Los católicos divorciados que vuelven a casarse “no están excomulgados”, declaró el Papa Francisco durante su homilía semanal de los miércoles, e instó a la Iglesia para que les ofrezca “una fraterna y atenta acogida”.

El pontífice, frente a siete mil personas que se congregaron en el Aula Pablo VI del Vaticano, pidió que se reflexionara respecto al trato que debe darse a aquellas parejas que han atravesado por una separación ante un fracaso en su vínculo matrimonial y que han decidido intentar una nueva unión.

“Estas personas no están para nada excomulgados. ¡No son excomulgados! Y no deben ser tratados como tales, ellos son siempre parte de la Iglesia”, expresó el Papa en italiano.

Aunque reconoció que la Iglesia sabe que esa situación “contradice el sacramento cristiano” del matrimonio, pero que “su mirada de maestra” proveniente “de un corazón de madre, un corazón que animado por el espíritu santo, busca siempre el bien y la salvación de las personas”.

Francisco también se pronunció en defensa de los hijos que viven la separación de los padres: “Si luego miramos también estos nuevos lazos con los ojos de los hijos pequeños (…) Vemos aún más la urgencia de desarrollar en nuestras comunidades una acogida real hacia las personas que viven”.

“Por eso es importante que el estilo de la comunidades, su lenguaje, sus actitudes, estén siempre atentos a las personas, a partir de pequeños”, siguió.

El papa insistió en que los niños y jóvenes son los que más sufren ante una situación de divorcio y que son un gran cantidad los que viven esa dificultad, por lo que “es importante que ellos sientan a la Iglesia como madre atenta a todos, dispuesta siempre a la escucha y al encuentro”.

Además llamó a los cristianos a que asistan a la Iglesia para curar sus heridas, ya que los pastores acogerán a la comunidad y los animarán, en busca de que vivan y desarrollen cada vez más su pertenencia a Cristo ya a la Iglesia “con la oración, con la escucha de la Palabra de Dios, con la frecuencia a la liturgia, con la educación cristiana de los hijos, con la caridad y el servicio a los pobres, con el compromiso por la justicia y la paz.

El discurso de Francisco es pronunciado de cara a la próxima asamblea del Sínodo de los Obispos, en octubre en el Vaticano. Ahí se reflexionará sobre cómo los católicos deben hacer frente a las situaciones actuales para la familia y entre los temas contemplados a debatir es el de cómo tratar a las parejas divorciadas que se han vuelto a casar que de acuerdo con los establecimientos eclesiásticos, viven en adulterio, una razón por la que no pueden acceder a los sacramentos de la confesión y de la comunión.

Varias reformas más

En medio de la crisis mundial que enfrenta la Iglesia católica por casos de corrupción y pedofilia, el papa Francisco ha anunciado una serie de cambios que logren mayor credibilidad del catolicismo.

La reforma de la Curia Roma es una de las reformas más importantes contempladas por el pontífice a través de coordinar la gestión financiera y administrativa del Vaticano.

Con ella se pretende mejorar el empleo de recursos y sus programas dirigidos a los más necesitados y marginados de la sociedad a través de poner fin al desorden que a lo largo de décadas ha enfrentado la administración del Estado Vaticano, que fue denunciado en los 80 cuando quebró el mayor bando de Italia, el Ambrosiano.

Entonces, el Instituto estará a cargo de nuevo ministerio, decisión tomada a inicios del 2013, en la asamblea de cardenales de todo el mundo.

Otro cambio se refiere al Banco del Vaticano, es decir, se trata de una reforma del Instituto para las Obras de Religión a través de ordenar el capital con la instauración de controles más rigurosos de las 19 mil cuentas, que han sido controladas o cerradas.

El banco quiere servir con prudencia y proporcionar servicios a la iglesia a nivel mundial, aseguró el nuevo ministro de Economía del Vaticano, el cardenal George Pell. El Instituto para las Obras de Religión seguirá dependiendo de la Autoridad de Información Financiera, que tiene el objetivo de regular los movimientos financieros de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano.

Y respecto a la homosexualidad el Papa se ha mostrado comprensivo. Una frase que pronunció y que causo controversia fue al decir que si un homosexual buscaba a Dios, él no era quien para juzgarlo, la que se consideró la primera manifestación no discriminatoria emitida por la Iglesia. Se esperan también cambios en relación a esta temática que ha sido condenada por los clérigos más conservadores en el Vaticano.

Información de El Informador y ACI prensa