Entrevista a Ernesto Bejarano/Diseñador museográfico

Jacquelin Ramos

Desde sus orígenes en el siglo VII, el arte islámico siempre ha fusionado con destreza lo terrenal y lo divino, lo cotidiano y lo extraordinario, lo recurrente y lo inimitable. Esta notable mezcla de practicidad y belleza se aplica a través de todo el espectro de manifestaciones artísticas, desde joyería de oro con piedras preciosas hasta la alfarería doméstica.

Sin importar la rareza o ubicuidad de sus materiales, la naturaleza temporal o religiosa de sus funciones, ni el estatus mayor o menor de quienes fueron sus dueños, siempre hay algo divino en los objetos más terrenales, y que México tiene el honor de recibir en el Antiguo Colegio de San Ildefonso a través de la exposición Lo terrenal y lo divino: Arte islámico de los siglos VII al XIX, un recorrido por el arte de una cultura milenaria a lo largo mil 200 años, proveniente de la colección del Museo de Arte del Condado de Los Ángeles.

Se trata de una de las más completas exposiciones del Islam, la cual brinda el panorama de la diversidad y el impacto del arte islámico y que transmite al espectador la fusión de simbologías, ideas y representaciones estéticas de la antiquísima cultura islámica acerca de lo terrenal y lo divino.

En este sentido, en entrevista para Siempre!, Ernesto Bejarano, diseñador museográfico de la muestra, indicó que la exposición es un punto de reflexión importante para México, no sólo para ver el Islam a través del arte, sino para reflexionar sobre la influencia que ha tenido en el mundo y en la cultura mexicana.

Selección excepcional

¿Cuáles son las principales características del florecimiento al arte islámico?

El principal factor tiene que ver con las distancias entre los países que conforman el territorio de Oriente, estaban distantes entre sí, por lo que tenían que hacer grandes viajes para conocerse entre ellos. Se realizaban mucho las caravanas, y en un principio, cada uno desarrollaba sus propios estilos, pero con el tiempo a lo largo de estos viajes, lo que predominó fue el intercambio de tipo cultural, de influencias y técnicas de cada uno de ellos, eso hizo que el arte islámico, hablando de manera general, floreciera de esta manera, por el gran intercambio entre varios países y culturas. Por ejemplo, los primeros seguidores de Mahoma fueron pueblos nómadas procedentes de la península arábiga, con escasas tradiciones artísticas, en contraste con los imperios que conquistaron posteriormente.

A medida que se expandió, el Islam asimiló las distintas tradiciones culturales y artísticas de los pueblos sometidos, instaurando así un estilo artístico propio, que varía de acuerdo con las diversas áreas climáticas o los materiales disponibles. Algunos motivos adaptados de otras culturas se convirtieron en temas universales del mundo islámico.

El arte islámico evolucionó a partir de muchas fuentes, como las romanas, paleocristianas o bizantinas, que se entremezclaron en su primera arquitectura, el arte persa sasánida y los estilos del centro de Asia, incorporados a través de las incursiones turcas y mongolas. El arte chino constituyó un ingrediente esencial de la pintura, la cerámica y las artes textiles.

¿De qué trata la exposición?

Se trata de una selección excepcional que conjunta 192 obras de arte decorativo. Es un recorrido a lo largo de más de mil 200 años, que va del siglo VII al siglo XIX, estamos hablando de 12 siglos de arte provenientes de los territorios que hoy se encuentran en ocho naciones: Marruecos, Siria, Irán, Irak, Egipto, España, Turquía y Afganistán.

El eje de la exposición es el desarrollo del islámico temprano, el islámico medieval y el islámico tardío a través de los objetos que eran obsequios que se daban entre las cortes islámicas a través de las caravanas. También observaremos cómo se desarrollaron en estas diferentes épocas los procesos de técnicas y los significados de los objetos.

Durante el recorrido de la exposición constatamos que aparte de estos tres temas, hay otros temas que son fundamentales para el islam, uno de ellos es la religión. Sabemos que la religión islámica es una de las tres más importante en el escenario mundial, además de ser la más joven de ellas. En la religión vamos a tener la parte de la caligrafía, que es una característica especifica en el islam, porque en aquella época no había una representación figurativa, como en otras religiones, todo era escrito.

Por ejemplo, tenemos en la primer sala un retrato del profeta, que es un retrato escrito, eso no se ve en las otras religiones, es completamente una descripción de ese profeta a través de un trabajo de caligrafía bellísima, es un documento que tiene un marco dentro del mismo dibujo, por lo que la caligrafía es elemental en el arte islámico.

Colección desde 1930

¿Qué criterios prevalecieron en el trabajo curatorial de la exposición para registrar el proceso histórico de una de las civilizaciones más complejas del mundo?

Toda la colección proviene del LACMA. Es una colección que reunieron desde 1930 y a lo largo de todo ese tiempo se han dado a la tarea de buscar cada una de las piezas. A través de la curaduría, a cargo de Linda Komaroff, lo que vemos en la exposición son colecciones que fueron seleccionadas bajo un guión para conformar una sala de arte islámico permanente en el Museo del Condado y que pasaron por procesos de restauración para mostrarse de manera adecuada en San Ildefonso. Una característica fundamental de esta muestra es que la mayor parte de la piezas nunca estuvieron exhibidas juntas, porque el espacio que tenemos en San Ildefonso para la muestra es alrededor de unos mil 200 m2, y en el LACMA la sala es más pequeña, entonces hay piezas que nunca se habían relacionado como están aquí expuestas.

