En los últimos días, más de dos mil personas han muerto en Mosul en manos del Estado Islámico.

El gobernador de Nínive, Ezel Nuyaifi, denunció la escalada de violencia e indicó que el total de personas asesinadas es de dos mil 70, que habían sido retenidas por el grupo terrorista en las últimas dos semanas.

Ante la ola de asesinatos a sangre fría, el gobernador pidió el apoyo de los países árabes y musulmanes para ir contra el EI, que ha tomado el control de Mosul desde junio de 2014.

El rechazo emprendido por los ciudadanos contra el Estado Islámico ha creado que se intensifiquen las detenciones y ejecuciones, de acuerdo con las autoridades.

El mandatario iraquí detalló, incluso, que cuando el grupo terrorista percibe la existencia de descontento popular, ejecuta campañas de terror contra los ciudadanos y que entre el martes y el miércoles, 350 personas han sido detenidas, entre ellos militares, policías, ulemas religiosos (eruditos), funcionarios y políticos.

Un responsable de la seguridad iraquí confirmó la versión del gobernador. El pasado 4 de agosto afirmó que los terroristas ejecutaron a más de dos mil habitantes de Mosul, en su mayoría empleados de la policía, el ejército y funcionarios del Estado.

Para Nuyaifi el Estado Islámico lleva a cabo la campaña de terror más violenta desde que se apoderó de Mosul el año anterior, cunado declararon un califato en los territorios bajo su control en Siria e Irak.

Los últimos años, los más peligrosos para los periodistas

Este miércoles, el Estado Islámico asesinó a tres estudiantes de periodismo de la Universidad de Mosul, en el norte de Irak, por difundir fotografías en Facebook y colaborar con medios extranjeros.

Los tres jóvenes fueron secuestrados por el EI el domingo pasado junto a otro estudiante, al que liberaron por falta de pruebas que lo señalaran también, explicó el miembro del Sindicato de Periodistas Iraquíes, Sufían al Mashadani,

El sindicalista, además, indicó que los terroristas mantienen privados de su libertad a ocho periodistas en Mosul, sin conocer sobre el lugar en el que están retenidos.

De mediados de 2014 a principios de 2015 varios periodistas fueron asesinados a sangre fría por el Estado Islámico. En febrero de este año los terroristas difundieron en un video la decapitación del periodista japonés Kanji Goto, quien fue el encargado de anunciar en un vídeo del EI la ejecución de su compatriota, Harina Yukawa, y de pedir la liberación de la terrorista Sayida Rishawi, encarcelada en Jordania.

Un grupo terrorista afiliado al EI anunció en enero el asesinato de dos periodistas tunecinos, Sofián Churabi y Nadir al Qitari, mientras que en agosto de 2014 los periodistas occidentales, James Foley y Steven Sotloff, tuvieron el mismo destino; las imágenes de la decapitación de Foley se hicieron públicas poco después de una fallida operación de rescate con el fin de localizarlo. Al fondo de la videograbación se veía al segundo terrorista, Sotloff, mientras pedía a Estados Unidos que dejara de bombardear a Irak.

Además, el Estados Islámico mantiene en su poder al reportero británico John Cantlie, al que también amenazó con asesinar sino cumplen sus peticiones del que los terroristas han difundido varios vídeos, el último el 3 de enero, en los que el fotógrafo, vestido en algunas ocasiones con un uniforme naranja como el que usan los interno de Guantánamo, crítica la política de su país y de EU; Cantlie ya había sido secuestrado en Irak en julio de 2012, pero fue rescatado una semana después.

En abril pasado, el informe Ataques a la prensa presentado por el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) indicó que el enfrentamiento entre grupos terroristas y gobiernos de los últimos años se han configurado como los más peligrosos para los reporteros.

Los asesinatos de periodistas extranjeros ejecutados por el EI en Siria e Irak contribuyeron a convertir 2014, con 60 muertos confirmados, en unos de los años más mortíferos para esta profesión, según el CPJ.

Información de El Universal, El Informador, La Jornada y Revista Siempre!