Tras el acuerdo logrado para el tercer rescate financiero con los acreedores de 26 mil millones de euros, que además contempla más recortes económicos y privatizaciones, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, dimitió oficialmente este jueves a través de un mensaje televisivo dirigido a la nación.
Al parecer, una de razones que llevaron al gobernante a renunciar fue el descontento entre varios miembros de su partido de izquierda, Syriza, ya que había prometido no volver a adoptar reformas económicas, sin embargo, aceptó recortes y privatizaciones impuestos por las instituciones financieras internacionales al argumentar que no tenía otra opción.
Tsipras también consideró que tenía la obligación moral de someter la gestión de su Gobierno a consulta ciudadana, lo que supone un argumento más para dejar el gobierno, aunque de acuerdo con analistas, el exprimer ministro se fue en busca de crear nuevas condiciones de acercamiento con los miembros de la zona euro.
“Mi mandato del 25 de enero ha vencido. Ahora el pueblo debe pronunciarse. Ustedes con su voto decidirán si negociamos bien o no (en Bruselas)”, expresó, “sé que no logramos todo lo que prometimos al pueblo griego pero hemos salvado al país, diciendo a Europa que la austeridad debe terminar”.
Ante la dimisión, que ya rumoraban fuentes cercanas a la esfera política, habrá elecciones anticipadas para el 20 o 27 de septiembre probablemente, a 30 días de su convocatoria, como lo establece la constitución, y a ocho meses de que Syriza llegara al poder.
La última encuesta de intensión de voto, previa a las vacaciones del 24 de julio, reveló que 34% de los votantes apoyaban a Syriza, lo que representa dos puntos menos que en enero y, por lo tanto, es insuficiente para la mayoría absoluta. El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, confía en que las votaciones no retrasen los ajustes.
Se ha considerado que Tsipras tenía poco respaldo para seguir gobernando en minoría parlamentaria, ya que no podría lograr en los próximos meses el programa de reformas, con ajustes equivalentes al 4-5% del PIB griego, que además va contra los puntos prometidos en campaña de Syriza: el recorte a pensiones, la subida a los impuestos o la imposición del drástico plan de privatizaciones.
La primera evaluación del rescate por parte de los acreedores, en octubre, suponía dos opciones defendidas por los grupos de funcionarios que defendían a Tsipras; unos preferían llevara a cabo las votaciones antes, en septiembre, y luego celebrar el congreso extraordinario de Syriza, mientras que otros consideraban más conveniente que octubre fuera la cita en las urnas para poder echar andar las reformas frente a la primera evolución.
Ahora le corresponderá al presidente Pavlópulos encargar formar un Gobierno, consecutivamente, a los tres partidos más votados (Syriza, Nueva Democracia y el neonazi Aurora Dorada), pero ante el probable fracaso de estos, el presidente va a recurrir hasta la fecha electoral a un Gobierno de transición, a cargo de la jurista Vasilikí Thanou, presidente del Tribunal Supremo, según la mayoría de las fuentes cercanas, quien cumple con los requisitos al ser un alto magistrado, además de que preside la Comisión Electoral, una de las altas instancias judiciales del país.
Para la agencia estatal ANA, el objetivo de Tsipras sería que este Gobierno de transición tomara posesión el lunes, pero los planes de la conservadora Nueva Democracia (76 años) en busca de una mayoría de gobierno podría retrasar su formación y las votaciones. Hasta el 27 de septiembre.
Información de El País, España