Entrevista a Mauricio Meschoulam en exclusiva para Siempre!
Viridiana Vega
Varias fuentes cercanas al exprimer ministro griego, Alexis Tsipras, ya hablaban de la dimisión del gobernante, previo a que se hiciera oficial la noticia. Fue inmediatamente después del establecimiento del acuerdo para el tercer rescate con las instituciones acreedoras que Tsipras anunció su dimisión en un mensaje televisivo dirigido a la nación.
“Mi mandato del 25 de enero ha vencido. Ahora el pueblo debe pronunciarse. Ustedes con su voto decidirán si negociamos bien o no (en Bruselas)”, expresó, “sé que no logramos todo lo que prometimos al pueblo griego pero hemos salvado al país, diciendo a Europa que la austeridad debe terminar”.
Las elecciones anticipadas se celebrarán a 30 días de su convocatoria, como lo marca la constitución, se estima el 27 de septiembre, y a ocho meses de que Syriza llegara al poder celebrando el triunfo, aunque hoy, esa ala de la izquierda radical vive una ruptura interna; Tsipras perdió la mayoría parlamentaria luego de que el tercio de sus diputados votara contra el rescate.
Para el Doctor en Políticas Públicas y Administración con especialización en Terrorismo, Mediación y Paz, Mauricio Meschoulam, en entrevista exclusiva con Siempre!, “en un sistema parlamentario es muy complicado mantenerte en el poder apoyado por una coalición que no te apoya en su totalidad. Es común que esto suceda en los parlamentos: renuncias, convocas a las elecciones y se replantea completamente el mapa electoral; esas elecciones te someten al referéndum de la gente, sí las elecciones te confirman ganas una nueva legitimidad y sigues adelante con tus planes”.
Además, el doctor Meschoulam, quien también es periodista, considera que Alexis Tsipras “todavía cuenta con apoyo popular y decide hacerlo ahorita (renunciar) porque si no lo hacía lo iba a tener que hacer posteriormente”.
“(…) No sé si va a seguir llamando Syriza o no, pero lo que te puedo decir es que sí hay una parte importante de Syriza –una coalición de partidos- que le apoya y los grupos de no apoyo podrían simplemente posicionar su pensamiento en el nuevo esquema del parlamento”, insiste, “no era muy sostenible que él siguiera gobernando o dirigiendo en un parlamento que tenía ya una enorme fractura en el partido que le lleva al poder”.
Cuestión de intereses, una coalición
Al mismo tiempo, el también Internacionalista y profesor del departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamerica (UIA), comenta que aunque Alexis Tsipras “sí tiene probabilidades de recuperar la primera magistratura del país, también están otros partidos de centro y de centroderecha que quieren sacar partida de las nuevas circunstancias (…) Estos mapas parlamentarios son muy complicados, entonces hay que ver realmente con quién termina negociando; es muy común que aparentes enemigos o aparentes posiciones políticas contrarias a veces por cuestión de intereses terminan siendo una coalición”.
El doctor Meschoulam opina que el contexto en el que se da la dimisión del primer ministro griego “representa la confirmación de que las cosas a veces ya en el poder son mucho más difíciles de implementar que cuando estás en campaña, porque él (Alexis Tsipras) llega al poder prometiendo ciertas cosas que no llevó a cabo, pero ya estando en frente de las amenazas reales ya es muy distinto a la campaña y entonces estás dispuesto a comportarte mucho más pragmáticamente”.
“Los líderes se vuelven más pragmáticos, menos ideológicos cuando enfrentan a una crisis de ese tamaño”, afirma el también articulista del periódico El Universal.
La decisión de Tsipras fue “lógica”, señala el especialista en temas internacionales, porque al final ceder o no ante los acreedores lo llevarían a apartarse del poder. Por una parte, “si decidía hacer caso al referéndum y de verdad colocarse con una postura dura ante los negociadores su renuncia iba a terminar siendo inevitable, porque la crisis que se venía en cuanto a la falta de liquidez, fuga de capitales, el riesgo potencial de la salida de Grecia del euro, iba a quitarle toda la popularidad a ese partido”.
Sin embargo, optó por acceder a las condiciones que le imponían los acreedores, con lo que su renuncia se da al oponerse a una mayoría de los miembros de su partido, que de igual forma le impidió seguir en el poder, aunque sin perder el respaldo del sector popular, un punto crucial a su favor.
La sociedad, siempre la más afectada
“Cualquiera de las decisiones era costosa”, asegura el doctor Meschoulam. “El costo de no haber cumplido con las exigencias que hacían los acreedores era la falta de liquidez y, por lo tanto, la falta de recursos; más recesión, fuga de capitales, devaluación completamente porque ahora sí venía la posible salida de Grecia del euro, entonces iban a tener un dracma, que es la moneda de Grecia antes del euro, completamente devaluado y un proceso de devaluación constante, con inflación o hiperinflación, los productos subiendo, etcétera”.
Pero, ceder ante los acreedores también representa un duro sacrificio que debe enfrentar la sociedad griega, quien “siempre” es la más afectada, reconoce, con la subida de impuestos acordada, o el ajuste a los programas sociales, como el recorte a la edad permitida para pensiones, además del “gasto apretado por parte de gobierno”, y a su vez el “no crecimiento porque cuando el gobierno no puede meter dinero a la economía no se detona el crecimiento”.
“Syriza llevó al poder a Alexis Tsipras con la promesa de que no se iba a ceder ante los acreedores, que se iba a tener una postura más dura y se iba a respetar la dignidad del pueblo griego”, explica el internacionalista.
Grecia destinó el primer desembolso de la ayuda de 26 mil millones de euros a realizar los pagos correspondientes al Banco Central Europeo (BCE) y al Fondo Monetario Internacional (FMI), que vencían el 20 de agosto; así logró aminorar con fecha de vencimiento en un par de meses la incertidumbre en la que permanecía la nación desde finales del año pasado.
Sin embargo, con la renuncia del primer ministro el devenir del país helénico parece tambalearse en la cuerda floja; la duda crece y tanto la esfera política como los ciudadanos no saben quién será el próximo gobernante capaz de enfrentar la crisis con prudencia.
“El gran reto es detonar el crecimiento que verdaderamente permita que Grecia empiece a generar los recursos para poder pagar su deuda. Pagar su deuda sería completamente imposible, simplemente detonar el crecimiento, y esto no es solamente cuestión de Grecia, hay una responsabilidad total porque si la comunidad internacional ahoga a Grecia, como ha ocurrido desde los últimos años, Grecia termina pagando porque pide más para pagar lo que ya debía no porque esté generando recursos. Si no genera los recursos la deuda termina creciendo, es lo que ha ocurrido”.
La posición del Eurogrupo podría ser “muy dura”, porque en todo momento se ha mostrado firme en las exigencias ante el país helénico, al mismo tiempo que le permite decir que aunque e exigió a Grecia terminó ayudándole y se presenta con “fuerza ante su pronto electorado” (…) No olvidemos que también ellos se tienen que presentar ante un público que los elige”; concluye el doctor Meschoulam.