Gonzalo Valdés Medellín
El juez de Tenochtitlan —explica un comunicado— “son impresiones a partir de una mirada sobre ‘lo mexicano’, sobre todo en relación a la justicia, desde la social, hasta la divina y pasando inevitablemente por la justicia de la vida; la existencial”. Impresiones escénicas inspiradas en un hecho real, se presenta en primera temporada hasta el 14 de octubre, todos los miércoles a las 20:30 horas en El Milagro (Milán 24, entre Lucerna y General Prim, Colonia Juárez). Estructurada “en un prólogo, seis situaciones, y un epílogo”, ocho personajes encarnan la historia que los teatristas exponen así: “A finales de febrero de 2007 apareció la noticia de un crimen atroz; una indígena náhuatl de 73 años había sido violada tumultuariamente por soldados del ejército mexicano en la Sierra de Zongolica, Veracruz; el caso llegó hasta las más altas jerarquías debido a la inconsistencia de las pruebas y las dos hipótesis del resultado de la investigación: Una, la de la muerte por lesiones y abuso sexual; y la otra, la de muerte natural, a tal punto que el (entonces) presidente Felipe Calderón, defendiendo la versión oficial aseguró en una entrevista el 11 de marzo cuando la investigación aún no concluía; que la anciana indígena había muerto víctima de una aguda gastritis. El caso quedó cerrado el 1 de Mayo del 2007 pues se determinó que se trató de una muerte natural por “parasitosis”, por lo que no procedía acción legal. Este hecho inspiró la creación de esta obra”. En El juez de Tenochtitlan de David Hevia actúan Mauricio Jiménez, Carolina Politi, Miguel Cooper, Alaciel Molas, Diana Sedano, Abraham Jurado y Eduardo Segura. Instalación escénica y escenofonía: David Hevia y Taniel Morales.