que sea una política muy complicada como para salirse de pronto. Además es un tema al que cada vez es más difícil darle la espalda. La Casa Blanca fue relacionando el tema del cambio climático desde el año pasado con la seguridad nacional, pero no en términos abstractos, sino en términos de enfermedades, que van a gastar menos en doctores, en medicinas, van a perder menos días de trabajo. En fin, el impacto lo van a tener en la vida cotidiana. Esto puede ser muy interesante por parte del apoyo de los votantes. Lanzan la responsabilidad al ciudadano para que esa política tenga un peso muy importante en sus representantes.
Proyecto de varias connotaciones
¿Cómo van a implementar este proyecto en el interior de Estados Unidos?
Los republicanos van a batallar mucho para atacar esta propuesta, pero Obama le da a los estados el poder de organizarse y proponer cómo van a disminuir sus emisiones de carbón. Es decir, no es una orden, no es una política de Washington. No es una imposición desde Washington, sino que es una política con la cual tienen que coordinarse los estados de acuerdo con los tiempos y condiciones que ellos decidan. Las emisiones de carbón van a disminuir en 2030, lo que parece muy lejano, pero está a la vuelta de la esquina. Habrá tiempos para hacerlo. Los estados tienen hasta 2016 para presentar la propuesta a la EPA (Environmental Protection Agency) sobre cómo van a disminuir sus emisiones.
¿Entonces este proyecto no es del todo idealista?
Tiene varias connotaciones. Honestamente no sé si creer en el Obama idealista. Parte de su motivación puede ser humanista, es cierto. Recordemos que cuando él fue electo presidente, de acuerdo con la plataforma que él traía, se esperaba que fuera un presidente “progresivista” como se dice en EU. Y el último presidente así fue Franklin Delano Roosevelt. Hasta la revista Time sacó una foto en la portada con la famosa foto de Roosevelt en donde está volteando con su cigarro en una limusina; en otra portada, ponen la cara de Obama como un nuevo progresivista. A fin de cuentas no lo fue. Fue un presidente tibio, de repente hasta timorato de acuerdo con la agenda que él traía. Sin embargo, no sé si creer o no creer en ese Obama o en esa parte idealista.
En el discurso del 3 de agosto se dijo que “Estados Unidos guiaría el mundo a través de las innovaciones del cambio climático”. ¿Estamos frente a la nueva doctrina Monroe internacional?
Éste es un tema que se mezcla con muchos otros. También se busca reacomodar a Estados Unidos en una situación más o menos ventajosa o no tan débil en la nueva carrera por el poder de este siglo XXI. La geopolítica puede cambiar en no mucho tiempo porque también están cambiando la zona de interés por la obtención de recursos. Particularmente, el agua se está convirtiendo en un recurso cada vez más importante. Por eso se están acercando a países con grandes reservas de agua dulce y el famoso gas lutita. El fracking. Con esto, los países que juegan al ajedrez mundial del poder están reacomodando de acuerdo a donde están esos grandes yacimientos de gas lutita. Y quienes mejor están posicionados en ese tema son China y Rusia, junto con la necesidad de impulsar nuevas formas de obtener energía distintas al petróleo, gas y derivados de los cuales dependen enormemente.
¿Cómo podría presionar Estados Unidos a los demás países?
Obama está buscando prepararse para la cumbre internacional sobre el cambio climático del 15 diciembre en París, en donde se pretende que haya un nuevo acuerdo para combatir el cambio climático. Si Obama llegará a esta cumbre con esta propuesta, con mayor poder, mayor legitimidad y capacidad de acción para impulsar algunos acuerdos y presionar a la comunidad internacional para que disminuyan su emisión de carbono. Todo esto va enfocado primordialmente a China. Estados Unidos hará que su economía detenga su crecimiento y, con ello, tratar de que Estados Unidos no quede tan debilitado frente a China, que está creciendo de manera muy importante gracias a la unión con Rusia y, en especial, con los BRICS. Hay que recordar que China, no sólo en ese tema, sino que ha sido un país que ha jugado muy bien sus cartas y que se acerca a ser un contendiente de la hegemonía estadounidense.
@ophelyas

