Se requiere mayor recaudación tributaria
Julio A. Millán B.
En menos de tres años, de enero de 2013 a junio de 2015, la deuda neta interna del gobierno federal ha aumentado considerablemente al pasar de 3.7 billones de pesos a 5.3 billones, que representa un crecimiento de 35.7%. Al día de hoy, la magnitud del endeudamiento interno equivale 107% de la recaudación estimada en el presupuesto de ingresos de 2015, con lo que prácticamente se tendría que destinar toda la recaudación del año para extinguir el monto de deuda.
El elevado crecimiento en la deuda interna de México en los últimos años refleja, por un lado, las condiciones más laxas en el costo del dinero que han prevalecido en los mercados internacionales, lo cual ha sido aprovechado por el gobierno para contratar más deuda con mayores plazos. Por otro lado, también es reflejo del bajo crecimiento de la recaudación tributaria y de menores ingresos procedentes de la venta de petróleo. En el primer semestre del presente año, la recaudación federal participable disminuyó 1.4%, con respecto al mismo periodo del año anterior, y los ingresos petroleros disminuyeron 38 %, con lo que los requerimientos de financiamiento del sector público aumentaron 32%.
Si en septiembre de este año la Reserva Federal lleva a cabo el aumento de sus tasas de interés, el Banco de México comenzará a aumentar gradualmente su tasa de referencia, con objeto de mantener el diferencial de tasas en un nivel constante. El efecto inmediato será el aumento en el costo del financiamiento de la nueva deuda, que implica que una mayor parte de los presupuestos gubernamentales, así como del gobierno federal, tendrán que destinarse a pagar sólo los intereses de la misma.
Durante 2014, tan sólo el pago de intereses y comisiones de la deuda representó 6 % de los ingresos presupuestarios del sector público federal. De continuar con la tendencia en el crecimiento de la deuda y con tasas de interés más altas a finales de 2015 y 2016, el solo pago del servicio de la deuda podría llegar a consumir el 10 % de los ingresos presupuestarios del país.
El aumento de la deuda interna de México refuerza la necesidad de implementar una nueva reforma hacendaria integral, con objeto de aumentar la recaudación tributaria, que es bastante baja, pues representa sólo el 10.5% del PIB, mientras que en promedio en los países de la OCDE es de 34% y en América Latina es de 18%.
Hoy las autoridades están dirigiendo sus esfuerzos a la reforma energética, pero para asegurar la sustentabilidad de las finanzas públicas en el largo plazo, así como para evitar caer en los problemas del superendeudamiento que vivimos durante los años 82 y 94, pero ahora agravado por el marco de una guerra financiera mundial, se requiere una mayor recaudación tributaria que sólo podrá darse a partir del aumento en la base de contribuyentes y un mayor crecimiento de la actividad económica.
¡No tropecemos con las mismas piedras, ya lo hemos vivido antes; el superendeudamiento nos ha costado comprometer nuestra soberanía económica!