Por otro lado, la curadora seleccionó los objetos más representativos de la colección del LACMA que, ordenados cronológicamente, serán una invitación para adentrarse en el arte de esa cultura milenaria. En cuanto al término “arte islámico”, surgió hace más de un siglo en referencia a todas las tierras en que predominó el islam o donde la población mayor era musulmana.

¿Qué tipo de piezas se exhiben en la exposición y cuáles son las más representativas?

Tenemos piezas de madera, piedra y metal, manuscritos, textiles, joyería, azulejos, tijeras, así como botellas, acuarelas, cajas, entre otros objetos. Hay piezas de gran valor histórico como algunas páginas del Corán en donde vemos el significado de la belleza de la escritura y su valor justo a través de estos trazos sinuosos de la escritura.

Las piezas se exhiben mediante núcleos temáticos: Fe, Arte islámico temprano, Caligrafía, Arte islámico medieval, Luz y Agua, Batalla, Juegos y Arte islámico tardío. Por ejemplo en la sala Luz y Agua, tenemos unos aguamaniles que es el nombre que se utiliza para el objeto que sirve para transportar agua o para servir agua; también unas cantimploras de metal, donde se muestra el interesante trabajo de ornamentación que tienen estas piezas.

Entre las piezas más representativas, se exhibe una alfombra de Ardabil que data de 1539-1540, un espectacular textil tejido en seda, pero algo que lo hace particular son sus dimensiones, la pieza mide aproximadamente 5 metros de ancho por 8 metros de largo, pero éste es un tercio de la pieza original. Fue recortada durante su historia por razones que nadie conoce. Una parte de la alfombra está en el Museo Victoria & Alberto de Londres, y otra —la tercera parte— se desconoce su paradero, ya que en la segunda mitad del siglo XIX fueron vendidas en la capital británica. Cuando vemos este objeto nos podemos dar cuenta de la magnitud de lo que significaban estos palacios o estas grandes tiendas donde se podían colocar estos tapetes.

Por otro lado, viendo la iconografía del tapete, se puede descubrir que lo que está representado es una proyección de un plafón, el tapete presenta elementos que nos muestran las yeserías de los edificios, así como unas lámparas —las votivas— que eran de aceite, entonces es como si viéramos el techo de la tienda o del palacio pero en el piso.

 

Revalorar soluciones estéticas

¿De qué manera se da la presencia del arte islámico en la cultura mexicana?

Creo que la parte del Islam con México tiene que ver mucho con las técnicas. Hay que dejar en claro que España forma parte de este territorio, y como sabemos existieron las cruzadas; moros contra cristianos que en algún momento unos dominaron a los otros y viceversa. Entonces cuando los españoles viajan a México, viajan con toda esta mezcla de conocimientos de técnicas y lo podemos ver aquí. Si tú recorres las salas de la exposición, te vas a identificar con unos objetos que están hechos en Michoacán, en Oaxaca o Guerrero, hablamos de la talavera, del trabajo en madera, incluso la orfebrería, hay piezas de orfebrería en la exposición que remiten a México.

Aquí hay un plato que está hecho en Irán, pero que tiene un trabajo de porcelana que pareciera que es chino, esto porque los iraníes tomaron de los chinos algunas influencias, pero a la vez, eso lo puedes ver en Puebla, y eso hace que la muestra además de interesante sea significativa para México porque permite al espectador reflexionar sobre la influencia que tiene el arte islámico en el país.

¿Cuál es el valor histórico de traer manifestaciones con gran valor universal?

Estas obras de gran valor ofrecen al público mexicano la oportunidad de revalorar las soluciones estéticas que sirvieron de vehículo a una creatividad inspirada en un legado cultural muy diverso, un imaginario social que supo determinar los espacios decorados por la abstracción y los que admiten la figuración. Por ello, te puedo asegurar que la exposición ha sido muy bien aceptada por la gente, se ha interesado por ella. México es un país muy culto, por lo que estamos acostumbrados a relacionarnos con las otras culturas, además como lo mencioné, hay mucha relación entre los objetos y eso hace que se familiarice la gente.

Utilizar el término “islámico” para la exposición, ¿no ha causado de alguna manera expectación o confusión en el público luego de las acciones de devastación realizadas por el grupo terrorista Estado Islámico, que además de ser violento, ha destruido parte del arte islámico y preislámico en Irak y Siria?

La curadora Linda Komaroff ha señalado en varias ocasiones que la muestra brinda la oportunidad de fortalecer el conocimiento y la reflexión en torno a lo que sabemos y percibimos del islam. Cuando inició el proyecto para traer la exposición, se cuestionó en algún momento —de hecho se hablaba de los problemas que están sucediendo hoy en día en Oriente— si traer una exposición del Oriente en México se podría pensar mal entre el público mexicano; pero eso lo descartamos en el primer momento por una razón clara, y es que México es neutral, y en cuanto a lo que está sucediendo, es imparcial.

Esta exposición no toca para nada temas políticos y eso hace que no dé pie a los conflictos bélicos de Oriente. Lo que sí te puedo mencionar es que sabemos que la curaduría de la exposición es norteamericana, por lo que LACMA sí quería poner algunas notas diciendo “se puede observar que a través de estos proyectos, podemos convivir todos”, pero eso era más un motivo entre ellos y el Oriente, que realmente ahí es donde puede haber de alguna manera un conflicto histórico entre Estados Unidos y algunos países de Oriente. Pero nosotros lo descartamos cuando nos llegó esa información en los contenidos, dijimos “nosotros no podemos hablar de eso, y no tenemos por qué hablar de eso”.

En nuestras visitas guiadas que se dan nunca hablan de eso y el público no pregunta, porque la exposición no tiene ese sentido. Se habla simplemente del valor artístico de los objetos, de valor histórico, y de su importancia a nivel de influencias en el mundo.