Nuevo Congreso

 

Mireille Roccatti

El inminente primero de septiembre en estricto cumplimiento de un mandato constitucional habrá de constituirse formalmente la nueva legislatura federal para instalar el primer periodo de sesiones del Congreso de la Unión.

El objetivo primero de su tarea será el estudio, discusión y votación de las iniciativas de ley pendientes y con dictámenes previos positivos en comisiones, así como, en su caso las iniciativas preferentes que les enviara en uso de sus facultades especiales el titular del Ejecutivo federal.

También en cumplimiento de la norma constitucional que prevé que en la apertura de sesiones ordinarias del primer periodo de ejercicio del Congreso, recibirá por escrito el Informe del Ejecutivo sobre el estado que guarda la administración pública, y posteriormente en reuniones de glosa irá citando a algunos de los encargados de despacho de cada rubro.

Este ejercicio republicano de rendición de cuentas y de equilibrio entre poderes se ha trastocado en los últimos años, porque con el devenir del tiempo se había convertido en un acto de apoteosis del Ejecutivo y posteriormente en un acto pendular en ocasión de befa y perdida de respeto de algunos legisladores para con el presidente de la republica, que llegó al extremo de negarle el acceso al recinto parlamentario.

Es tiempo en que con madurez y raciocinio se retome este tema para que el Ejecutivo acuda al recinto parlamentario e informe sobre el estado de la cosa pública y posteriormente dialogue con los legisladores en un clima de respeto mutuo. La democracia mexicana está madura para ello.

Otro tema central de los que de inmediato tendrá que conocer la nueva legislatura es también un mandato del texto constitucional, deberá tener a más tardar el ocho de septiembre los proyectos de Ley de Ingresos y de Presupuesto de Egresos de la Federación, los cuales se acompañan de los Criterios Generales de Política Económica.

La coyuntura económica internacional y nacional resalta la importancia de esta asunto, la significativa pérdida de ingresos por la caída de precios del petróleo y de la plataforma de exportación, la devaluación del peso, que responde a una apreciación mundial del dólar frente a casi todas las monedas del mundo, la volatilidad mundial de los mercados financieros son, entre otros, indicadores que impactarán nuestras finanzas públicas. Sin olvidar que por primera vez el presupuesto se construirá con la metodología de base cero.

Este III Informe de Gobierno será relevante por muchas razones; es el correspondiente a la mitad del sexenio, para muchos constituirá un relanzamiento del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, que además de informar de logros y resultados, abordará los temas difíciles por los que ha atravesado su gobierno, pero sobre todo tiene que plantear, de cara a la nación, el rumbo futuro del país: el qué y los cómo. Lo hará con una nueva composición de la Cámara de Diputados, por lo que deben construirse acuerdos que obedezcan a los nuevos equilibrios mandatados en la pasada elección.