Entrevista a Juvencio Wing Shum | Profesor de la Facultad de Economía de la UNAM | Exclusiva para Siempre!

Ofelia Alemán García

Ante la caída del yuan y por consiguiente de la bolsa de valores de China la semana pasada, y las consecuentes caídas de las bolsas de valores de Asia y América en esta semana, las divisas internacionales se tambalean, hecho que nos hace recordar la última crisis de 2008 cuando los llamados tigres asiáticos despedazaron el sistema financiero mundial.

Las bolsas de valores de América Latina han cerrado a la baja estos últimos días; los índices bursátiles siguen flotantes. La confianza es tan volátil al igual que los mercados financieros internacionales, alguna vez llamados también golondrinos.

Ante todo este escenario, nadie espera un efecto positivo en las economías nacionales. El nuevo fantasma de incertidumbre financiera tiene epicentro en el ombligo del dragón de fuego: Beijing. Si China está en crisis ¿qué puede esperar el resto del mundo? “Pero China no es la bolsa, la economía no está en las casas financieras”, explica el profesor Juvencio Wing Shum, economista internacional y catedrático en las facultades de Economía y Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México.

 

Economía dinámica

¿No se supone que el yuan era una moneda fuerte?

Pudiera ser fuerte si pusieran orden en la economía porque la economía de estos tiempos, de la especulación sólo se crea más incertidumbre y desequilibrios en muchos otros aspectos sociales no sólo económicos.

¿Por qué se desplomó el yuan?

Porque el círculo de compra-venta de muchos países del mundo está roto o está incompleto. Las economías actuales están dañadas por el endeudamiento externo, por tantos préstamos internacionales. No hay dinero para comprar. Las ventas no han sido las esperadas en todas partes, no sólo para China, quien necesita mucha demanda para tantas mercancías, necesita una venta a gran escala. La economía de China es de un gran dinamismo.

¿Qué justifica el endeudamiento de los gobiernos?

A veces los gobiernos se endeudan para justificar gastos aparatosos de sus gobernantes, de corrupción, o bien, son gastos innecesarios. Un ejemplo reciente es Grecia. El gobierno heleno compró muchas armas porque se decía que Turquía e Israel amenazaban con ataques a Grecia.

¿Entraremos en recesión global?

Es probable si no se apresuran a solucionar las cosas. Podría suceder un efecto tigres asiáticos pero a la inversa. En la primera crisis, las economías del sudeste asiático no querían que China devaluara porque afectaría otras economías dependientes de ella. En esta ocasión, China simplemente devaluó sin preguntarles a los demás.

 

Ganar sin producir

¿Cómo afectará la crisis a México?

Sí nos afecta porque dependemos de la bolsa para algunos procesos económicos, pero la economía no está en la casa de bolsa.

¿Entonces a quién afecta esta caída financiera?

Mayoritariamente a los especuladores, porque son ellos los que están generando esta crisis. Son un conglomerado de bancos, financieras, empresarios grandes y pequeños. La bolsa de Hong Kong es muy peculiar porque es muy abierta. Desde hace más de una veintena de años, la gente podía invertir en la bolsa y comprar o vender acciones. La gente entendió y asimiló muy bien ese mecanismo. Los especuladores obtienen recursos sin producir. La verdadera economía está en la gente que trabaja en el campo, en sus fábricas, en la maquinaria, los que innovan y mejoran sus productos, los que capacitan a sus trabajadores.

¿Por qué el gobierno no interviene?

Es muy complejo. El Partido Comunista sabe que hay mucha corrupción en el interior pero no siempre puede actuar por cierta reserva de afectar intereses. Son redes muy difíciles de romper. La ley en China es dura, hay pena de muerte, matan a los criminales, investigan a los familiares de los delincuentes. No es tan fácil.

Mano dura a la especulación

¿Cómo detener esta debacle?

Hay dos soluciones, las de un premio Nobel o la de un humilde economista. La primera, la de un genio de la alquimia que seguramente encontrará la ecuación idónea o alguna estrategia matemática para salir de este embrollo. Y la que propongo es que se aplique mano dura contra los especuladores porque sí es posible salir de esta crisis. Solamente así se podrán controlar a las financieras. No es fácil pero sí es posible. Hay ejemplos en la historia de esto. En la Grecia de Solón, hubo medidas económicas serias. Solón cambió de moneda, en vez de ganársela en el comercio y en el préstamo con interés, se ganaba con el cultivo de la tierra; en vez de los excesos locos de la especulación nos tendríamos que ganar la vida con los productos que se lograran con el esfuerzo de los trabajadores. Sí, repartió la tierra, moderó la explotación. Atenas se salvó como patria de los atenienses.

Otros gobiernos que dieron rienda suelta a la ilusión de volverse ricos rascándose la panza desaparecieron con todo y patria y dejaron sólo la sombra de su triste recuerdo. Volteen a ver la patria extinta de los fenicios que de tanto dinero que ganaron se hartaron de vivir en un país de hermosas montañas y árboles, se dispersaron para cuidar sus amadas bolsas (de dinero).

@ophelyas